El debate no ha terminado. Más bien parece que acaba de empezar. Me refiero al debate público que ha comenzado con lo dicho por los integrantes de la comisión del Parlamento europeo (que preguntaban) y con lo dicho por Rocco Buttiglione (que contestaba), como candidato a comisario de Interior, Justicia y Derechos humanos en el gobierno Barroso, en las audiciones de los dias 5 y 6 de octubre 2004.
Ha terminado quizá el primer acto, en el que Buttiglione queda fuera del gobierno Barroso, bajo la presión más o menos orquestada por parte de algunos periódicos y algunos políticos. En este primer acto, la prensa (comenzando por la misma oficina de comunicación del Parlamento) ha tendido a simplificar y sesgar las respuestas del candidato. No ha hecho esfuerzo en considerar el tenor de las preguntas (a veces provocaciones) de los miembros de la Comisión. Tampoco se ha esforzado en analizar las respuestas medidas y concretas (quizá algo profesorales) de Buttiglione. Ha sido, quizá, como más abajo recoge el diario Reppublica, un "chivo expiatorio" al estilo René Girard, inocente condenado para "purificar" las tensiones violentas de la misma institución parlamentaria europea.
Varios políticos del Parlamento europeo han dicho cosas que quedan muy lejos de la dignidad de su cargo, que han hecho su parte en el juego de "bochar" por primera vez a un candidato a comisario europeo. Luego todos han dicho que no había que exagerar, que estas cosas del control parlamentario son así, etc. Y eso son adornos a toro pasado. Aunque parece que sigue la corrida. Incluso cuando Buttiglione, para dejar las manos libres a Barroso, le escribió diciendo que "quizá no se debe introducir en el debate político palabras de carga tan emotiva como pecado".
Quizá molestó y molesta que Buttiglione fuera profesor universitario y utilizara con soltura italiano, alemán, francés, inglés, español o polaco cuando la pregunta le llegaba en esas lenguas, y el inglés en los demás casos.
Quizá molestó que manifestara no querer ser "un campeón de los derechos de los homosexuales" como pretendía el comisario liberal que preguntaba si iba a ser "proactivo" en el asunto. Debió molestar que en vez de eso se menifestara plena y sin excepciones "no discriminativo" respecto de los derechos de las personas, sean o no homosexuales, porque éstos últimos son jurídicamente tan ciudadanos como los demás europeos. Y que dijera a quien preguntaba que no veía bien qué pretendía decir con la expresión "proactivo" en ese contexto.
Quizá molestó que mencionara a un filósofo como Kant, al poner de manifiesto que él podía pensar que la homosexualidad es un pecado, pero que eso no tiene ningún efecto en política. Lo que tendría efecto seía decir que se trata de un delito, cosa que él no hace. O quizá molestó un poco el retintín, cuando dijo: "Debo recordarle a un viejo y quizás no completamente desconocido filósofo, un cierto Emmanuel Kant de Königsberg, quien hizo una clara distinción entre moralidad y ley. Muchas cosas que pueden ser consideradas inmorales no deberían ser prohibidas. En política no renunciamos al derecho de tener convicciones morales."
Quizá molestó que dijera que las mujeres hoy en día están sobrecargadas, y que es preciso desarrollar una política que les permita ser al tiempo madres y desarrollar sus propios talentos profesionales.
Quizá molestó que manifestara su creencia firme en la importancia de la ética y la moral, y la necesidad del Derecho para regular la coexistencia de diferentes pueblos, credos y morales, en la construcción del mismo bien común. Y que piense que la democracia necesita valores, y la política no es capaz de producirlos. Los produce la religión, la filosofía, la poesía... la cultura.
Y desde luego debió molestar lo suyo el que no compartiera (con quienes le "bocharon") un par de prejuicios: el anticatólico y el antiberlusconiano. Prejuicios que desde luego no van de suyo juntos: el uno tiene que ver con la conciencia, viene de lejos y va más allá de la política. El otro no es de conciencia, ni es de ayer y desde luego no va muy lejos. En cualquier caso, debió molestar a los comisionados y luego a los parlamentarios que a él no le molestara que se supiera que es católico practicante, por una parte, y que por otra parte fuera un candidato propuesto por Berlusconi. O quizá molestó que recordara que "una persona puede ser un buen católico y, al mismo tiempo, un buen europeo. Si no fuera el caso, entonces ni Adenauer, ni de Gasperi, ni Schuman, ni Helmut Kohl podrían contarse entre los grandes europeos."
Quizá, simplemente, como luego ha comentado Buttiglione, es que "hay en el aire un sentimiento anticristiano. No digo que sea mayoritario en el Parlamento europeo, ni siquiera entre quienes han votado contra mí, ya que ha habido una campaña de falsedad de la que ellos han sido víctimas". Y ha sido visto como un adversario emblemático por parte de quienes quieren "marginar en Europa no sólo a los cristianos, sino a los hombres de conciencia (...) Como decían los terroristas de las Brigadas Rojas: «golpea a uno para educar a cien», donde educar significa atemorizar".
Y puesto que parece que este "affair" está teniendo continuación en los medios, bueno es disponer de algunos documentos:
-- "Aqui Europa": El debate sobre ética entre Buttiglione y la comisión de Libertades del Parlamento Europeo. (Actas de las preguntas y respuestas sobre familia, religión y homosexualidad).
"Pasajes que han suscitado más polémica de las dos audiciones del candidato a comisario de Interior, Justicia y Derechos humanos, Rocco Buttiglione, ante la comisión del Parlamento Europeo competente en estas materias, ya que numerosos lectores nos han advertido de la imagen confusa e incompleta del debate que han recibido por los medios. Estos pasajes son principalmente aquellos en que se hace referencia a la compatibilidad de su fe cristiana con un cargo de responsabilidad, y a sus inclinaciones personales en favor de los Estados Unidos, el Vaticano y la familia heterosexual, puesto que constituyen los puntos de objeción de una buena parte de los eurodiputados a este candidato." (Puede descargarse el texto aquí en .pdf)
-- La Razón": «Mi conciencia vale más que un puesto en la Comisión Europea».
"Tras tener que renunciar a ser comisario europeo por su ideas sobre la mujer y la homosexualidad, Buttiglione ha vuelto a Italia para continuar como ministro y defender su derecho a ser fiel a sus principios. El responsable italiano de Asuntos Europeos se defiende de las críticas de estas últimas semanas: «Yo dije lo mínimo de lo mínimo que podía decir sin traicionar mi fe; quizás no soy un católico muy valiente. Pero no fue suficiente». (Puede descargarse el texto aquí en .pdf)
-- "The Wall Street Journal": "Unlike America's, Europe's political establishment is hostile to Christianity". (By R. Buttiglione)
"George W. Bush concluded his election victory speech with "God bless America." It's likely that in the European Parliament, the U.S. president would be considered unfit for his job on account of his religious beliefs. Even worse, for Europe's legislators, would be that he's not ashamed to express those beliefs so clearly and so publicly.
If you consider that Mr. Bush won re-election in part because of his firm stand on family values and other moral issues, it becomes apparent that Europe and United States are drifting apart not only on foreign policy but also on their vision of a democratic society and of the proper relationship between politics and ethics. (Puede descargarse el texto aquí en .pdf)
-- "Il Corriere della Sera": «Discriminato perché cattolico, non abiuro»
«E’ un voto frutto di una discriminazione religiosa e di una presunzione di indegnità del governo italiano (...) Mi sono limitato a riferire la distinzione kantiana tra morale e diritto. Un conto è la legge morale, un altro quella di un Parlamento: io non rinuncio alla mia morale, ma non pretendo che il Parlamento vi si adegui (...) Certo, un fraintendimento è sempre possibile, quando ci sono di mezzo gli interpreti. Ma non credo sia avvenuto. Ho espresso posizioni chiare, che come tali sono state riportate dalla stampa, quella seria».
-- "Repubblica": Ue, Buttiglione si dimette. "Io, una vittima innocente" Il ministro lascia l'incarico Ue "per il bene della Commissione". "Contro di me una campagna stampa superficiale e rozza".
Nell'annunciare la rinuncia alla Commissione europea, Buttiglione è tornato sulle frasi che hanno dato origine alla polemica sul suo conto: "A domande insistenti ho risposto 'I may think': io posso pensare, ovvero anche io ho il diritto di pensare che l'omosessualità sia un peccato". "Questa mia affermazione - ha proseguito - è stata deformata in molti modi e su di essa si è scatenata una campagna di stampa di grande superficialità e rozzezza".
Ciononostante, ha sottolineato Buttiglione, "il compito del politico è assumersi anche delle responsabilità non sue quando questo serve per il bene della comunità". E citando René Girard ha aggiunto: "Si purifica se stessi sacrificando una vittima. Questa volta per questo compito sono stato scelto io, ma non me ne lamento più di tanto".
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