En un cruce de anotaciones entre la reciente en eCuaderno y la acogida que le hace Internetpolítica, veo en este último (Por el derecho a la información) que Luis Herrero ha tenido la iniciativa de llevar al Parlamento Europeo, del que es miembro, una petición para que se desactive la operación política que amenaza con dejar a la COPE sin emisoras en Cataluña.
Recojo a continuación el texto del blog de Luis Herrero, pero no los 1616 comentarios que hasta este momento ha recibido. En el blog se indica que las adhesiones pueden enviarse a esta dirección: [email protected]
El ruido de la libertad
Lo contaré antes de que lo hagan otros medios de comunicación: anoche, nueve periodistas españoles –diría que todos de primera fila si no fuera porque mi nombre está en la lista- cursamos una petición al Parlamento Europeo instándole a que desactive la operación política que ha puesto en marcha la Generalitat, con la complicidad de una parte del Gobierno, para arrebatarle definitivamente a la Cope sus emisoras en Cataluña. Como dice textualmente el documento dirigido anoche a la comisión de peticiones, “si no lo evitamos a tiempo, miles de ciudadanos catalanes perderán su derecho a escuchar los programas radiofónicos que libremente han sintonizado durante años”. El tripartito catalán, como antes Pujol y después el que venga si no se hace nada para evitarlo, tienen la estúpida idea de que se pueden arrollar los derechos fundamentales protegidos por la ley sin que nadie se atreva a decir esta boca es mía. Pero la boca es mía, nuestra, de todos. Y los abusos no salen gratis. Lo que pretende hacer Maragall, con Montilla de puntillero y Carod de cabestro, viola dos artículos del Tratado de la Unión Europea, uno del Convenio Europeo para la protección de los derechos humanos, otro de la Carta Europea de Derechos Fundamentales y varios más de la Constitución Española. Le guste a la Generalitat o no, toda persona tiene el derecho de recibir o de comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber injerencia de autoridades públicas. Tratar de impedirlo conculca el derecho a la libertad de expresión y a la libertad ideológica. Y, frente a eso, ni los ciudadanos ni las instituciones pueden quedarse de brazos cruzados. En su página de información oficial a los ciudadanos, el Parlamento Europeo dice textualmente al referirse al capítulo de Peticiones: "cualquier persona que resida en la Unión Europea puede presentar una petición al Parlamento Europeo, individualmente o en asociación con otras, sobre un asunto que pertenezca a alguno de los ámbitos de actividad de la Unión Europea y que le afecte directamente. Estas peticiones dan al Parlamento la oportunidad de llamar la atención sobre cualquier violación de los derechos de los ciudadanos cometida por un Estado miembro o una institución". Pues bien, nueve periodistas (Pedro J. Ramírez, Antonio Mingote, Alfonso Ussía, Tomás Cuesta, Melchor Miralles, Amando de Miguel, Javier Rubio, Cayetana Alvarez de Toledo y yo mismo) ya hemos ejercido el derecho que nos reconoce la Eurocámara. Creemos que la libertad de expresión en España está amenazada. Una cadena de emisoras de radio, la segunda más importante del país, corre el riesgo de ser silenciada en Cataluña y Federico Jiménez Losantos está siendo intimidado e insultado por las personas que deben garantizar el respeto a las reglas del juego en el sector de los medios audiovisuales. Invito desde aquí a todos los ciudadanos que quieran sumarse a esta petición a que lo hagan. Cuantos más seamos, mejor. El ruido de la libertad espabila a los centinelas somnolientos. (Los puntos y aparte son míos, para facilitar la lectura, JJGN) |
Puede consultarse en LibertadDigital el texto íntegro de la petición al Parlamento Europeo para que investigue la campaña de acoso a la Cadena COPE. Y pueden firmarse adhesiones al texto desde este link.
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Actualización (08-12-2005): Luis Herrero escribe una carta a Ignasi Guardans ("¿De qué vas, tío?") y la envía también al resto de los eurodiputados de la comisión de Libertades. Comienza diciendo: "El respetado colega Ignasi Guardans os ha pedido por escrito que no apoyéis una petición firmada por nueve periodistas españoles que lo único que pretende es impedir que la segunda cadena de radio más importante de España, propiedad de la Conferencia Episcopal, sea silenciada en Cataluña por una arbitraria decisión administrativa.
Guardans tiene todo el derecho del mundo a pedir lo que quiera. El mismo derecho que tengo yo a puntualizar algunas de las afirmaciones que él incluye en su escrito. (...)"
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Actualización (01-12-2005): Acerca de lo que puede quedar marginado en este asunto conviene leer lo escrito hoy por Hermann Terstch y lo comentado al respecto en Internetpolítica.
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