Es sorprendente el interés que ha despertado la anotación anterior El llamado evangelio de Judas: clásico apócrifo gnóstico, ahora con manuscrito genuino [>> Upd]. En poco más de dos días son muchos los cientos de lectores que han acudido a ver el texto [Actualización 20Abril: más de 2000 en 5 días]. Como respuesta a este interés, cabe añadir hoy un par de nuevas informaciones autorizadas sobre el asunto: John Allen y Raniero Cantalamessa.
[Actualización 11Mayo: ver también en este blog, sobre el mismo asunto Preguntas y respuestas sobre Jesús, los evangelios canónicos y apócrifos, María Magdalena, Judas, el gnosticismo, el Santo Grial, Constantino, etc.]
1. John Allen entrevista al P. Stephen Pisano
La primera de ellas proviene de John Allen, corresponsal romano, entre otros medios, del National Catholic Reporter (mientras siga en Roma). En su crónica semanal "The Word From Rome", hoy, se hace eco del general interés por esta reciente atención otorgada a un antiguo manuscrito, como si (además de ser un buen negocio para el National Geographic Magazine) fuera algo capaz de remover los fundamentos del modo de apreciar al más notorio villano de la historia cristiana, dado que
the "Gospel of Judas" depicts Judas not as a nefarious traitor, but as Christ's closest disciple, selected by Jesus to receive secret revelation about cosmic mysteries.
A pesar de estas dramáticas implicaciones -continúa diciendo John Allen- muchos expertos dicen que el "Evangelio de Judas" no aporta nada valioso para la comprensión de Judas Iscariote ni para la del mismo Jesús. Más bien se trata de una fuente para el estudio del Gnosticismo del siglo II. Se trata de
a late and largely mythic text, these experts say, more interested in theological musings than in passing along historically accurate traditions.
A continuación, Allen ofrece algunos extractos de una entrevista (ver aquí texto completo) mantenida el pasado dia 10 de abril con el Padre jesuíta Stephen Pisano, Rector del Instituto Pontificio Bíblico:
Hearing about rival gospels such as "The Gospel of Judas," the average person may think, 'My Gosh, the Bible had it wrong.'
That's simply not true. That's the short answer. Other Gnostic gospels haven't really changed our view of things, and one more isn't going to do that either. This is literature that came from a particular sect, a particular group, which followed this Gnostic philosophy.
One of the things that's important to see, I think, is that we're in the second century. This is really a very short time after the death and resurrection of Jesus. In this period of the early church, Christian theology as we know it today was in its infancy. We shouldn't have the idea that already in the second century we had something developed like the Catechism of the Catholic church. That's the result of 2,000 years of theological reflection (...).
The proof of that is that you have Irenaeus writing around the year 180, and already then he is condemning this very approach to Christian theology. If it was condemned and seen as deviant already in the second century, I don't think it's something that is going to come back and be seen as relevant today.
The church's traditional teaching that Judas' betrayal was a sinful act is not going to be challenged by this discovery?
I don't think so.
One interesting question, though, is whether Judas had full knowledge of what he was doing when he betrayed Jesus. From what we can gather from the gospel accounts, he had full knowledge that he was betraying Jesus. But did he have full knowledge that he was betraying the Son of God? That's more difficult to say. … Whether he saw Jesus basically as a political leader, a subversive leader who was going to lead the Jewish people against the Roman yoke, and then realized that wasn't Jesus' intention, is hard to say. We don't really know what he thought about things.
But we do know he betrayed somebody for money, so that at least on the basis of the canonical gospels, it's hard to make him a hero.
That's right, yes, indeed.
(Aquí, texto completo de la entrevista).
2. La homilía del P. Raniero Cantalamessa
La segunda información autorizada proviene de la celebración litúrgica de ayer, Viernes Santo, en la Basílica de San Pedro del Vaticano. El Predicador de la Casa Pontificia, P. Raniero Cantalamessa, mencionó explícitamente el llamado evangelio de Judas, al comienzo de su homilía, «Dios demuestra su amor por nosotros» (Ver texto original en italiano).
Según traduce la Agencia Zenit (descargar aquí texto completo en español), la primera parte de la homilía de Raniero Cantalamessa hace alusión expresa al llamado evangelio de Judas, y también -implícitamente- al fenómeno del Código Da Vinci:
«Vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por sus propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades; apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas» (2 Tm 4,3-4)
Esta palabra de la Escritura --sobre todo la alusión al prurito de oír cosas nuevas-- se está realizando de modo nuevo e impresionante en nuestros días. Mientras nosotros celebramos aquí el recuerdo de la Pasión y Muerte del Salvador, millones de personas son inducidas por hábiles retocadores de antiguas leyendas a creer que Jesús de Nazaret nunca fue, en realidad, crucificado. En los Estados Unidos hay un best seller del momento, una edición del Evangelio de Tomás, presentado como el evangelio que «nos evita la crucifixión, hace innecesaria la resurrección y no nos obliga a creer en ningún Dios llamado Jesús» [1].
«Existe una percepción penosa en la naturaleza humana --escribía hace años el mayor estudioso bíblico de la historia de la Pasión, Raymond Brown: cuanto más fantástico es el escenario imaginado, más sensacional es la propaganda que recibe y más fuerte el interés que suscita. Personas que jamás se molestarían en leer un análisis serio de las tradiciones históricas sobre la pasión, muerte y resurrección de Jesús, son fascinadas por cada nueva teoría según la cual Él no fue crucificado y no murió, especialmente si la continuación de la historia incluye su fuga con María Magdalena hacia La India... [o hacia Francia, según la versión más actualizada]… Estas teorías demuestran que cuando se trata de la Pasión de Jesús, a pesar de la máxima popular, la ficción supera la realidad y frecuentemente, se pretenda o no, es más rentable» [2].
Se habla mucho de la traición de Judas, y no se percibe que se está repitiendo. Cristo sigue siendo vendido, ya no a los jefes del Sanedrín por treinta denarios, sino a editores y libreros por miles de millones de denarios... Nadie conseguirá frenar esta ola especulativa que, es más, registrará una crecida con la inminente salida de cierta película; pero habiéndome ocupado durante años de Historia de los Orígenes Cristianos, siento el deber de llamar la atención sobre un equívoco descomunal que está en el fondo de toda esta literatura pseudohistórica.
Los evangelios apócrifos sobre los que se apoya son textos conocidos de siempre, en todo o en parte, pero con los que ni siquiera los historiadores más críticos y hostiles hacia el cristianismo pensaron jamás, antes de hoy, que se pudiera hacer historia. Sería como si dentro de algún siglo se pretendiera reconstruir la historia actual basándose en novelas escritas en nuestra época.
El error garrafal consiste en el hecho de que se utilizan estos escritos para hacerles decir exactamente lo contrario de lo que pretendían. Estos forman parte de la literatura gnóstica del siglo II y III. La visión gnóstica --una mezcla de dualismo platónico y de doctrinas orientales revestida de ideas bíblicas-- sostiene que el mundo material es una ilusión, obra del Dios del Antiguo Testamento, que es un dios malo, o al menos inferior; Cristo no murió en la cruz porque jamás había asumido, más que en apariencia, un cuerpo humano, siendo éste indigno de Dios (docetismo).
Si Jesús, según el Evangelio de Judas, del que se ha hablado mucho estos días, ordena Él mismo al apóstol que le traicione es porque, muriendo, el espíritu divino que está en Él podrá finalmente liberarse de la implicación de la carne y volver a subir al cielo. El matrimonio orientado a los nacimientos hay que evitarlo (encratismo); la mujer se salvará sólo si el «principio femenino» (thelus) personificado por ella se transforma en el principio masculino, esto es, si deja de ser mujer [3].
¡Lo cómico es que actualmente hay quien cree ver en estos escritos la exaltación del principio femenino, de la sexualidad, del pleno y desinhibido goce de este mundo material, en polémica con la Iglesia oficial que, con su maniqueísmo, siempre habría conculcado todo ello! (...)
Son asuntos que no merecerían tratarse en este lugar y en este día, pero no podemos permitir que el silencio de los creyentes sea tomado por vergüenza y que la buena fe (¿o la necedad?) de millones de personas sea burdamente manipulada por los medios de comunicación sin levantar un grito de protesta en nombre no sólo de la fe, sino también del sentido común y de la sana razón. Es el momento, creo, de volver a oír la advertencia de Dante Alighieri:
«Sed, cristianos, más firmes al moveros:
no seáis como pluma a cualquier soplo,
y no penséis que os lave cualquier agua.Tenéis el antiguo y nuevo Testamento,
y el pastor de la Iglesia que os conduce;
y esto es bastante ya para salvaros…¡Sed hombres, y no ovejas insensatas!». [4]
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[1] H. Bloom, en el ensayo interpretativo que acompaña la edición de M. Meyer, The Gospel of Thomas, HarperSan Francisco, s.d., p. 125.
[2] R. Brown, The Death of the Messiah, II, New York 1998, pp. 1092-1096.
[3] Ver el logion 114 en el mismo Evangelio de Tomás (ed. Mayer, p. 63); en el Evangelio de los Egipcios Jesús dice: «He venido a destruir las obras de la mujer» (Cf. Clemente Al., Stromati, III, 63). Esto explica por qué el Evangelio de Tomás se convierte en el evangelio de los maniqueos, mientras que fue combatido severamente por los autores eclesiásticos (por ejemplo por Hipólito de Roma) que defendían la bondad del matrimonio y de la creación en general.
[4] Paradiso, V, 73-80.
El Evangelio de Judas
Ninguna traducción de La Biblia, desde el Génesis hasta el Apocalipsis es totalmente confiable. Cada una tiene intereses. Así, la del Rey James (Inglaterra), que desfiguró o directamente anuló algunos pasajes. Antes San Jerónimo, y antes aún, en la misma redacción los sacedotes del siglo VI antes de Cristo, deformaron la Biblia en algunos casos hasta hacerla irreconocible.
Por si esto fuera poco, ahora se suman intereses comerciales, que intentarán convencernos de que únicamente son válidas las traducciones... que nos venden ellos.
Aquí encontré una traducción interesante, sin aparente intención comercial:
http://www.adin-noticias.com.ar/libros04.htm
La importancia de esto es principalmente de conocimiento, independientemente de que sea o no totalmente verídica la posición ideológica o espiritual, siempre ayuda a reflexionar sobre algo mayor, que es la inmensidad del Universo que nos contiene y sus posibles sentidos.
Publicado por: Javier Mendíbez | 15 abril 2006 en 11:42 p.m.
http://www.ciag-gnosis.org/tradux/judas-iscariote/evangelio-judas-iscariote-introduccion.shtml. Aquí hay una buena traducción al español del Evangelio de Judas Iscariote.
Bueno, el anterior es una introducción. http://www.ciag-gnosis.org/tradux/judas-iscariote/evangelio-judas-iscariote-spanish-castellano-espanol.shtml. Aquí si está el Evangelio (muy bien traducido, por cierto.
De nada.
Publicado por: Captain_blue | 08 mayo 2006 en 02:11 a.m.
leelo
Publicado por: william | 18 mayo 2006 en 03:04 a.m.