Los signatarios de la Convención de Ginebra de 1949, y el International Committee of the Red Cross en el que hasta hoy se integraba la "Media Luna Roja", pero no la "Estrella Roja de David", acaba de dotarse de un nuevo emblema de tipo pretendidamente, según el Corriere della Sera, neutral: el "Cristal Rojo". Por votación mayoritaria (98 a favor, 27 en contra, 10 abstenciones), no por acuerdo, ni menos unánime. Intransigencias aparte, los símbolos cuentan, y lo simbolizado también.
Así, dice el NYTimes, parece que se contenta a Israel, e incluso a Eritrea (donde -advierte Le Monde- hay población cristiana y musulmana), pero con el descontento de los países árabes y quizá el desconcierto de los países con raíces cristianas. En la discusión ha pesado que Estados Unidos había dejado de aportar 35 millones de dólares anuales en los últimos años, para forzar el ahora logrado contento de Israel.
Algunos, como El País, comentan que así queda desligada la ayuda humanitaria internacional de perspectivas culturales y especialmente religiosas. Quizá habría que preguntarse -antes de alborozarse en este sentido- si tal ayuda provenía hasta ahora o provendrá en adelante de exclusivos principios humanitarios laicistas con estrictas perspectivas de alcance político. El caso parece más bien indicar lo contrario: lo que hay son personas y organizaciones concretas que, además de estrictas razones políticas de justicia y beneficencia, tienen convicciones trascendentes religiosas que les mueven a ayudar al necesitado, incluso aunque nadie se entere de que lo hace.
Entiendo que, gentes motivadas y dispuestas a dar sangre (no hablo de guerras, sino de donación de sangre para quirófanos) en el contexto de una cruz, una media luna o una estrella, no estarán excesivamente desmotivadas a dar esa misma sangre en nombre de un rombo hueco o "cristal", como se ha dado en llamar al emblema, aunque éste sea rojo. Pero serán muchos los que piensen que no es ciertamente lo mismo.
A fin de cuentas, lo que nos une a los seres humanos en nuestra humanidad no es precisamente algo tan cogido por los pelos como Naciones Unidas, o un vago sentimiento de fraternidad universal entre naúfragos, sino más bien algo de índole trascendente en la órbita de considerar que todos somos hijos de Dios. Lo cual implica que si hasta ahora la ayuda humanitaria internacional era un asunto con dimensión religiosa incluída, a partir de ahora lo seguirá siendo. Incluso entre los heridos en la frontera entre Israel y los territorios palestinos ocupados, núcleo geográfico del problema de los emblemas en las ambulancias. La Cruz ha cedido, sin conceder, ante las espadas enarboladas por la Media Luna y la Estrella de David.
Además de los millones de dólares estadounidenses y el contento de unos pocos y el descontento de unos muchos, lo cierto es que con el nuevo emblema hemos conseguido disponer de una nueva bandera y un nuevo distintivo que -entrando ahora en cuestiones estéticas de símbolos y emblemas- son bastante feos (mejor, cutres) en su figura "cristalina". No sé por qué, pero -en todo caso- parece una bandera de ayuda humanitaria sacada del atrezzo de una película de serie B, o de una de marcianos y naves estelares baratas. Qué le vamos a hacer! Uno de los cuatro palos de la baraja, el diamante francés, vaciado por dentro, emblema universal de ayuda y salvación!
Cuando lo único que parece que cuenta es -al mismo tiempo- 1) extirpar seculares referencias religiosas de los espacios públicos (y con ello de las imágenes de la prensa, el cine y la televisión, al menos), 2) contentar a una parte de un problema de identidad que es a la vez religioso / nacional / político y 3) llegar en cualquier caso a un acuerdo político, cueste lo que cueste, salen cosas así de grotescas.
Parece que la "alianza de civilizaciones" avanza imparable; es una nueva muestra de "corrección política global". Ya tenemos "bosque de la memoria", "himno de la alegría" y ahora el "cristal rojo". ¿Para cuándo los templos dedicados a la "diosa razón".
Publicado por: cambiaelmundo | 11 diciembre 2005 en 07:54 p.m.
A propósito de lo que escribes y tras agradecértelo, pienso que siguen siendo sabias las palabras de G.K. Chesterton: "When a man ceases to believe in God, he doesn't believe in nothing. He believes in anything."
En estos días parece que hay urgencia en crear e implantar en la sociedad un buen surtido de idolillos variados, con la condición de que no recuerden ni por casualidad a Dios. Eso podría producir mala conciencia en la ciudadanía espesa y municipal.
Así que imagino que esos templos a la "diosa razón" ya están por aquí, entre los bosques, himnos y cristales que mencionas, solo que ni se llaman templos, ni se menciona a la dichosa diosa. No vaya a ser que a alguien se le ocurra pensar en Dios y de la misma vaya a una iglesia y se ponga a rezar. O algo así.
Publicado por: JJG Noblejas | 12 diciembre 2005 en 12:10 p.m.
Cierto, cierto; quizá los templos sean ahora las grandes superficies, a los que van los fieles a vivir la "experiencia de la compra".
Es un fenómeno muy amplio, omniabarcante, por ejemplo, escuché en la radio hace unos días que la OMS consideraba la estética corporal una cuestión de salud, es decir, que los feos son -o somos- enfermos. De aquí al "derecho a ser guapos" no hay más que un paso, que quizá ya se esté dando.
Salu2
Publicado por: cambiaelmundo | 13 diciembre 2005 en 08:58 p.m.
La Cruz Roja inicial no es más que la bandera de su país natal, Suiza, invirtiendo los colores, y carecía desde un inicio de connotaciones religiosas. Su autor pretendía resaltar la neutralidad de su país.
Publicado por: Daniel | 15 agosto 2006 en 04:41 p.m.
Vale, todos nosotros conocemos el motivo de por qué la "Cruz Roja" adoptó la cruz como emblema peor eso es porque tenemos cultura, algo que en muchos lugares es díficil o imposible de conseguir, así que aceptó que en otros paises se adoptara la media luna para borrar el concepto de Cruzados, Cristianos, etc...
Pero lo del Cristal Rojo (con cruz o media luna dentro) proviene de politicos aburridos y acostumbrados a salirse con la suya y eso ya no se debería tolerar.
Las razones de Israel son ridiculas, allí hay cultura y MUCHA visión de pasado así que qué menos que conocer el principio por el que se rige la "Cruz" ya uqe se saben tanta historia al dedillo.
Publicado por: Enfadada | 03 mayo 2008 en 12:02 p.m.