Parte de lo que sigue ha venido a la memoria al leer en el Wall Street Journal de hoy un interesante artículo de Joanne Kaufman, "Scripts for Sale. Where 220 pitchers try to become Hollywood players". Se recomienda vivamente a quienes tengan o quieran tener algo que ver con la escritura de historias para el cine y la televisión, aunque sea sólo desde el remoto territorio oculto de los sueños imposibles.
Y aunque la anécdota personal no tiene interés general, viene a cuento a la memoria en este caso. Hace unos años tuve la oportunidad de pasar dos largas temporadas de varios trimestres participando como Visiting Scholar en el programa de Screenwriting de la TFT (Theatre, Film and Television) School de UCLA. Al regreso, mi decano, poco experto en estos asuntos creativos, me preguntó por lo allí visto sobre el oficio de guionista. "En titulares, en síntesis", dijo: en menos de un minuto. Esta premura fue como tener que poner en práctica una de las más difíciles tareas que suele desempeñar un guionista: hacer un buen "pitch", como hace un buen "pitcher" en el beisbol, consiste en lanzar con fuerza y claridad, a un interlocutor, los puntos clave de una historia para llevar a la pantalla. Un buen "pitch" consiste en lograr una sugerente presentación de todo un mundo y de alguien que en ese mundo vive una fascinante historia. Un "lanzamiento" que genéricamente termine en que un productor compre la historia, y el guión que la cuenta.
El caso fue que, para hablar con mi decano, no había preparado nada para decir, en un minuto de síntesis apretada, lo que entendía que era la sustancia del trabajo de un escritor de guiones. Y el caso fue también que -afortunadamente: hay un tanto de fortuna en este oficio y este negocio- tuve una especie de repentina inspiración y con gran aplomo y sin más trámites le dije estas dos cosas: 1) que me sobraban 45 segundos del minuto que me había dado y 2) que el oficio del guionista en Hollywood se resume en dos palabras: "working & networking"; el buen guionista es el que, además de saber "escribir", sabe "relacionarse" y hacer valer lo escrito ante quienes (productores, ejecutivos, agentes, actores, directores, etc.) son capaces de optar, comprar y llevar lo escrito a las pantallas.
Lo primero, el trabajo de escritura, es algo evidente que forma parte del oficio de guionista. Lo segundo, el "networking", de ordinario, ni se conoce ni se entiende como relevante por quien no forma parte del negocio. Y sin embargo es muy importante. El arte del "pitching" es el arte de saber interesar a alguien, de entrada en poco más de cinco (o diez) minutos de conversación, o en poco más de un folio escrito, en las posibilidades de un personaje o de una historia original, más o menos parecida a otras, pero siempre original, innovadora y única. Empezando así, por ejemplo: "¿qué tal una especie de Jurassic Park, pero en vez de dinosaurios, con personas de otras épocas? No es una referencia directa a la nueva novela de Kazuo Ishiguro 'Never Let Me Go' y su pesimista ataque a la clonación humana, pero está en la línea de una aventura en torno a la exploración de los oscuros intereses comerciales y los inextricables problemas humanos que se plantean con la clonación". Como es fácil de imaginar, sobre los variadísimos modos y circunstancias del abordaje de este asunto se ha publicado unos cuantos libros y muchos artículos aconsejando unas cosas y otras.
A lo que vamos, con el artículo den WSJ: este arte del "pitching" se ha practicado en una especie de jornadas maratonianas en Hollywood, según cuenta Joanne Kaufman. Del 29 de abril al 1 de mayo, en el Sheraton Universal de Los Angeles, después de haber pagado más de $300 como inscripción para participar en el segundo "annual Great American PitchFest". No es ni el primero ni el único "festival" que permite reunir un buen grupo de escritores más bien desconocidos, pero duchos en el oficio (no caben los amateurs, ni los principiantes), con unos cuantos agentes y ejecutivos, realmente interesados en encontrar historias frescas, nuevas, para producir. Leemos en el artículo de Joanne Kaufman:
(...) By 10:15 a.m. Sunday, participants clutching scripts and stacks of "one-sheets," a single piece of paper with a project outline and contact information, clumped under numbered banners that corresponded to specific tables in the ballroom. Those in line 25, for example, were seeking face time with agent David Freedman at table 25. "I'd like to find one good writer based in L.A. with a great comedy script, a great family movie and a low-budget sci-fi thriller, all in their eighth draft," said Mr. Freedman, a compact man with tightly curled blond hair whose patience didn't seem quite sturdy enough to make it through to the 5 p.m. close of business. "I hate hearing 'I just finished this script,' like I should read it before your mother. I want something you've slaved over for years." (...)
El oficio de guionista no está hecho de éxitos inmediatos, sino de trabajo intenso y a medio o largo plazo. Puede parecer duro que alguien pida que lo que se le ofrezca sea la octava reescritura de una historia. Pero de ordinario ese es el recorrido que lleva a ser un profesional del guión en un sistema industrial tan fuerte y exigente como el de Hollywood. Por eso tiene razón el artículo cuando dice que "For pitchfest participants, the trick was to look for small victories. "If they're giving you their business cards, that's a good sign," insisted David Jensen, a writer-director from Boulder, Colo.
Por otro lado, también es cierto lo que comenta
Van Vandergrift, an executive producer at Matrix, a company specializing in branded entertainment, advised against any immediate plans to buy in Bel-Air. "A lot of these people are just dreamers," he said bluntly, describing his participation as a chance to give back to the community and, frankly, a chance to do some networking of his own. "Mostly we give advice and try to point them in the right direction. But who can say? This whole business is based on not listening when someone tells you, 'No, you'll never sell that idea.' "
Working & Networking, escribir y hablar de lo escrito, porque -efectivamente- además hay un tanto de fortuna en este oficio y este negocio de la escritura para cine y televisión. Y la fortuna, en este negocio, suele acompañar a los audaces que han escrito y reescrito unas cuantas buenas historias.
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Actualización (26-XI-07): a propósito de la huelga de guionistas en Hollywood, puede verse aquí mismo, en Scriptor.org, Apoyo a los guionistas de Hollywood, en huelga (8-XI-07), y Guionistas en Hollywood: de "escribas" a sueldo, a guionistas-productores y guionistas-directores.
Tengo una historia acerca de la muerte y del encuentro con nuestro legado, llamada “LAPSO DE CONCIENCIA”
Si estáis interesados en llevarla al cine, dime lo que tengo que hacer, mi telef aquí en venezuela es 0414-1305629
Publicado por: YOHN JAIRO LONDOÑO RENGIFO | 15 mayo 2007 en 01:13 a.m.
Estimado JJG Noblejas:
Como siempre, muy interesantes tus artículos, iguales que, tuve la suerte y la fortuna de recibir, tus clases en Santiago de Chile.
Soy el estudiante ecuatoriano del MGDA de Chile.
Un abrazo.
Publicado por: Cristian Londoño Proaño | 24 septiembre 2007 en 10:55 p.m.