Según esta encuesta, las televisiones USA son muy activas en el directo y muy atractivas entre la población para sentir de cerca un acto terrorista que sacuda la comunidad en que se vive. No es momento ahora para pretender definir cuando un acto debe ser llamado "terrorista", pero sí puede ser momento para razonar un poco sobre el "sentido de comunidad" ante el terrorismo y las guerras que vivimos en este principio del siglo XXI. |
En USA, desde el 11/09, el terrorismo ya no es algo romántico, ingenuamente asociado con la libertad de pueblos y comunidades oprimidas en el extranjero. Ahora tiene que ver con la comunidad en que se vive, incluso dentro de horizontes exclusivamente nacionales. Como ya era sabido en otros lugares y otras poblaciones del mundo. Ahora -en parte porque USA lo vive- el terrorismo es asunto planetario, guste o no la globalización. Ahora el tratamiento del terorismo en los medios se ha "sensacionalizado", siguiendo el estilo estadounidense de las exigencias comerciales de ratings y shares. De todos modos, en Africa y en muchos lugares de Oriente no sucede así: hay terrorismo, brutal e injusto como el que más, pero no hay televisión como entre nosotros. Tampoco usan mucho internet (que es el público objetivo sobre el que se hace el análisis aquí mencionado). Probablemente la mayoría de la gente no sabe nada de internet. El caso es que, entre nosotros los occidentales, y algunos orientales, hay mucha gente sola ante el televisor. Y hay mucho morbo en un ataque terrorista. Nos queda mucha adrenalina (inutilizada en mejores causas) para invertir en mirar el terror, en la medida en que que no nos afecta directamente. Nos afecta en directo, como espectáculo. Mucha adrenalina para mostrar y contar el terror. Mucha curiosidad en ver qué hacen y dicen las autoridades, los bomberos, la policía, los que allí estaban o por allí pasaban. Muchas exclamaciones, muchos adjetivos, muchos nervios, mucha inseguridad, mucha curiosidad inmediata. Mucho "yo estaba allí, pero no podía hacer nada". Mucho sentido emocional de comunidad y muy poca comunidad efectiva: sólo el 5% llama de entrada por teléfono a amigos y parientes. Sin embargo, el 11% los llama con la televisión o la radio encendidas: para comentar lo que están viendo y buscar unos en otros el desahogo. Años atrás tuvimos un grave atentado terrorista en mi lugar de trabajo. Por milagro, no hubo víctimas, pero sí muchos daños materiales. Estaba allí, cuando a los pocos minutos aparecieron unas monjitas: "Ya hemos rezado por ustedes. Ahora venimos a echar una mano, en lo que haga falta: habrá muchas cosas que limpiar y ordenar". Se habían enterado por los vecinos. Mucha comunidad efectiva. No tanto la de los vecinos informando, como la de las monjitas ofreciendo ayuda. Mejor dicho, rezando y ayudando. |
Lo dicho en el post fue escrito antes de los sucesos que se comentan en el texto mencionado a continuación. Este último es una protesta que resulta común a los profesionales de la comunicación españoles y estadounidenses, ante las respectivas políticas informativas de sus gobernates y empresarios de comunicación. En USA tampoco han tenido hata ahora ocasión de ver en directo, en la CNN, la llegada de sus muertos. En Italia recibieron honores de Estado en directo. En España probablemente los reciban.
En cualquier caso, y hablando en términos generales, desde los periodistas "embedded" en unidades del ejército hasta las rocambolescas aventuras inventadas sobre Jessica Lynch, hoy dia parece claro que políticos y militares no saben tratar dignamente a los comunicadores en las guerras del siglo XXI. También queda claro que las empresas y los profesionales de la comunicación no han estado siempre a la altura de su comentido. Hay mucho "dilemma cornuto" que aparece en cuanto se quiere decir algo al respecto.
Publicado por: JJGN | 01 diciembre 2003 en 04:00 p.m.