Contextualizar o sacar fuera de contexto, esa es la cuestión. Al menos, en lo que a opinión pública se refiere. En este caso, tras un primer movimiento de descontextualización y escándalo más o menos farisaico y sembrador de confusión, ha llegado luego la contextualización, las aclaraciones, la calma y probablemente el olvido de la cuestión. Es el mundo de la opinión pública y de la fabricación de algunas noticias, en miniatura. Uno escribe algo en un contexto, otros rasgan -en otro contexto- sus vestiduras a propósito de eso, ese uno pide excusas, y se acabó. Salen ganando sobre todo los sastres, porque tendrán que recoser las vestiduras rasgadas, o hacer vestiduras nuevas. Y los que fabrican y venden prensa de escándalo (políticamente correcto, de ordinario). Me explico, con un caso reciente italiano.
Conozco a Cesare Cavalleri desde hace tiempo, y hemos coincidido en algunos encuentros y congresos científicos y culturales en Roma y Milán. Cesare Cavalleri es el director de la revista cultural Studi Cattolici, un mensual de cultura e ideas, editado en Milán, desde hace muchos años, con una difusión que es bastante reducida, o -dicho de otro modo- menos amplia de la que desearían. Hace años, me publicó un ensayo que tuvo cierto éxito, sobre algunos síndromes en la comunicación pública, siguiedo el hilo de las perplejidades de Alicia, el personaje de Lewis Carroll, más que en el País de la Maravillas, en sus aventuras fantásticas "al otro lado del Espejo". Un lugar relativamente parecido al mundo de los medios de comunicación. Aquel ensayo, en concreto, no tenía nada especialmente "católico", por otro lado.
El caso es que Cesare Cavalleri es un buen profesional que ni oculta su catolicismo, ni su pertenencia al Opus Dei, ni desde luego su ideología política al escribir, algo que -simplificando las cosas- es más bien de corte liberal conservador (y en lo que disiento, aunque esto no viene ahora al caso). Tampoco oculta sus preferencias intelectuales, poéticas, literarias, filosóficas, cinematográficas o televisivas, asuntos sobre los que escribe de ordinario con autoridad y erudición (asunto que admiro, con perspectivas que en buena parte comparto). Y de ordinario dice lo que piensa, tras pensarlo, sin ambages, rodeos excesivos o caminos intrincados. Algo que en este blog referí, por ejemplo, con ocasión del Editorial que escribió (Lo Scandalo della Passione) el año pasado, a propósito del film de Mel Gibson: algo "molto chiaro, molto soave, molto gentile".
Tampoco oculta Cesare Cavalleri que lo que escribe es suyo, y que ni la Iglesia Católica ni el Opus Dei le dicen qué puede o debe publicar o dejar de publicar en la revista que dirige y en los escritos que firma personalmente.
Y sucede que, hace unos días, en el número de marzo de su revista, ha publicado una viñeta de Guido Clericetti, más bien ingenua, tomando pie en lo que Dante dice en el Inferno de su Divina Comedia acerca de Mahoma. Al parecer, dentro de una serie, porque, dice Cavalleri, "una vignetta scorretta ogni tanto fa bene". No reproduciré aquí el tenor del asunto, no sea que alguien me implique en algo que desde luego no me parece correcto, pero que tampoco considero que en sí mismo sea algo digno del escándalo generalizado que tantos, en tan poco tiempo (cosa más bien sorprendente y extraña), han encontrado en esa viñeta publicada por Cavalleri en su revista.
Cavalleri ha publicado una viñeta fuera de contexto cultural. No es politically correct. No es culturalmente correcto. OK. Lo que ha pasado es quizá -además de lo que esto tenga de extravagante- no haber tenido en cuenta el contexto hipersensible en que lo hacía, aunque su publicación sea más bien minoritaria y dirigida a un público culturalmente culto, valga la redundancia. Y se ha encontrado proyectado en el contexto global de una opinión pública muy amplia y no tan culta en el que, además de sopesar poco o nada las fuentes, enseguida se mezcla todo para fabricar una "noticia", en una especie de "sopa juliana" intragable y escandalosa en la que se descontextualizan las cosas. Para luego, buscar el modo de recontextualizarlo. Y así, burla burlando, sale adelante la opinión pública, de sorpresa en sorpresa, de "noticia" en "noticia", al hilo de lo que publican los editores y opinadores públicos, a veces bomberos pirómanos. En cualquier caso, el proceso "noticioso" de esta salida y entrada de contexto ha sido más o menos el que sigle.
Entre el Corriere y Reppublica
El Corriere della Sera dedica hoy domingo, a este asunto, una página impar completa, con entradilla en primera página (Vignetta su Maometto: l’oltraggio e la libertà) Cabe pensar que son cosas del periodismo, aunque resulta sorprendente y estrafalaria la exageración. Porque es algo que leerá todo el mundo. Firma el artículo Magdi Allam, un musulmán culto y moderado, que valora los pros y contras de la cuestión y realmente no critica lo publicado por Cavalleri en su pequeña y sectorial revista cultural. Más bien se escandaliza de que nadie haya movido un dedo para denunciar la representación blasfema y de mal gusto de Jesús, precisamente en esta Semana Santa, en el dibujo animado "South Park", visto por millones de espectadores estadounidenses. De todos modos, el "aire público" al asunto de Cavalleri lo está dando directamente el Corriere della Sera, a duo con Reppublica. Es lo que he visto leer a la gente con detenimiento, mientras tomaban aperitivos en las terrazas romanas.
Porque el diaro La Reppublica también ha dedicado espacio y atención al mismo asunto, poniendo en juego la sopa juliana de atribuciones más o menos implíctas con sus entremezclas de menciones: "Vignetta anti-Islam su Studi cattolici. Ma l'Opus Dei prende le distanze". Y mete en el condumio al portavoz del Opus Dei, Giuseppe Corigliano, para hacerle reprochar a Cavalleri lo escrito, como hace con el padre Justo Lacunza Balda, rector del Pontificio Instituto de Estudios Árabes, y como hace con Roberto Piccardo, secretario del "Ucoii", una asociación islámica tradicionalista...
Todo eso, en el día que se considera por algunos periódicos como si fuera el día del "amor fraterno universal", un día en el que se supone que todos somos buenos. Excepto, en este caso, Cesare Cavalleri.
Y como Cesare Cavalleri, que además de ser un caballero milanés, y ser cristiano y católico, y ser fiel del Opus Dei, me parece que en esto del periodismo, sus contextos y sus exageraciones (conscientes o inconscientes, buscadas o sucedidas casualmente) tiene más conchas que un galápago, no ha tardado en pedir excusas. Que recoge hoy mismo, en su web, puntualmente, el mismo Corriere della Sera en "Vignetta su Maometto, arriva il mea culpa. Il direttore della rivista cattolica finita sott'accusa: «Sorpreso dalle reazioni, chiedo cristianamente scusa»".
Fuera de contexto
Fin del escándalo periodístico. Además, porque -a pesar de que la viñeta publicada no sea muy cívica y me parezca fuera de lugar- Cavalleri entiende por su parte que se trata de un malentiendido o algo mal interpretado. Para él la viñeta con resonancias dantescas "se ha interpretado como anti-islámica, cuando más bien se trata de una denuncia de la crisis de identidad cultural de Occidente". Y en esto coincide, curiosamente, más que con el rasgar de vestiduras políticamente correcto, con lo dicho por Magdi Allam, el musulmán que escribe en el Corriere.
Ahora, quizá, solo queda preguntarse -sin excesivas esperanzas de respuesta- quién y por qué ha lanzado este asunto en el panorama periodístico italiano y mundial, dado el reducido alcance natural de una revista como Studi Cattolici.
Sin duda que se trata de algo que -ahora, tras ser noticia en el Corriere, Reppublica y quién sabe cuandos diarios más- ahora está fuera del contexto en que fue concebido y publicado. Pensando que la crisis del asunto de las caricaturas de Mahoma en el diario danés extra-conservador Jyllands-Posten, publicadas con malicia expresa, tardó cinco meses en convertirse asunto de interés general, uno se pregunta a quién le puede interesar sacar este asunto de Cavalleri y Studi Cattolici, en pocos días, a la luz de la atención internacional.
Quizá son sólo cosas de la opinión pública, que no pocas veces hace brotar noticias con un simple cambiar las cosas de contexto. Interesante proceder, pero desde luego menos cívico que el error de contextualización y que la inmediata petición de disculpas por parte de Cesare Cavalleri.
Es interesante comprobar de nuevo que, en este negocio de la comunicación, si no eres un poderoso (uno que puede hacer lo que le venga en gana, como los hay, infundiendo miedo a quienes disientan) y te equivocas en algo, una vez en la vida, lo pasarás muy mal... Espero que la gentileza habitual de Cavalleri acorte el mal trago de este mal paso.
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Actualización (17 Abril 2006): encuentro un interesante "dossier" en las anotaciones de Marta Salazar en "Alemania, Economía, Sociedad y Derecho", desde el último que leo, Director de Studi Cattolici se disculpa, hacia atrás. Y, de paso, un interesante comentario en "Rayos y Truenos", Nuevo ensayo dantesco. Como se observa, el asunto no ha quedado dentro de las fronteras de la prensa y opinión pública italiana.
Muy informativa entrada. Mile grazie. Yo, en cualquier caso, además de todas las contextualizaciones pertinentes y del análisis metaperiodístico, creo que la verdadera gravedad del asunto es que se considera inoportuna e incívica una cita de la "Divina Commedia".
Publicado por: Enrique | 17 abril 2006 en 12:04 p.m.
Hay un enlace!
Publicado por: Marta Salazar | 17 abril 2006 en 01:40 p.m.
Muchas gracias, Enrique, por tu valoración de un texto clásico literario que, desde luego en Italia, resulta "canónico" e indispensable: hay muchos que lo saben y recitan de memoria. Entiendo que la inoportunidad viene de no valorar que el criterio dominante en estos momentos es de tipo político e ideológico, y no cultural.
Muchas gracias, Marta, por la documentación del affaire, que espero se esfume enseguida. Porque esto no tiene más que lo que se ve a simple vista.
Publicado por: JJG Noblejas | 17 abril 2006 en 05:02 p.m.
Gracias por el enlace! Esta manana, debo confesar que puse un link a este artículo en mi blog, habiéndolo leído muy por encima; porque tengo gran confianza en uno de mis bloguers favoritos: Scriptor y en todo lo que él escribe. Y me parecía importante enlazarlo lo antes posible.
Me gustaría, esta tarde, con algo más de tiempo (hoy es fiesta en Alemania y, para mí, los días de fiesta, son más atareados que los días laborales) hacer algunos pequenos comentarios:
1) Cito la declaración del Opus Dei: "Esta viñeta en una revista que lleva en su título el nombre de católica nos parece un acto lamentable, que manifiesta falta de sensibilidad humana y de caridad cristiana".
A mí me parece (dicen que los chilenos tenemos una marcada mentalidad laical) que no es conveniente ni bueno que una revista se llame católica, sobre todo si, como tú dices (yo no conozco Studi Cattolici, el dibujo me lo consiguió un amigo que sí la lee) "un mensual de cultura e ideas" y además publican ensayos que, "en concreto, no tenía nada especialmente 'católico'".
Entonces, si no se trata de una revista de teología católica, simplemente le cambiaría el nombre. Así, entre otras cosas, llegaría a más gente.
A mí me parece que en Italia, tal como en muchos países del mundo, la ideología demócrata cristiana ha hecho mucho mal, prolongando la mentalidad de "cultura única católica". Y esto puede explicar, de alguna manera, la denominación de la revista; pero no justificarlo.
2) Vuelvo a citar la declaración del Opus Dei: "Aunque el Opus Dei no tenga ninguna responsabilidad sobre esa revista, y cada persona sea responsable de sus acciones, queremos pedir perdón por la ofensa infringida".
Bueno, esto es una prueba más de la gran libertad de la que gozan los miembros o fieles del Opus Dei para actuar profesionalmente. También tienen "derecho a equivocarse", máxime cuando después piden disculpas. En todo caso, sigo preguntándome dónde se quedaron las disculpas del autor del artículo y del dibujante.
Por otra parte, tienen también derecho a estar en desacuerdo entre ellos, en todo tipo de materias. Esto habría que, de alguna forma, ponerlo de manifiesto a propósito de esta historia.
Jyllando Posten también publicó algo al respecto, lo sobrevolé el sábado y era -como podía ser de otra manera- favorable a la caricatura o vineta.
El Opus Dei está en la mira de muchos en estos momentos, debido al Código Da Vinci y es por eso, al menos es ésta mi explicación de la atención que la prensa mundial (aquí en Alemania se ha hablado de ello y en Austria más aún) ha dado al tema.
Para terminar y, como le dije a Alberto, mi amigo bloguer de Cambia el mundo, habría que profundizar un poco en el tema de la burla y la sátira, las (mal) llamadas "artes menores" de la mentira.
Publicado por: Marta Salazar | 17 abril 2006 en 08:19 p.m.
Estimada Marta,
te pongo un poco en antecedentes, para abreviar: antes de escribir la anotación, yo había ya visto la viñeta en cuestión, leído los dos periódicos italianos que menciono, en edición papel y on-line, ya había leído el comunicado del Opus Dei, y también oído -casualmente, yendo en coche- una entrevista con Cesare Cavalleri en Radio 24 Ore (del grupo del diario económico "Il Sole 24 Ore"), en la que pedía excusas como cristiano a los mahometanos que se hubieran podido sentir ofendidos por la publicación de lo que él pensaba fuera una "vignetta incorretta" con una denuncia de la crisis de identidad cultural de Occidente. (Ya se ve que no ha atinado, aunque esa crisis algo tiene que ver en este embrollo). Y he de decir que también había leído el texto on-line de las excusas de Cavalleri, en el "Corriere", como puse en el "link" de la anotación.
Otra cosa es que los medios y los lectores de los medios destaquen y vean muy bien las "denuncias", y no destaquen unos ni vean otros las excusas, explicaciones, rectificaciones, peticiones de perdón, etc. Es más "impresionante" quedarse con el "escándalo" que unos hacen y otros asumen.
Y como lo último que quisiera es marear a nadie alargando este comentario, intentando hablar de cada cosa que comentas en el tuyo, puedo decir que entiendo muy bien los enfados y también las auto-ironías (cosa diversa, sabido es, de la burla y la sátira). Y sé que lo mismo sucede a Cesare Cavalleri. Es decir, entiendo que es importante no tomarse en serio uno mismo, de modo excesivo e innecesario, como si uno fuera un oráculo en posesión de toda la verdad de las cosas y de todas las preguntas y respuestas pertinentes en un asunto concreto. Cosa que algunos medios periodísticos y algunas personas encuentran dificultad en practicar.
Por eso, en mi caso, tras procurar documentarme bien, y pensar las cosas, y decir qué conocimiento tengo del personaje en cuestión, he visto que lo más conveniente para no embrollar el asunto más, era precisamente destacar el aspecto periodístico del suceso. Que suele ser un aspecto que de ordinario se da indebida e injustamente por descontado. Como si las "noticias" aparecieran por ensalmo en las páginas de los periódicos o de internet.
No, las noticias las "hacen" los medios, las noticias aparecen más bien -improviso la metáfora- como las frutas en los árboles frutales: no se encuentran, de ordinario, peras en manzanos, ni cerezas en un membrillo. Y lo que en cada árbol sale no es fruto del azar, sino algo que suele ir madurando según un código genético peculiar. (Hasta aquí, la metáfora puede ser válida: mejor no seguir con ella).
La revista que dirige Cesare Cavalleri es lo que es, y tiene el alcance público que tiene, desde hace muchísimos años y -si se conoce- se puede hablar de ella con más fundamento que si no se conoce. Lo mismo pasa con la viñeta, que no es una idea general o concepto abstracto, directamente emparentado con lo del "Jyllands-Posten", sino algo concreto, cuando menos, algo diverso.
¿Pero ha publicado un dibujo en el que se menciona Mahoma, a propósito de Dante? Sí, por desgracia: eso no va con su "código genético", con sus raíces y frutos habituales.
¿Es lo publicado una maldad, una aberración o "gaffe" cósmica? Pienso que no.
¿Es una "gaffe" de tamaño medio respecto del profeta Mahoma, y un inoportuno inconveniente para el Opus Dei, que, puesto en cuestión con la revista y con su director, está igualmente siendo puesto en berlina -en el seno de la Iglesia católica- por un best seller y un futuro film? Desde luego que sí: y se entiende bien su comunicado, firmado por Marco Carroggio.
¿Es un comunicado exigido por las especiales circunstancias del momento? Pienso que sí.
¿Quiénes han creado esas especiales circunstancias? Los que, haciendo "noticias", relacionan unas cosas con otras, quienes mezclan churras con merinas: los medios que (dejando aparte sus "intenciones") descubren y lanzan la "noticia" en la que aparentemente todo tiene que ver con todo.
Son los medios los que crean también las especiales circunstancias, una vez que siguen el "trepidante ritmo de la actualidad" que marca el morbo de mezclar las cosas, para ver qué pasa... Y ahí entonces salen los nombres y apellidos que figuran en el título de la anotación que hice en mi blog, quedando corta en la referencia...
Se ha hecho un "cóctel noticioso" que da la vuelta al mundo en tantos segundos como días tardó Phileas Fogg, el personaje de Julio Verne. Un "cóctel" que, antes de hacer nuevamente "mártir" a la Iglesia o al Opus Dei, hace "mártir" a Cesare Cavalleri (en plan "chivo expiatorio", versión René Girard). Y como éste ha reconocido su "gaffe" y ha pedido cristianamente excusas muy pocas horas después de la publicación del asunto como "primicia", en el "Corriere" y en "Reppublica", ahí debería acabarse todo...
Si solo se tratase de la "gaffe" que es. Pero como hay más (más morbo en torno a la Iglesia católica con el llamado evangelio de Judas, y más morbo en torno a la Iglesia católica y dentro de ella al Opus Dei con el llamado Código Da Vinci...) pues la "noticia" y los "comunicados" y las "protestas", las "denuncias", los "desmentidos", y las "peticiones de excusas y disculpas", etc., etc., siguen dando tumbos por el mundo de los medios de comunicación, incluyendo por supuesto los blogs... (Para muestra, un botón: véase en Google las">http://www.beliefnet.com/story/189/story_18978_1.html">las 24 noticias al respecto en el momento en que esto escribo).
No sigo, porque esto se alarga: estoy escribiendo a vuelapluma. Te comento, para que veas que no es por otra razón, que cuando escribí que había publicado un ensayo en "Studi Cattolici" que no tenía nada especialmente 'católico', me refería a que no trataba de "asuntos teológicos" o algo semejante: hablaba de Alicia tras el espejo... Lo mismo (perdona el argumento ad hominen, para abreviar) que en tu blog escribes cosas que no necesariamente tienen que ver cada una de ellas, siempre, con Alemania o Economía, etc.
(By the way, ya puestos, y aunque tenga que ver con otra anotación distinta, yo no recomendaría sin más la película "V", antes de verla, porque tengo entendido que coloca a la Iglesia católica haciendo equipo junto al gobierno fascista que oprime a la ciudadanía de esa ficción).
Perdón, Marta (y esforzado lector que hasta aquí llegas), por la longitud de este comentario, que espero sea satisfactorio. Un cordial saludo, Juan José
Publicado por: JJG Noblejas | 18 abril 2006 en 06:25 p.m.