La noticia la ha dado Associated Press:

He leído hace poco en otro blog, y en un contexto muy distinto, una frase de Cromwell que viene ahora a la memoria: "Elevemos nuestras oraciones al Señor y mantengamos seca la pólvora." Lo primero está cumplido. Veremos ahora cómo cubrir la pólvora, porque diluvia en la batalla de la eutanasia, y no sólo porque ya sea legal en paises como Holanda y Bélgica. Hagamos lo que literalmente decía Oliver Cromwell: "Put your trust in God, but keep your powder dry."
PS-- No puedo entender por qué el hermano de Terri, Bobby Schindler, y el reverendo Frank Pavone, Presidente de "Priests for Life", y los demás parientes próximos han sido expulsados de la habitación por su "custodio legal", Michael Schiavo, diez minutos antes de que Terri falleciera (CNA).
He añadido algunas ideas y algunos datos más, para ofrecer respuesta a un comentario, en Comments.
Lee este comentario de Craig Williams en Freelance Corner:
el caso Schiavo: artículo de Craig Williams
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Y este otro de Umberto Eco reseñado en Libro de Notas sobre los embriones. Me suena que
ya lo comentaste en su edición italiana.
El comienzo de la vida
Publicado por: maty | 31 marzo 2005 en 07:33 p.m.
Muchas gracias, Maty, por las referencias. La primera no la conocía, aunque sí he leído algunas otras de abogados estadounidenses con blog que tratan el caso Terri Schiavo. Me parece que lo escrito por Craig Williams está en una línea semejante.
Siendo muy respetables, y quizá buscando ser "neutrales" o "técnicos" en sus juicios y valoraciones, conforme o no a este o aquel antecedente legal, propio del sistema anglosajón, dejan por lo general de lado la cuestión "moral". Que es la cuestión que realmente está viva en la sociedad y la que está en juego (aunque pocos la tomen en serio) en el entorno de la eutanasia, y en todo caso hablan de "ética", que no es lo mismo.
Te recomiendo leer, por ejemplo, el artículo de Eric Cohen, "How Liberalism Failed Terri Schiavo", que se publicará en The Weekly Standard, el próximo 4 de abril 2005, pero que, como puede verse, ya está en la red. En ese artículo se plantea que "the question is not only what she would have wanted, but what we owe her." Y, aunque se puede leer con detalle la argumentación del texto, resulta que, según Eric Cohen,
Como digo, recomiendo vivamente la lectura completa de este texto de Cohen, en donde hay muchas puntualizaciones y muchos datos judiciales y éticos hasta el momento desconocidos.
Recomiendo también la lectura de este post, "Beyond the Soundbites", en el que de modo sucinto se plantean algunas de las muchas cuestiones presentes en "The whole Terri Schiavo story" y aún pendientes de respuesta razonable en este no tan sencillo asunto. Por ejemplo, entre las quejas de descuido y abuso que los Schindlers han hecho del comportamiento de Michael Schiavo, pueden encontrarse las siguientes:
Por ir directamente a un punto neurálgico del asunto: resulta penoso que Michael Schiavo mantenga la custodia "familiar" de quien es legalmente su esposa, cuando todos sabemos que, tras varias "relaciones afectivas", vive actualmente con otra señora o señorita, que le ha dado dos hijos. ¿Eso es una consideración adecuada del problema? ¿Estamos hablando de "un honrado padre de familia que cuida a su amada esposa"? Todos sabemos que no es así. Por lo que se ha visto, "legalmente" si que lo es. ¿Le parece "moralmente" adecuado a la gente este asunto? Lo dudo mucho. Hasta el punto de que acabo de ver hace un rato, en el telediario de la RAI, que en uno de los Estados Unidos (no recuerdo cual), hoy mismo se ha aprobado una disposición que impide precisamente que alguien como Michael Schiavo pueda hacer lo que éste ha hecho a Terri Schiavo.
De la moralidad de este asunto, los medios de comuncación, quizá lo han mencionado (el uso de la palabra "moral" da prestigio), pero no lo han tratado casi nada. Porque no han querido considerarlo un punto fuerte de la cuestión en juego. Porque es un asunto muy complejo. Porque no es técnico. Porque no es popular. Porque pone en danza la dimensión religiosa de las personas, asunto que todos tenemos, más o menos activa, más o menos olvidada o reconducida hacia otros horizontes. Asunto que allí -y en otros sitios- se considera algo puramente individual, y más bien de niños o gente infantil, pero no algo social y de auténticos adultos responsables. Porque sopesar, estudiar y consultar todas estas cosas -y además, juntas- lleva muchas energías y mucho tiempo.
Más bien lo han tomado en cuenta, de ordinario, como un asunto colateral. Siendo para cada uno, y en cada caso, lo sustancial precisamente aquello que 1) la propia ideología política (es decir, las ideas útiles para uso inmediato en beneficio del propio campo político: sea conservadora - partido republicano, progresista - partido demócrata, o liberal - progresista), o 2) la propia conciencia (más o menos conscientemente examinada y publicada), o 3) la línea editorial del periódico, o 4) la imagen que querían dar de sí mismos, les pedía destacar.
Es decir, lo sustancial ha sido en la mayoría de los casos, lo que de entrada "parecía interesante", sin quizá detenerse demasiado a pensar si -además de parecerlo, según la medida de sus intereses y las circunstancias del momento- si aquello "era realmente lo interesante". Y sin quizá -pensando un poco más- detenerse a ver si, además de interesante, aquello era o no adecuado a la diginidad humana. Ha habido demasiados "atajos" racionales, cubiertos por razones técnicas jurídicas, que sin más, directamente, han mezclado la dignidad humana con lo que a cada cual le "parece" de entrada "interesante".
Aunque -como en estos asuntos uno ya está bastante curtido de piel- he de decir que no me extrañaré que aparezca alguien hablando de que es preciso evitar el "ensañamiento moral", o algo parecido. Quizá habría que decirle a ese alguien con tan brillante idea que en la misma situación se encuentra el más que posible "ensañamiento técnico-jurídico", o el evidente "ensañamiento técnico-periodístico", o el "ensañamiento técnico-cínico" o el ensañamiento del "tecno-escepticismo" aliado con el del "tecno-noexageremoslascosas".
Y lo que se puede decir del término "ensañamiento" sirve casi exactamente igual para la aplicación del término "fundamentalismo". Aunque, como digo, el "ensañamiento" tiene una connotación técnica fuerte, mientras que la persona o actitud calificada de "fudamentalista", la recibe en un contexto básicamente moral, muy cargado emotivamente, y menos cargado racionalmente: no está claro qué sentido "propio, estable" tiene, porque su sentido, normalmente de "insulto" más o menos camufado de "objetiva descripción neutral", es sobre todo contextual, y dirigido a quien lo lee o escucha con la intención de ser aceptado sin más, casi como si fuera un conjuro mágico, como si el oprobio que encierra tuviera de suyo fuerza "desautorizante" sobre quien se lanza, generada por la mera capacidad de utilizarlo.
Es normal leer y escuchar, por ejemplo, expresiones como "fundamentalismo musulmán" o "fundamentalismo cristiano" o "fundamentalismo de derechas", lanzadas sobre personas, grupos, actitudes, opiniones, o lo que sea, por parte de otras personas que se autoproclaman al hacerlo como genuinos detentadores de la moralidad que "debería regir" o que presuntamente, sin más, "rige". Y se sienten así muy autorreconfortados. Un freudiano diría cosas al respecto que prefiero no decir. Un filósofo que pensara con Kierkegaard hablaría de la superficialidad del dandy pagado de sí mismo, o del ejecutivo que necesita sentirse imprescindible, o de personas con síntomas cercanos a la vanidad autocomplaciente de Hegel.
Por eso quizá resuta -por el momento- duro de escuchar o de leer que alguien tiene una actitud típica del "fundamentalismo democrático", o que es un "fundamentalista de izquierdas" o un "fundamentalista liberal" y no digamos ya un "fundamentalista del progresismo", por ejemplo. Porque eso, dicho como insulto que no lo parezca, debería también provenir de personas tan superficiales y autocomplacientes como las que hoy reparten alrededor etiquetas de "fundamentalismo", sin darse cuenta de que la falta de esperanza en el futuro, el puritanismo, la cerrazón al diálogo, etc., son cada vez más coherentes con el "progresismo" genérico y ciego.
Las palabras (verbos, nombres y adjetivos juntos) producen efectos muy interesantes, cuando son convenientemente manejadas y convertidas en "términos" (no entendiendo necesariamente "término" en el sentido de "punto de llegada" de razonamientos, sino como lo que a veces son: eslóganes ideológicos urdidos en laboratorios políticos y repetidos por inconscientes mensajeros, por simple moda o comodidad intelectual). Eso sucede sobre todo si quien lee o escucha es más bien conformista y no tiene mucha capacidad de practicar el "re-framing", o de "re-contextualizar" las expresiones y los términos que lee y escucha, que llevan consigo a unas metáforas en vez de otras, y éstas llevan a unos estereotipos en vez de otros, que a su vez llevan a unas ideas en lugar de otras. Y llevan también -sin necesariamente suponer en todos los casos no se sabe bien qué "conjuras" jacobinas- a aceptar o rechazar, sin excesivas exigencias de racionalidad, unas o utras creencias ideológico-políticas, científicas, morales o religiosas.
La llamada "fe del carbonero" no sólo se encuentra en el contexto de la religión católica, por ejemplo, que es donde ha nacido: hay mucha más y más fuerte "fe de carbonero" científica, ideológica, moral, etc., dependiendo quizá sólo del periódico que habitualmente se lee como si fuera una especie de Biblia o de Corán diario. Eso puede observarse en algunos lectores de diarios tan distintos y distantes como El País y Gara.
En fin, que como dicen los Editores de The New Republic, en un artículo no bien terminado de pensar, por su escéptica o cínica ironía de fondo, "we have been collectively inducted by Terri Schiavo into the harrowing intellectual circumstances of the new age of moralmedical perplexity. This is the poor woman's gift to her shallow society. We are all bioethicists now." Nos pasa como a cualquiera: que para saber de bioética o de moral médica, o simplemente de moral, o de la condición y dignidad humana que todos compartimos, no bastan cuatro artículos con los que parece que congeniamos, ni con manualillos del tipo "inglés sin esfuerzo".
Sobre ese artículo de Eco, efectivamente, Maty, ya razoné unos pocos argumentos en un post anterior. Lo de Marcos Taracido, con todo el respeto para su postura, me parece más bien flojo. Si me pides opinión, en breve, me parece leer un eco del Eco erudito pasado de rosca, más bien releído al modo estandard anticlerical hispánico. Espero que otra vez será la buena.
Publicado por: JJGN | 31 marzo 2005 en 11:26 p.m.
Me sigue encantado leerte, un estímulo para mejorar mis escritos. No sólo por el redactado, también porque me hace reflexionar, lo que agradezco profundamente.
En cuanto a Marcos, no estuvo muy fino en sus comentarios, con cierta agresividad, seguro que tuvo un mal día.
No te pedía la opinión, sino que lo reseñé por su posible interés, tanto para ti como para tus lectores.
Sobre Terri Schiavo no he escrito comentario alguno, al desconocer el intríngulis. Me ha hastiado la cobertura que ha tenido aquí, tan superficial. Hastiado porque parece que no haya más personas en su situación.
Bueno, reconozco que tengo en mente escribir un comentario sobre el Testamento/Carta Vital, dándolo a conocer.
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Algún año de estos tal vez podríamos reunirnos, con Montse como 'pagana' :P
Ahora leo tu comentario sobre el Papa.
Publicado por: maty | 01 abril 2005 en 04:30 p.m.
Estoy convencido de que -como dices- Marcos tuvo un día difícil cuando escribió aquello. Sé, por experiencia personal, que hay días en que mejor hubiera sido no haber escrito ni haber dicho nada.
Para ser sincero, te diré que el tema me resultaba tan complejo, que no tenía pensado escribir ni una línea sobre Terri Schiavo. Pero leí unas cuantas cosas, y pensé que era sencillo ponerlas juntas. Y luego ves que el tema "es" realmente complejo, sin duda, además de parecerlo de entrada. No sólo el caso concreto, que es lo que cuenta de entrada, sino el contexto que implica, que viene a ser lo que cuenta de salida. cuenta sobre todo en sus aspectos morales, desde luego implicados en lo que es en sí misma y por sí misma la consistencia de la dignidad de toda persona humana. Y también cuenta en qué queda lo que unos y otros sabemos, consideramos u opinamos con más o menos frivolidad acerca de lo sustancial de esa dignidad, en un determinado momento y unas circunstancias concretas.
No pensaba escribir, sobre todo, porque tenía otras cosas en cartera, que me parecían realmente interesantes, y que he dejado ahí, en cartera y sin escribir. En fin, cosas de la vida misma.
Tienes razón en lo de vernos: no sé ni cuando ni donde, pero habrá que hacer algo. Incluyendo, como dices, a la incombustible Montse... El caso es que en este momento tengo previsto ir a Bogotá la semana que viene, a dar unas sesiones en un Master de Guión, y la semana siguiente tengo algo parecido en otro Master en Milán. La vida no me lleva por esa península en los últimos tiempos.
Lo escrito sobre el Papa es algo que voy ahora mismo a retocar un poco, sin cambiarlo. Lo he escrito de un tirón, antes de despachar con una doctoranda de su Tesis, y me ha cogido el toro.
Hasta la próxima, estimado Maty: un cordial saludo, JJ
Publicado por: JJGN | 01 abril 2005 en 05:50 p.m.
Pues se monta un seminario veraniego en Tarragona sobre periodismo digital, la ética del nuevo periodismo,... y ya hay motivo. Lástima de la no existencia de tal facultad en la URV. Siempre nos queda la Facultad de Filosofía.
Hace dos años planteé la posibilidad de organizar encuentros internacionales relativos a internet (sobre seguridad y cifrado especialmente), aprovechando que en Tarragona se creó una de las primeras redes ciudadanas europeas (1ª o 2ª) TINET, pero el interés político fue bien nulo (es una pena constatar cómo se está desaprovechando las infraestructuras tarraconenses, por culpa de tanto ombliguismo).
Me recuerda a la revolución industrial, que comenzó primero en Catalunya, antes que en la vieja Inglaterra, pero la nula visión de los responsables de entonces impidió su consolidación.
También nos queda el Arzobispado.
Publicado por: maty | 01 abril 2005 en 07:28 p.m.