En primera página del Corriere della Sera:
Por su parte, dice La Repubblica:
Dice a su vez Le Monde:
Más retranqueado en su distancia respecto de las cosas, en The Times, puede leerse esto:
En este momento (12:00), ni el International Herald Tribune, ni El País, ni El Mundo, ni el New York Times, ni el Los Angeles Times, han publicado una crítica de esta película. ¿Será una conspiración?
Ya hablaba aquí el otro día sobre la necesidad de dar la vuelta a la trama de "buenos" y "malos", a propósito de la Bella y la Bestia (la Iglesia católica y el DVC), y esperar que el "climax" del estreno (a ciegas, como criticaba ayer el NYT) y la resolución final, pusieran más o menos de manifiesto el "arma secreta" tradicional de la Bella (eso que desde siempre se ha llamado "oración", que es un levantar el corazón a Dios y pedirle mercedes: seguro que entre los cristianos ha habido más gente rezando que protestando a propósito del desafuero organizado por el DVC).
Si esto sigue así, sabiendo que quienes van al cine no leen las críticas, de ordinario (quizá lean las "noticias", dado que esto ha sido fabricado como un evento mundial), desde luego que ingresarán varios cientos de millones en las arcas de Sony y demás. Pero no los previstos. Lo siento por los implicados en sacar a flote las finanzas de Sony. El gran día de la "première" del estreno mundia no han logrado ni impresionar ni complacer a la "crème de la crème" presente en Cannes. Tendrán que sacar el "plan B", si es que lo tenían preparado en el paranoico secretismo de su estrategia de mercadeo.
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Actualización (18 Mayo, 2006): sólo unas líneas para incluir lo que ayer por la tarde (ver más abajo) echaba aún en falta: las reseñas de algunos críticos que saben que suelen ser tomados en cuenta:
• Kenneth Turan, del Los Angeles Times, titula con neutralidad: Director Ron Howard's film adaptation of the bestselling book premieres at the Cannes Film Festival. Arranca con este párrafo, destinado a ser leído entre líneas:
At the heart of Dan Brown's "The Da Vinci Code" is the Priory of Sion, an organization set up to vigilantly protect "one of the most powerful secrets ever kept." Once Brown's thriller became one of the fastest-selling books of all time, a similar organization — call it the Priory of Hollywood — was set up to protect what's as valuable to the movie business as any secret: a property that had the potential of enormous box office receipts.
Y concluye su larga descripción de la película diciendo que:
finally "The Da Vinci Code" remains a calculated bet on a promising hand. The Hollywood mystery of the moment is whether it's going to pay off.
• Diego Galán, al fin decide aparecer en la página cultural de El País, y se suma a lo sabido: "Cannes recibe con frialdad y pitidos el estreno mundial de 'El código Da Vinci'". Apremiado y probablemente agradecido por la necesidad de hablar de otras películas, su texto es breve, moderado, si bien no deja de observar que ha asistido a
"152 minutos de proyección en los que la película da vueltas y vueltas sobre sí misma, provocando por momentos la sospecha de que pudiera tratarse de una historia interminable. Lo que al principio tiene el encanto de un dinámico filme de aventuras, va dando paso a una peripecia enrevesada y confusa. Ésa fue, al menos, la impresión dejada tras su primer pase, con el que ha inaugurado Cannes, al parecer más tentado por la repercusión del escándalo que por criterios de calidad cinematográfica."
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Actualización (17 Mayo, 19:30 pm.): logro volver a este sitio, con algunas de las críticas y reseñas que esta mañana echaba en falta. No hay conspiración entre los que faltaban a mediodía: debían estar pensándose qué decir ante lo que habían visto en la pantalla y presenciado en la sala y los mentideros de Cannes. A buen seguro que habrá sido el de ayer un día de emociones y perplejidades para los allí presentes.
Siguen aquí algunos medios. De entrada, por ejemplo, lo que dice CNN en su página de Entertainment:
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En el diario El País nos encontramos de entrada con la noticia de Reuters, con lo que dicen los demás críticos:
En el diario El Mundo, en cambio, escribe Borja Hermoso acerca de "El fiasco Da Vinci":
El Los Angeles Times, al igual que otros (y no se sabe aún por qué: si por lo que escribe o por lo que deja de escribir), no ha sacado aún a su crítico, Kenneth Turan, en este caso. Mintras tanto, nada y guarda la ropa:
En el New York Times, abren en primera página con una foto de la chica y el monje, asestando (visto lo visto por doquier) su particular mazazo ante las expectativas fallidas, incluso a propósito del corte de pelo de Tom Hanks:
Para no hacer interminable esta presentación, basta quizá con lo que dice el Washington Post, en una crónica de Associated Press:
Debe ser patéticamente mala, con ganas. Es difícil encontrar tantos matices de unanimidad ante una presunta "vaca sagrada". Veremos si los espectadores se dan cuenta a tiempo y aprovechan para tomar el sol con un buen helado en la mano. Al menos, este primer fin de semana, en que en España, ante el pánico creado entre distribuidores y exhibidores -según me cuentan- ninguno se ha atrevido a estrenar nada especial...
Juanjo, gracias por poner a disposición de todos noticias tan buenas.
Un abrazo
Publicado por: JM Mora-Fandos | 17 mayo 2006 en 01:41 p.m.
En esta historia que se va haciendo larga, también yo querría poner “mis dos centavos”, como dicen los simpáticos personajes amigos de Longfellow Deeds, en el clímax del tercer acto de la película de Frank Capra, “Mr. Deeds goes to Town” (1936). [He de decir que estoy haciendo una investigación sobre Capra y el mundo de ficción, o la ficción del mundo, en sus películas]. Y como ellos -si es posible en estos momentos en los que vivimos el clímax de la historia-, querría hacerlo desde esa perspectiva que permite hablar del arma secreta de la “Bella”, y que incluye la mirada desde arriba de todo lo que está ocurriendo ahora mismo en Cannes, donde, según dice el Corriere de la Sera, la película ha sido recibida “gélidamente”.
Después de leer hasta el final lo escrito sobre “La Bella y la Bestia: la Iglesia Católica y el Código da Vinci” (que comparto) y “Código da Vinci: fuertes críticas y burlas en Cannes”, pienso que no está de más pararse un poco para pensar sobre qué significa que esta historia sea “sólo ficción”.
Ya sabemos que los documentos en los que se basa la trama del DVC son falsos. Quien aún tenga alguna duda, puede consultar uno de los cientos de artículos que circulan por la web donde se expone el tema. Yo recomiendo uno de Massimo Introvigne. Por tanto, en efecto, sólo nos queda tratar esta historia como ficción.
Siendo así, lo que interesa es saber ¿de qué trata esta historia?
Ya se sabe que en las escuelas de guión esta pregunta suele hacerse dos veces. En la primera respuesta, el aprendiz de escritor cuenta la trama principal. Cuando el profesor vuelve a preguntar: sí, muy bien, pero ¿de qué trata realmente?, es cuando sale a flote el asunto temático que da consistencia a toda la acción de esa trama principal.
Pues bien, si se aplican los criterios habituales de análisis de historias, también en ésta, como apunta Ron Howard, hay un trama principal y por lo menos otra secundaria. Y, como bien recuerda JJG Noblejas, es en las historias secundarias o subtramas donde se tratan los asuntos temáticos de envergadura.
Si tomamos en serio lo dicho por Howard, resulta que en la trama secundaria de su historia hay “dos personajes peligrosos, fundamentalistas militantes” (supongo que se refiere a los malvados Silas y Aringarosa). “Para ellos, -continúa el director de DVC- la fe ciega es una virtud que luego se transforma en militancia que lleva al odio y a la sangre. El mundo en que vivimos (ojo, que Howard se ha salido del mundo de ficción) es testigo de hasta qué punto hay consecuencias desastrosas cuando la fe se transforma en militancia”.
Lo que yo leo aquí, lisa y llanamente, es que, según el mismo Howard, la película que ha dirigido no trata de unos “personajes peligrosos” que odian y matan (en el mundo de ficción) sino de que los creyentes convencidos (en el mundo real en que vivimos) son necesariamente violentos.
Si esto es así, quizá habría que incluir esta película entre las que propugnan, por razones mercantilistas o ideológicas, el carácter relativo de toda la realidad, donde cualquiera que sostenga la posibilidad de, mira por donde, buscar la verdad (y encontrarla) es tachado de fundamentalista.
Lo irónico de todo esto, como dice Jorge en el post sobre la Bella y la Bestia, es que han sido los cristianos y con ellos otros creyentes (judíos, musulmanes y otros más) los que han sabido usar la razón en este episodio, pidiendo respetuosamente un poco de respeto. (Petición que, según sabemos, no ha sido escuchada en absoluto).
La historia todavía no ha llegado al final. Veremos qué pasa en la taquilla. Dice Barbara Nicolosi que Sony quiere asegurarse el éxito en el primer fin de semana pues teme el boca a boca posterior. Si alguien quiere manifestar su voto en este asunto, ahí tiene un modo sereno de hacerlo, sin necesidad de hablar de boycott.
Por mi parte, me apunto a la resolución de la historia que propone JJG Noblejas cuando, en el artículo sobre la Bella y la Bestia, menciona al malvado Henry F. Potter, de “It’s a Wonderful Life”. En efecto, dicen que cuando le preguntaron a Frank Capra por qué al final de la película no se castiga al malo, el director contestó: “We photographed several solutions, discussed many others, then threw them all away and decided to let heaven take care of him”.
¿Quién se atreverá a juzgar las decisiones de los directores de Sony, de los críticos o de los espectadores? No lo hace ni la Oficina de información del Opus Dei que ha llevado adelante un plan de comunicación para recordar a Sony que su Grupo se ha comprometido a ser “cuidadosamente respetuoso hacia las diferencias culturales y regionales” del público al que se dirigen.
Quizá lo más saludable sea, como en las películas de Capra, confiar en la oración, y tener la esperanza de que llegará el final feliz, que a unos les animará a tomarse más en serio su fe cristiana (y a estudiarla, como dice el biblista Gianfranco Ravasi), y a todos, a aprender a comprender y respetar a los demás.
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Ah, estimado Maty, y sobre lo que dices en uno de tus comentarios a “La Bella y la Bestia”: me temo que te equivocas. Sí, te equivocas si piensas que no hay gente que lee aquí. Sí que se os lee. Y con gusto. Pienso que tus intervenciones contribuyen a que el ya de por sí sabroso blog de scriptor.org lo sea más. Gracias por tu sinceridad, y sobre todo, por tu indudable búsqueda de la verdad en los asuntos que se tratan. A fin de cuentas, ésta es la búsqueda que vale la pena, y no el “seek the truth” del mercantilista, falso y deslavazado DVC, en sus dos versiones, libro y film. Así es que gracias. Muchas gracias.
Publicado por: csb | 17 mayo 2006 en 04:13 p.m.
Me uno a estos deseos de Carmen Sofía. ¡Bravo!
Publicado por: Montse | 17 mayo 2006 en 07:28 p.m.
Gracias, Juanjo, por tus esfuerzos durante estos días, o semanas, o meses. Me has ahorrado mucho tiempo en búsqueda de información de calidad sobre DVC.
Me sumo a los agradecimientos a Maty. Da gusto leer a gente que piensa. Y, como han dicho en post anteriores, estos "diálogos" van más lejos de lo que tú crees... tan lejos, como lejos está Chile, lugar donde vivo y te escribo. Y no soy el único por estos lares con debilidad confesa por lo que aquí se escribe...
Sobre la película, un último comentario, ya sabido. Es difícil que una fiel adaptación de una novela mediocre sea más que mediocre... ojalá que pronto podamos volver a comentar sobre buen cine.
Publicado por: Paco Zegers | 18 mayo 2006 en 06:57 p.m.
Muy buen trabajo. Estoy casi seguro de que ya debes conocerlo, pero te dejo este blog sobre el método creativo de Dan Brown:
http://probar.blogspot.com/
Publicado por: irichc | 20 mayo 2006 en 03:21 a.m.
Escribo corto, porque precisamente ando un poco corto de tiempo, pero no quiero dejar sin agrradecer estos comentarios.
Muchas gracias, Juan Manuel: sigo de vez en cuando tu nueva aventura de escritura en la red, y veo que me gustan las cosas que piensas, pintas y escribes. Seguiremos en la brecha poética y estética.
Muchas gracias, Carmen Sofía. Bien sabes que -aunque escribir cuesta- leer es muy agradecido, cuando lo escrito tiene sentido y no se hace como figura de estilo, sino para pensar... Espero -y no soy el único, que sepa- que esa investigación sobre el mundo de Capra y las relaciones entre la realidad de la ficción y la ficción de la realidad salga pronto a la luz pública, en forma de libro.
Muchas gracias por hacer alusión generosa a lo que aquí se suele dialogar, incluyendo a Maty, que dudo no lea esto, porque quizá es el gran circumnavegador de los océanos digitales, en busca de gentes que -al menos- escuchan y piensan antes de hablar (escribir), como por fortuna suele suceder casi siempre aquí.
Gracias de nuevo a Montse, por hacer las cosas (tantas) tan bien ajustadas en esa referencia obligada que es Internet Política, con generosa dedicación y como quien lava, es decir, si aparente esfuerzo.
Gracias en fin a Paco, por haberse decidido a escribir en la red, y no sólo en el duro formato de los guiones cinematográficos. Recuerdos a la familia y uno o una más.
En fin, vuelvo a la tarea de terminar de escribir un "paper" para un congreso. Un cordial saludo.
Publicado por: JJG Noblejas | 20 mayo 2006 en 09:27 a.m.