Buon Natale e Felice Anno Nuovo
Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo
Merry Christmas and Happy New Year
Joyeux Noël, Bonne et heureuse année
Gnadenreiche Weihnachten und glückliches Neues Jahr
Feliz Natal e Próspero Ano Novo
Deseo felicitar a los lectores de Writers' Back Porch en estas lenguas que, más o menos medianamente entiendo. Aunque me parece que, en esta ocasión, se hace verdad aquello de que una imagen vale mil palabras. Por eso incluyo ésta que me llega anónima, pero que es un fragmento de la Natività de Fra Angelico, en la Celda 5 del Convento de San Marco, en Florencia.
Me anima a hacerlo el mismo hecho de que, viviendo en Roma, he tenido ocasión de comprobar que la inciativa de la ministra de Educación, Letizia Moratti, escribiendo a los directivos de las escuelas públicas, ha tenido eco y ha sido muy bien acogida:
[** Vedere il testo della Moratti in fine di questo post - "Repubblica", 15 dicembre 2004]."Come ogni anno - afferma nella lettera il ministro Moratti - ci accingiamo a festeggiare il Natale, fra luci e doni, in un'atmosfera nella quale gli acquisti sembrano il modo più tangibile di mostrare il nostro affetto per gli altri, la nostra generosità. C'è però un altro Natale quello che ci viene tramandato dalla tradizione del Presepe, il Natale che ci ricorda la nascita di Gesù, nato in una grotta per portare sulla terra un messaggio d'amore, l'amore più sublime, quello per tutti, anche per chi è diverso, lontano, per chi non ci ama, l'amore più estremo portato fino al sacrificio della morte".
"Questo - prosegue il Ministro - è il significato del Natale, per chi è credente così per chi non lo è, questo è il messaggio del valore universale dell'amore, di quell'amore pronto a donare tutto senza nulla chiedere".
No sólo ha tenido eco este mensaje en las escuelas, sino también en la vida ciudadana en general, en la mayoría silenciosa. En Italia las tormentas políticas son a veces tremendas, pero las raíces culturales, profundas, llegan hasta Belén sin problemas ni necesidad de pedir permiso a nadie.
Y por poner un ejemplo que puede producir escándalo (farisaico) en España, o rasgar de vestiduras en Francia, resulta que aquí en Roma, el actual alcalde de la ciudad, Walter Veltroni (DS), ha hecho poner un belén en cada uno de los pisos de la alcaldía. Raices prufundas en un alcalde socialista sin complejos ni pamplinas.
Mi amigo Alejandro Llano me envia noticia de lo que le sugiere conocer esta iniciativa de la Moratti, y su preocupación por el contraste que observa en España. Adjunto sus palabras.
En todo caso, parece que también la gran mayoría de los españoles, con independencia de sus políticos o de su gobierno, defienden y viven las tradiciones propias de estas fechas. Feliz Navidad a todos.

Respetar las propias raíces Condicionadas quizá por la angostura mental del tripartito, algunas guarderías de Barcelona han cambiado el tradicional belén por un abstracto y frío paisaje invernal. ¿Cómo se lo habrán explicado a los niños? Ni siquiera les dan la oportunidad de reírse con el típico caganer. En Madrid también tienen aspiraciones de asepsia globalizadora: en la sopa de palabras de algunas decoraciones conceptuales se ha prohibido que figuren palabras con sabor religioso, escrúpulo que no se ha tenido en cambio con los vocablos ofensivos o malsonantes. Para completar el panorama, se dice que en algunos ayuntamientos se han cancelado los concursos de villancicos, y que el corcho y las figuritas de los nacimientos van a estar ausentes de bastantes institutos y colegios públicos. Todo lo cual cuadra muy bien con el deterioro de la enseñanza que adscriben a nuestro país los informes internacionales. La cultura retrocede, la vulgaridad avanza. Fuerte contraste con lo que sucede en Italia. La ministra de Educación, Letizia Moratti, ha escrito una carta a los directores de todas las escuelas -públicas y privadas, de cualquier tipo y grado- recomendándoles que instalen el pesebre en sus centros educativos. No se debe privar a los estudiantes de ese símbolo de amor. Se trata de un mensaje universal -argumenta Moratti- que no cierra las puertas a la recepción de otras llamadas, sino que abre la inteligencia y el corazón a todas ellas. |
Es un razonamiento que cualquiera puede entender, con la única condición de que el sectarismo no le haya sorbido el seso. El primer requisito para abrirse a un horizonte multicultural es justamente el de situarse en el nivel propio de la cultura. Y lo cierto es que no hay culturas amorfas, porque lo que aporta cada una de ellas es una configuración en la que se plasman los diferentes estilos de vida. El genio del idioma alemán lo sabe bien cuando una de las palabras de que dispone para referirse a la cultura es precisamente Bildung, es decir, formación. Por eso no tiene sentido erosionar las propias tradiciones con objeto de ser capaz de recibir otras. El diálogo sólo es posible si los interlocutores se sitúan a la misma altura. Respetar nuestras raíces es condición necesaria para que nuestras ramas se entrelacen con las que brotan de otros troncos. El multiculturalismo presupone la cultura. Es también la ministra Moratti quien mantiene en su carta que sin respetar nuestra historia cultural -vinculada, nos guste o no, al cristianismo- no tendremos la posibilidad de comprender la historia y los valores de culturas diferentes a las nuestras. Imponer un laicismo que en España nada tiene de constitucional produciría una desertificación cultural que nos incapacitaría para comprender a los inmigrantes que llegan a nuestra tierra a ritmo creciente. Por de pronto, la mayoría de ellos son cristianos. Y muchos de los que no lo son creen también en el Dios único. ¿Qué podrá ofrecer a unos y otros la pedantería de ciertos pseudoilustrados hartos de tópicos televisivos y que apenas han leído algún panfleto de autoayuda intelectual? Nada que le interese o les consuele. Todo lo contrario: dureza, frialdad, materialismo rancio. Por lo que yo sé, los inmigrantes no suelen quejarse en España del cristianismo -que no se les impone y quizá ni siquiera se les ayuda a conocer- sino de la asepsia que lleva consigo la superficialidad presuntamente cosmopolita, la peor de las globalizaciones. Derivar este laicismo simplón de las exigencias de la democracia es un signo más que deja traslucir la ignorancia escondida tras estas actitudes de intromisión abusiva en el tejido social social. No nos vendría mal una relectura de Tocqueville, cuya fundamental obra Democracia en América pone de relieve el papel de la religión en la génesis y consolidación de la más antigua y lograda democracia moderna, que no es precisamente -¡lástima!- la surgida de la Revolución Francesa. El desarraigo es pretotalitario. Si se cortan las raíces que le hincan en la tierra, el árbol queda a merced del viento que le arrastra. Bien lo sabía Juan Ramón Jiménez cuando cantó: "libertad de lo bien arraigado / seguridad del infinito vuelo". La savia que vivifica desde dentro constituye el único dinamismo de resistencia a la fuerza anónima del poder, del dinero y de la influencia manipuladora. Pero no cabe esperar que sean los políticos y los detentadores del poder económico o mediático quienes fomenten la libertad de los ciudadanos de a pie. No hay más libertad que la que uno se toma. Y ésa hay que tomársela de una vez por todas. Si es necesario, a través de una conspiración cívica, que sea leal y transparente, en lugar de oblicua y tenebrosa. Humildemente, al estilo que hoy se lleva, yo lanzo mi mensaje: "Haz tu belén allí donde puedas, y procura que se vea lo más posible".Pásalo. "Come ogni anno - afferma nella lettera il ministro Moratti - ci accingiamo a festeggiare il Natale, fra luci e doni, in un'atmosfera nella quale gli acquisti sembrano il modo più tangibile di mostrare il nostro affetto per gli altri, la nostra generosità. C'è però un altro Natale quello che ci viene tramandato dalla tradizione del Presepe, il Natale che ci ricorda la nascita di Gesù, nato in una grotta per portare sulla terra un messaggio d'amore, l'amore più sublime, quello per tutti, anche per chi è diverso, lontano, per chi non ci ama, l'amore più estremo portato fino al sacrificio della morte". "Questo - prosegue il Ministro - è il significato del Natale, per chi è credente così per chi non lo è, questo è il messaggio del valore universale dell'amore, di quell'amore pronto a donare tutto senza nulla chiedere". "Ho riflettuto molto prima di scrivervi questa lettera - sottolinea Letizia Moratti - ed ho pensato di portarvi le mie riflessioni sull'importanza delle tradizioni, dell'identità culturale. Sono certa che queste considerazioni sono valide, perché senza rispettare la nostra storia, le nostre radici, non possiamo pensare di capire e rispettare i valori di chi ha storia e cultura differenti dalle nostre". "Ma c'è qualcosa di più profondo che rende sacra la ricorrenza del Natale, della Natività - conclude il Ministro - ed è l'amore che Gesù ci ha testimoniato con la sua esistenza, con la sua vita, con la sua morte. Ed è di amore che ha bisogno la nostra società, dilaniata da guerre, violenze, discriminazioni. Non togliete il simbolo dell'amore dalla vita dei nostri studenti, ma aiutateli attraverso il Presepe a capirne l'importanza e a viverla nel suo significato più profondo, più vero, più puro". |
Muchas gracias por los comentarios. Comparto esa intranqulidad al ver que se quieren arrancar las figuras del Nacimiento de las calles y las casas.
Menos mal que no todo el mundo está desquiciado. Hoy, junto a miles de italianos, he podido disfrutar del concierto de Navidad desde la Basílica superior de Asís.
Las letras de las canciones y las magníficas imágenes de la RAI me hicieron pensar en lo absurdo que resulta negar lo obvio: que el cristianismo ha permeado desde hace siglos la cultura de Europa.
Publicado por: csb | 25 diciembre 2004 en 08:53 p.m.