Hace unas semanas escribía a propósito de lo dicho por ETA [ver Palabras e imágenes de terroristas: ¿tregua, alto el fuego permanente o sigue el chantaje? [>> Upd], y también Palabras e imágenes de terroristas (2): ecos en Europa], con la intención de precisar el sentido de las palabras que se usan y las cosas que se mencionan.
Mal van las cosas cuando en el espacio público de una sociedad no se atiende y no se cuida este aspecto tan esencial de la comunicación, en el que se pone en juego el entendimiento o el engaño, la verdad o el error, la mentira, y sus consecuencias inmediatas y a medio y largo plazo...
Las palabras no son -como a veces se pretende (y se logra, por desgracia)- "gestos mágicos", especie de "abracadabras" o conjuros que -aunque no se entiendan ni tengan sentido racional-, una vez que figuran en el BOE o en los "medios de referencia" resulta que hacen cambiar, por sí solas, la realidad de las cosas.
Las palabras no funcionan así, en un mundo que -siendo racional- ya no es "mágico". Al menos, si queremos mantener la racionalidad y limitamos algunas concesiones "mágicas" a los anuncios publicitarios en la televisión... (Sin por eso convertir luego -como sucede- las campañas electorales o la comunicación institucional en renovados "juegos de magia" propagandística y publicitaria. Pero ese es otro asunto).
El caso es que hoy aparecen dos cosas publicadas que abogan en ese sentido racional del uso de la palabra para hablar de la realidad de las cosas de nuestro mundo humano. Me refiero al comunicado de RSF y al editorial y un artículo en el diaro ABC.
Es de agradecer que RSF rectifique su atropellado modo de entender a ETA. Reporteros Sin Fronteras había "rebajado" la peligrosidad de ETA como "predador" de la libertad de prensa. Quizá influídos por el "buenismo" que vende el gobierno de Zapatero en el trato con el conglomerado que -por simplificar- se llama ETA.
Una cosa es lo que dicen los políticos del gobierno español, negando sin más la realidad (quizá pensando "¿la realidad?: eso no existe; la realidad somos nosotros") para intentar hacer que coincida con sus sueños. Y otra lo que puede verse a través de algunos medios menos gubernamentales respecto de, por ejemplo, los "presos", la "anexión" (o "territorialidad") de Navarra, la "autodeterminación" y otras tantas minucias...
Se agradece, por tanto, encontrar un organismo relacionado con la comunicación pública que -tras creer lo que le han vendido como realidad- rectifica en cuanto ve que las cosas son de otro modo. Este es el texto del comunicado:
Reporteros sin Fronteras había retirado, acaso algo precipitadamente, a ETA de la lista de “predadores” de la libertad de prensa, hecha pública el pasado 3 de mayo.
Con esta decisión no se trataba en absoluto de hacer borrón y cuenta nueva de las exacciones cometidas por la organización terrorista contra muchos periodistas y medios de comunicación. Asesinatos, amenazas, chantajes...Sin duda alguna, ETA era un enemigo de la libertad de prensa. Retirándola de nuestra lista, simplemente dejábamos constancia de la relativa calma existente en los últimos meses y del compromiso adquirido por ETA de renunciar a cualquier violencia. Queríamos, de alguna manera, animar la buena voluntad.
No obstante, reconocemos que quizá cometimos una imprudencia, a la vista de las reacciones de muchos de nuestros colegas españoles. Por ello, y habida cuenta de que la lista puede ser actualizada permanentemente, hemos decidido volver a discutir en los próximos días la cuestión del mantenimiento o no de ETA en ella.
Fernando Castelló, Presidente de Reporteros sin Fronteras Internacional
Robert Ménard, Secretario General de Reporteros sin Fronteras.
Y esto tiene que ver exclusivamente con la posición de ETA respecto de los profesionales y medios de comunicación. ¡Qué pena que no exista algo así como "Ciudadanos Sin Fronteras", que pudiera decir algunas otras cosas al respecto!
De todos modos, lo publicado hoy por el diario ABC y por su director ayudan a equilibrar la postura gubernamental y clarificar en algo la situación real del asunto.
Comienza así el editorial titulado "Condiciones inaceptables de Batasuna":
EN el llamado proceso de paz abierto por el anuncio etarra de alto el fuego no sólo se debe verificar la certeza del cese absoluto de la violencia, sino también la finalidad última del diálogo que el Gobierno entablaría con los terroristas. Y si lo primero incumbe al Ejecutivo, a través de los servicios de inteligencia del Estado, lo segundo incumbe a la opinión pública y al principal partido de la oposición, el PP, el único que ha decidido asumir un papel fiscalizador en este momento.
Y dice Antonio Zarzalejos, director del mismo diario, ayer, dirigiéndose a Zapatero: Es la libertad, presidente
... El proceso que ahora se inicia no es de paz, que sólo sería una de sus consecuencias, sino que debe ser un proceso de libertad y que exige, para que sea cierto y catártico, el desmantelamiento del régimen nacionalista tutelado por ETA...
LAS viudas no han vengado el asesinato de sus maridos; ni los hijos los de sus padres; ni los padres los de sus hijos. No ha habido esa simetría tan del gusto buenista que permita sostener que estamos ante el impulso, el inicio o el propósito de un proceso de paz. La paz concierne a los contendientes en una pelea en la que unos y otros están dispuestos a matar y a morir y que, llegado el momento, alcanzan un armisticio o un pacto. Nada de eso ha ocurrido ni ocurre ni en el País Vasco ni en Navarra.
Tras los féretros de las víctimas siempre ha habido un testimonio de resignación, un llanto contenido y una ira inocua. Es indecente, en términos éticos y políticos, mimetizarse con la semántica de los verdugos y de sus beneficiarios -que han sido legión- para, mediante eufemismos, paliar la gravedad del muy delicado paso que el presidente del Gobierno, con más precipitación de la debida, parece estar dispuesto a dar: entablar de inmediato un diálogo con la banda terrorista ETA al que seguiría un nuevo proceso político con propósitos todavía ignotos pero no imprevisibles.
Si José Luis Rodríguez Zapatero auguró un proceso «largo y difícil», su predicción, o no era sincera, o el control de lo que ocurre se le escapa de las manos. Porque una iniciativa como la que se está viviendo -un supuesto «principio del fin de ETA»- requiere de una teorización previa que sirva de guía a ese proceso de liquidación del terrorismo. Si no hay diagnóstico acertado, la terapia será irremisiblemente confundida.
Tanto el editorial como el artículo firmado por Zarzalejos merecen ser leídos en su integridad. Aunque solo fuera por volver a hacer justicia a las palabras que se utilizan para nombrar las cosas. Y para no confundir el lenguaje de la política con el de la magia o la publicidad.
PS-- Aprovecho para recomendar la lectura del artículo de Cayetano González, hoy, en El Confidencia Digital, bueno y oportuno como de costumbre, "Reconocimiento a la AVT":
(...) han pasado ya veinticinco años desde que Ana María Vidal-Abarca, con el corazón y el alma partida por el asesinato de su marido, Jesús Velasco, en Vitoria, empezó a poner los cimientos de lo que ahora es una realidad consolidada. Eran, aquellos, tiempos muy duros para las víctimas del terrorismo. Eran los “años de plomo”, en los que prácticamente nadie –ni las Instituciones, ni los medios de comunicación, ni la sociedad en general- se ocupaba de las víctimas.(...)
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