Continúan los dichos y los hechos en torno al asunto de "las creencias de los demás", a propósito de las caricaturas de Mahoma. Algunos parecen oportunos y resultan inteligentes, otros tienden a ser más bien obtusos, romos y desafortunados. Hay en estos últimos muy corta visión de conjunto, vergonzantes condenas (como dice H. Tertsch), razonamientos penosos y espíritu pueblerino, con aires de universalidad global y lógica de perdonavidas "euro o anglo-centrista".
Quizá por eso destacan dos apreciaciones (hay más) que merece la pena resaltar entre demasiadas banalidades miopes. Ambas tienen que ver con el cristianismo, que probablemente es la cultura y visión racional práctica (además de la religión) más universal que tenemos a mano.
Encuentro la primera apreciación en El Confidencial, bajo el título que concede "La Guindilla" a "Leo Bassi, que en aras del arte y la provocación, centra su obsesión en ofender a los católicos":
La asociación Tomás Moro anunció ayer que ha presentado una querella contra el humorista italiano Leo Bassi, por su obra teatral “Revelación” que desde el 17 de enero se representa en el teatro madrileño Alfil. Según la mencionada asociación, que se define como humanista cristiana, la obra vulnera el artículo 525.1 del Código Penal, algo que el propio Leo Bassi incluye entre sus objetivos: “La ofensa de todo aquel que tenga creencias religiosas”.
La segunda apreciación proviene de La Iglesia en la prensa, donde el autor dice, con el título "Las viñetas de Mahoma y El Código Da Vinci":
(...) creo que todos estos incidentes deberían provocar un sentimiento de admiración hacia el cristianismo, con diferencia la religión más vilipendiada de nuestro tiempo (incluso con subvenciones estatales, en algunos países). No es el caso de establecer un ranking de insultos, pero estoy convencido -sin ir más lejos- de que el retrato que El Código Da Vinci hace de la vida de Jesucristo es cien veces más ofensivo que las famosas viñetas.
En este caso no he oído ningún llamamiento a la “guera santa” contra el libro ni la futura película. Y la razón no es sólo que los cristianos somos menos fervorosos. Es una cuestión de DNA. Es una pena que algunos no entiendan ese lenguaje. Este es el problema: solo empiezan a tener en cuenta los derechos humanos de los demás cuando sienten el olor a embajada quemada. Entonces, eso sí, se convierten en corderos.
Por si algún lector tiene interés en afinar o actualizar su sentido del humor y apreciar la ironía que la perspectiva cristiana propicia en situaciones como las mencionadas, recomiendo leer, bien este ocasional artículo de Óscar Garrido, La quema de embajadas como “performance” artística, bien seguir el brillante blog Da Vinci Code & Opus Dei, escrito por Fr. John Wauck, divertido amigo y colega universitario. Aunque el post mas reciente, de hoy, es otro (Is Dan Brown a Crypto-Catholic?), no deja de tener interés leer, por ejemplo, Breaking News! “How much of this novel is based on Fact?”.
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Actualización (08-I-2006, 6pm.): Interesante perspectiva la que ofrece Rami G. Khouri en Decoding The Cartoon Crisis, editor en Beirut del "Daily Star", editado en Oriente Medio junto al International Herald Tribune. Esta es una visión de conjunto que Khouri advierte acerca de lo sucedido con las caricaturas de Mahoma, digna de ser tomada en cuenta:
This is no mere clash of cultures. It is a new form of the colonial struggle that defined European-Arab/Asian relations in the 19th century. The difference this time is that the natives in the south are not helpless and quiescent in the face of the West's large guns, disdainful rhetoric or insulting cartoons. Muslims, Arabs, Asians and others today are much more aware of the policies of Western states, concerned about their goals, angry about Western double standards, able to resist through the use of mass media, political and other channels, and willing to stand up, fight back and assert their right to live in freedom and dignity. The message from the Arab-Islamic heartland is that the 19th century has officially ended.
En el caso mencionado en la anotación, respecto de las caricaturas de Jesucristo, quizá el análisis equvalente estaría en la línea de señalar que el mensaje cristiano sigue vigente en la sociedad (no sólo occidental), a pesar de algunas derivas anticristianas de un cierto "colonialismo" laicista ilustrado sin fronteras geográficas.
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