Tenía pensado comentar el ensayo "Bad News" escrito por Richard A. Posner y publicado en el NYT, hace tres semanas. Pero hoy me encuentro con que Bill Keller, el "executive editor" del mismo NYT publica una carta en su periódico, contestando a Posner. Y que otra carta de Bill Moyers, un clásico de la PBS mencionado por Posner, comenta el mismo ensayo. Así que lo mejor es recomendar la lectura de esos largos escritos, recogiendo aquí y comentando someramente algunos de sus párrafos.
El ensayo de Richard Posner
El escrito de Posner es más bien una requisitoria en toda regla. Bien es cierto que toma pie en ocho libros recientes* (ver lista al final), críticos con el sesgo ideológico "liberal" de los medios tradicionales estadounidenses. Un tema que está muy de moda. No se sabe bien si es debido a que las cosas apuntan hacia el fenómeno que describen, o si -por el contrario- es un ataque colateral del bando "conservador" para justificar su victimismo.
Digo que no "se sabe", aunque en realidad debería decir que "no se", porque no soy un "insider" ni del mundo de Posner ni del NYT. Y en cierto modo, "saber" también depende de qué postura se toma en este generalizado relativismo ideológico, que a fin de cuentas se traduce en un ambiente "conspiratorio" de carácter más bien maniqueo. Tenía pensado escribir, entre otras cosas, porque el NYT, que es quien publica el ensayo de Posner, de ordinario se presenta y es razonablemente visto como uno de los medios "liberalmente" sesgados. Y ya no se sabe bien si esto -en el juego de juicios de intenciones que implica un ambiente "conspiratorio" como éste- forma parte de un juego de prestigio o de una figura retórica de adorno, bien por parte de Posner, bien por parte del NYT.
El Juez Posner es conocido como miembro fundador del movimiento "law and economics", que propone utilizar métodos de análisis económico para los asuntos jurídicos. En este sentido, se opone a la privacidad de las fuentes periodísticas, por ejemplo, en la medida en que -argumenta- no está claro qué tipo de intereses quedan protegidos por esa privacidad. Y si bien Posner es tenido de ordinario como un hombre "de derechas", su pragmatismo, su conocido relativismo moral y sus querencias por el pensamiento nietzscheano, le sitúan al margen de la mayoría de los conservadores estadounidenses.
Estos son algunos de los asuntos planteados en el ensayo de Posner:
• "The current tendency to political polarization in news reporting is thus a consequence of changes not in underlying political opinions but in costs, specifically the falling costs of new entrants. The rise of the conservative Fox News Channel caused CNN to shift to the left. (...) The tendency to greater sensationalism in reporting is a parallel phenomenon. The more news sources there are, the more intense the struggle for an audience."
• "The argument that competition increases polarization assumes that liberals want to read liberal newspapers and conservatives conservative ones. Natural as that assumption is, it conflicts with one of the points on which left and right agree - that people consume news and opinion in order to become well informed about public issues. Were this true, liberals would read conservative newspapers, and conservatives liberal newspapers, just as scientists test their hypotheses by confronting them with data that may refute them. But that is not how ordinary people (or, for that matter, scientists) approach political and social issues."
• "Journalists are reluctant to confess to pandering to their customers' biases; it challenges their self-image as servants of the general interest, unsullied by commerce. They want to think they inform the public, rather than just satisfying a consumer demand no more elevated or consequential than the demand for cosmetic surgery in Brazil or bullfights in Spain. They believe in ''deliberative democracy'' - democracy as the system in which the people determine policy through deliberation on the issues. In his preface to ''The Future of Media'' (a collection of articles edited by Robert W. McChesney, Russell Newman and Ben Scott), Bill Moyers writes that ''democracy can't exist without an informed public.'' If this is true, the United States is not a democracy (which may be Moyers's dyspeptic view). Only members of the intelligentsia, a tiny slice of the population, deliberate on public issues."
• "The limited consumer interest in the truth is the key to understanding why both left and right can plausibly denounce the same media for being biased in favor of the other. Journalists are writing to meet a consumer demand that is not a demand for uncomfortable truths (...) Journalists minimize offense, preserve an aura of objectivity and cater to the popular taste for conflict and contests by - in the name of ''balance'' - reporting both sides of an issue, even when there aren't two sides."
Entiendo que estas apreciaciones de Posner son exageraciones en la medida en que -si bien indican con claridad una tendencia evidente- no se puede generalizar tanto. Sería interesante conocer al menos las excepciones o esfuerzos profesionales por no dejar que el periodismo se convierta en una tarea dedicada a halagar los oídos de los propios clientes, buscados o encontrados según una exclusiva razón ideológica y con exclusivo fundamento mercantil.
Y entiendo que la alternativa que Posner plantea con la "blogosfera" no es equitativa. Porque por mucho que él mismo publique un blog (The Becker-Posner Blog), y vea en éstos un prometedor futuro, tampoco se puede decir sin más que
• "the blogosphere is a collective enterprise - not 12 million separate enterprises, but one enterprise with 12 million reporters, feature writers and editorialists, yet with almost no costs. It's as if The Associated Press or Reuters had millions of reporters, many of them experts, all working with no salary for free newspapers that carried no advertising."
En fin, de esto iba a escribir más por lo menudo, a propósito del ensayo de Posner en el NYT. Entiendo que la radicalización del bipolarismo en política pueda llevar con facilidad al bipolarismo en periodismo, más que a una cierta independencia de criterio, sin por eso pretender estar por encima y al margen de la "melée".
Desde luego entiendo que no tiene mucho sentido plantear, frente a las "bad news" que provienen de la ideologización política y del mercantilismo de los medios tradicionales, una especie de advenimiento de "good news" desde la blogosfera. Entre otras cosas, porque los medios tradicionales y la blogosfera ya están bastante "enlazados" entre sí. De forma que, lo mismo que en los medios tradicionales hay "good news", en la blogosfera no deja de haber "bad news" de igual talante y porte ideológico y mercantil atribuído a periódicos y televisones.
La carta de Bill Keller
Decía que la carta publicada por Bill Keller, el "executive editor" del New York Times, en su propio periódico, exime de algunos comentarios, porque, efectivamente, señala la generalización de Posner, sin distingos ni matices
• "between outlets that invest in serious reporting and those that simply riff on the reporting of others, between the sensational and the more high-minded, between organizations that hasten to correct errors and those that could not care less, between the cartoonish shout shows on cable TV and the more ambitious journalism of, say, the paper you are holding in your hands."
• "(He may despise the media, dear reader, but Posner doesn't think much of you, either)" -añade, quizá abusando un poco de "sus" lectores: "to explain the workings of this undifferentiated ''media,'' simultaneously liberal and supine, he applies his trademark theory of market determinism. Whether conspiratorially or instinctively (Posner is unclear on this), the media have changed course in response to economic threats. The liberal news organizations, he says, have become even more liberal in order to protect their market share — to secure their base — in times of mounting competition from blogs and conservative cable upstarts. At the same time they have grown more timid for fear of offending the ''social consensus, however dumb or even vicious the consensus."
• "We are unquestionably in the business of satisfying a customer demand, but our customers —both readers and advertisers — come to us precisely in the expectation of receiving something ''more elevated or consequential'' than cosmetic surgery in Brazil. And we're proud to be able to give it to them."
• "He makes no allowance for the possibility that conscientious reporters and editors are capable of setting aside their personal beliefs or standing up to their advertisers (and the prejudices of their readers) to do work they believe in. Would he be so cynical about a world he actually knows? Is the behavior of the American judiciary explainable purely as a response to economic self-interest?"
Desde luego que Bill Keller respira por la herida producida por las palabras de Posner, y hay que tomar nota de lo que dice, aunque habría bastante que decir sobre algunos de sus argumentos de autodefensa, como el "dejar de lado las propias convicciones" como condición de posibilidad para hacer buen periodismo, o el recurso a la argumentación "ad hominem". Así arranca su carta:
• "Richard A. Posner has a famously prodigious and provocative mind. I always pick up a Posner essay expecting to be challenged by an original argument. So it was disheartening that his review of the latest crop of press-bashing books* was mostly a regurgitation, as tendentious and cynical as the worst of the books he consumed."
Lo que realmente llama la atención, inquieta y molesta es el tono general de condescendencia utilizado por Bill Keller. No gusta el "patronizing" usado para dirigirse al interlocutor. Eso es algo que abominamos quienes entendemos el diálogo, no como un torneo con vencedores y vencidos, sino en todo caso como un modo de "con-vencer": de vencer juntos la común dificultad de saber, de llegar a conocer mejor el asunto común sobre el que se habla. Es una pena que Bill Keller no hable a título personal, como profesional, sino que lo haga como estricto "executive editor" del New York Times.
La carta de Bill Moyers
Bill Moyers, por su parte, afirma haber practicado precisamente lo que Posner dice que los medios no hacen. Es decir, informar contracorriente en no pocos asuntos y ocasiones. Y le molesta ver que -al tomar pie de unas palabras suyas- Posner no incluye el fundamento que les dió:
• "I disagree with him when he notes approvingly that ''only members of the intelligentsia, a tiny slice of the population, deliberate on public issues.'' In order to mock my statement that ''democracy can't exist without an informed public,'' he ignores the sentences that follow it. I cite a National Youth Survey in which half of the young Americans polled said they do not believe that voting is important. Posner also ignores my reference, in the same paragraph, to a Carnegie Corporation survey of 15-to-24-year-olds who were asked, ''Why don't more young people vote or get involved?'' Of the nearly 2,000 respondents, ''the predominant answer was that they did not have enough information about issues and candidates.''
• "I served in the Johnson administration when we circled the wagons and clung, at great cost to the United States and Vietnam, to the official view of reality. I came to see that the quality of journalism and the quality of democracy are inseparable, and I am saddened that a man of Judge Posner's intelligence would trivialize a value I was taught — the hard way — to hold sacred: the people's need to know."
Dichos y hechos
No quisiera alargar más este post. Pero -tras haber leído a fondo lo escrito por estos auténticos "pesos pesados" en el asunto ventilado- queda en el aire una cierta paradoja, que de ordinario impide avanzar en debates sobre el asunto. La paradoja es ésta: Posner, que no es con propiedad un profesional de la comunicación, habla de "lo que pasa" en la profesión, mientras que Keller y Moyers, auténticos profesionales, tienden a hablar más del "deber ser" y de los "principios" de su profesión, y menos de lo que efectivamente "es", con mayores o menores tergiversaciones prácticas de aquellos principios teóricos.
Quizá por una razón de este tipo, un lector publica en esta misma sección, la siguiente breve observación:
To the Editor:
The photos selected to accompany Richard Posner's essay say far more about media bias than the words do. The conservatives — Rush Limbaugh, Matt Drudge and Trent Lott — look like clowns. The liberals — Dan Rather and Bill Moyers — look serious and intelligent.
BOB HOFFMAN
Oakland, Calif.
[En la versión digital del NYT no aparece la fotografía mencionada por este lector]
Una vez más se aprecia que no es tan sencillo practicar los principios que se defienden, sobre todo si no hay un compromiso personal, de alcance más bien moral. Es decir, que llegue más allá de las exigencias y compromisos técnicos del "personaje" profesional reducido a su estricta "función". Y esto, presuponiendo que las profesiones de comunicación pública no salen adelante por medio de "funcionarios". Lo mismo que los Estados tampoco salen adelante sin otro tipo de profesiones ciudadanas que las estrictamente funcionariales. De ahí que resulte patente -en periodismo como en tantos otros aspectos profesionales de nuestro mundo- el amplio trecho que de ordinario puede apreciarse entre lo dicho y lo hecho.
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* Libros mencionados y aludidos:
• Press Bias and Politics: How the Media Frame Controversial Issues, by Jim A. Kuypers. Praeger. Paper, $28.95.
• All the News That's Fit to Sell: How the Market Transforms Information Into News, by James T. Hamilton. Princeton University. $37.95.
• The Future of Media: Resistance and Reform in the 21st Century, edited by Robert W. McChesney, Russell Newman and Ben Scott. Seven Stories. Paper, $19.95.
• Coloring the News: How Political Correctness Has Corrupted American Journalism, by William McGowan. Encounter. Paper, $16.95.
• Now They Tell Us: The American Press and Iraq, by Michael Massing. New York Review. Paper, $9.95.
• What Liberal Media? The Truth About Bias and the News, by Eric Alterman. Basic Books. Paper, $15.
• Bias: A CBS Insider Exposes How the Media Distort the News, by Bernard Goldberg. Perennial/ HarperCollins. Paper, $13.95.
• Weapons of Mass Distortion: The Coming Meltdown of the Liberal Media, by L. Brent Bozell III. Three Rivers. Paper, $13.95. ¶
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Actualización (23 Agosto 2005): The New Republic incluye hoy una crítica del libro de Peter Schweizer, Do as I Say (Not as I Do): Profiles in Liberal Hypocrisy (Doubleday Books, 272 pp., $22.95), precisamente sobre el asunto tratado aquí. Es patente que el libro critica la hipocresía liberal. El autor de la crítica del libro, Ben Adler, lo presenta en sentido opuesto, al anunciar lo que piensa decir y luego efectivamente dice en el texto: "What conservatives don't understand about liberal hypocrisy."
Estoy repasando lo anotado estos días en las bitácoras que sigo. De las 140, 40 están en la categoría 2 INFORMACION.
¿Por qué lo comento? Porque tus anotaciones brillan con luz propia, como también destaca la ausencia de referencias a tus escritos, una pena.
Endogamia bitacoril, supongo.
* Nota: felicitaciones por el remozamiento de la bitácora.
Publicado por: maty | 25 agosto 2005 en 12:57 a.m.
Muchas gracias por seguir asomándote a este lugar, y hacerlo con atención. Gracias a tí por el consejo de remozarlo, que fue tuyo. Esperemos que sea la endogamia que mencionas lo que le haga parecer más recóndito (Drae: "Muy escondido, reservado y oculto") de lo deseable. Conste que no lo hago a propósito.
A lo mejor se trata, sencillamente, de que los textos son demasiado largos.
Quizá por eso, para compensar, he puesto en la columna de la izquierda, "Micro-Scriptor.com" con micro-posts, por el momento puras noticias de referencias interesantes, que semanalmente selecciono en un popurrí. Veremos si queda bien. Si me da la vida, veré de poner algún micro-comentario al vuelo. Quizá eso guste más que las piezas largas.
De todos modos, bien sabes que no pocos piensan y dicen (no sin cierta dosis de acierto y desde luego de malicia) que los blogs se escriben para ser leídos... sobre todo por sus autores.
Por lo demás, he de decirte que -como ya comentaste en otra ocasión, y luego he podido comprobar- aquí llegan no pocas lecturas a través de lugares intermedios, como Bloglines y otros. Aunque sin provocar muchos comentarios o referencias. Debe ser asunto de encontrarse con familiaridad, naturalidad, o desenvoltura en este sitio. O quizá sucede que lo escrito es capaz de aburrir a las ovejas. O sin más, que lo dicho no es del gusto de paladares más refinados o más bastos... no sé.
Da igual, aunque efectivamente puede que sea una pena estar en 158.5 visitas diarias de media (desde marzo pasado, y contando con el secarral veraniego), según me dice Nedstat.
En todo caso, bienvenido, caro Maty, al nuevo curso, que seguro nos deparará ocasiones de hablar. En estos días estoy más bien "encerrado", escribiendo una lección inaugural de curso, más o menos peliaguda, en torno a eso que algunos llaman "framing".
Publicado por: JJG Noblejas | 25 agosto 2005 en 11:33 a.m.