Es muy interesante leer la reciente e inesperada "Declaración de Principios" firmada por 55 católicos que son parlamentarios del partido Demócrata estadounidense.
En esta Declaración, en la que se dice que su fe tiene que ver con su papel de legisladores, se pone de manifiesto un explícito compromiso por la dignidad de la vida humana y se afirma el convencimiento de que gobernar responde a un propósito o "razón de ser moral".
Encabezado por la Congresswoman Rosa L. DeLauro, el documento (que puede leerse completo aquí), dice entre otras cosas:
• "As Catholic Democrats in Congress, we are proud to be part of the living Catholic tradition -- a tradition that promotes the common good, expresses a consistent moral framework for life and highlights the need to provide a collective safety net to those individuals in society who are most in need. As legislators, in the U.S. House of Representatives, we work every day to advance respect for life and the dignity of every human being. We believe that government has moral purpose."
• "We are committed to making real the basic principles that are at the heart of Catholic social teaching: helping the poor and disadvantaged, protecting the most vulnerable among us, and ensuring that all Americans of every faith are given meaningful opportunities to share in the blessings of this great country (...)
• "We envision a world in which every child belongs to a loving family and agree with the Catholic Church about the value of human life and the undesirability of abortion—we do not celebrate its practic" (...)
• "In all these issues, we seek the Church's guidance and assistance but believe also in the primacy of conscience" (...)
• "As legislators, we are charged with preserving the Constitution, which guarantees religious freedom for all Americans. In doing so, we guarantee our right to live our own lives as Catholics, but also foster an America with a rich diversity of faiths. We believe the separation of church and state allows for our faith to inform our public duties." (...)
• "As Catholic Democrats who embrace the vocation and mission of the laity as expressed by Pope John Paul II in his Apostolic Exhortation, Christifideles Laici, we believe that the Church is the "people of God," called to be a moral force in the broadest sense." (...)
Bien es cierto que hay en el escrito una especie de inconcreta prevención, tras mencionar la conciencia en le cuarto párrafo ("In recognizing the Church's role in providing moral leadership, we acknowledge and accept the tension that comes with being in disagreement with the Church in some areas."), pero el conjunto del escrito no puede pasar inadvertido.
Este es con seguridad un asunto muy novedoso al que sin duda habrá que seguir prestando atención. Los tiempos parecen haber cambiado desde que John Kennedy ganó las elecciones.
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Actualización (11-III-06): además de lo ya hablado en los comentarios, entiendo que hay una nueva línea de "lectura" de este asunto. La encuentro en Profiles in conscientious objection, escrito por Michael Cook, Editor of MercatorNet. Quien razona así el punto de roce con la jerarquía de la Iglesia Católica, apelando a la conciencia:
"Since every one of the 435 members of the House would surely subscribe to these principles, Catholic, Calathumpian, Muslim or atheist, this can’t explain why the 55 needed to invoke their religious affiliation. Surely they did not feel that Catholics have a monopoly on motherhood statements.
What prompted the statement was a potential confrontation with the hierarchy of the Catholic Church over abortion. Repudiation of abortion which is “legal, safe and rare”, in Bill Clinton’s memorable phrase, would lose them votes. But an open break with their Church would lose them votes as well.
La conciencia a veces no termina de ser para algunos políticos lo que algunos ingenuos pensamos. Recomiendo leer todo el artículo de Cook.
Es curioso que defiendan la dignidad de la vida y se "olviden" de la pena de muerte. Esta omisión resta toda credibilidad a esta supuesta declaración de buenas intenciones.
Publicado por: xavier caballe | 04 marzo 2006 en 03:44 p.m.
No creo que se olviden. Tienes razón: es una pena. Sencillamente, imagino que -como estadounidenses políticamente electos- en ese punto siguen mirando hacia otro lado, como la mayoría de sus conciudadanos electores.
Quizá es un "área" en la que, como dicen en el punto cuarto, aceptan "the tension that comes with being in disagreement with the Church".
Cosa que -a mi modo de ver- no tiene por qué restar "toda credibilidad" a la declaración puesta sobre la mesa.
Muchas gracias por aportar este aspecto de la cuestión.
Publicado por: JJG Noblejas | 04 marzo 2006 en 04:25 p.m.
A este respecto me permito recordaros los puntos 2265 y 2266 del Catecismo de la Iglesia Católica:
"2265 La legítima defensa puede ser no solamente un derecho, sino un deber grave, para el que es responsable de la vida de otro, del bien común de la familia o de la sociedad.
2266 La preservación del bien común de la sociedad exige colocar al agresor en estado de no poder causar perjuicio. Por este motivo la enseñanza tradicional de la Iglesia ha reconocido el justo fundamento del derecho y deber de la legítima autoridad pública para aplicar penas proporcionadas a la gravedad del delito, sin excluir, en casos de extrema gravedad, el recurso a la pena de muerte."
La discusión estaría en si en EE.UU está justificado hoy en día el recurso a la pena de muerte. Mi opinión es que no. Pero es sólo una opinión, no la doctrina de la Iglesia".
Publicado por: estilita | 05 marzo 2006 en 04:49 p.m.
Muchas gracias, querido "estilita" por la precisión. Entiendo muy bien lo que dices y estoy 100% de acuerdo. Pienso que, en efecto, se trata de hablar más bien de USA hoy que de otro contexto, teniendo en cuenta la doctrina general de la Iglesia explicada en el Catecismo...
Tampoco hay que dejar de lado, me parece, lo que -entre otras cosas- recoge el "Compendio de la doctrina social de la Iglesia" (2004), publicado por el Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, que en su número 405 (y en traducción de la agencia "Zenit"), dice que:
Pienso que estos textos son de interés para ser también tomados en cuenta sobre este asunto. Es notorio que el Papa Juan Pablo II intercedió varias veces, que yo recuerde, ante algunas autoridades estatales tratando de impedir ejecuciones inminentes.
Muchas gracias por aportar referencia a la documentación sobre el asunto. Así hay más ocasión de recordar lo que (en diversas instancias y sin agotar el asunto) está dicho al respecto. Un agradecido saludo, amigo "estilita".
Publicado por: JJG Noblejas | 06 marzo 2006 en 04:37 p.m.