Dicen que son los soldados cansados quienes ganan las batallas. Un servidor está cansado, más bien harto, tras ser convertido en voluntario escribidor a causa de las ofensivas del dichoso "Código da Vinci", primero en versión papel y ahora en versión pantalla.
Cuento de un tirón acerca de este hartazgo ante esa ofensiva en sucesivas oleadas, en plan tsunami, no solo contra la verdad de las cosas, sino contra un mínimo uso de la razón y del sentido común. Y cuento también acerca de la batalla que se gana y de su arma secreta. [Han salido 6 puntos: amigo lector, ánimo y un poco de paciencia].
1. El "timing" dramático de las ficciones
El protagonista de cualquier historia o película bien hecha, suele pasarlo muy mal cuando se encuentra a la altura del final del segundo acto, antes de llegar al clímax del tercer acto y a la resolución final (que suele ser más bien feliz). Lo pasa mal, sobre todo, porque está cansado y tiene la impresión de que ya no le quedan recursos para llevar adelante –frente a quienes se le oponen- el asunto que tiene entre manos. Es el momento en el que -lo sabemos todos- "sacando fuerza de su propia flaqueza", o quizá con la llegada providencial del "séptimo de caballería", las cosas toman el rumbo adecuado al protagonista. Que es un rumbo distinto del antagonista o "malo" de la película.
Pues bien, sabiendo un poco de este "timing" dramático y narrativo de las ficciones, también propio de tantos aspectos de las historias de la vida real (de ahí salen, a fin de cuentas, las genuinas ficciones poéticas, no sólo los "best sellers de diseño", pseudo-ficciones poéticas), tengo la certeza de que este es el caso de la Iglesia católica y el Código da Vinci (DVC). El "timing" nos avisa que estamos en el final del segundo acto, y que –digamos- la posición de la Iglesia parece crítica ante la presión del Código.
Pero hay síntomas en todas partes de que las cosas no van a durar mucho: tras el "climax" del estreno, que será sin duda un bombazo, veremos llegar una "resolución" no tan favorable al Código como la prevista por los lanzadores de la película.
Para no perdernos con los detalles: la Iglesia es la protagonista, la Bella, mientras que el DVC es el antagonista, la Bestia. Y no se trata de las imágenes románticas de La bella y la bestia de Disney, ni las de Cocteau, sino de las recientes imágenes de Peter Jackson: la chica indefensa y el peligroso gorila salvaje, misteriosamente "prendado" de ella.
2. Una historia de buenos y malos
Hasta ahora podría parecer que las cosas son al revés: los buenos, los protagonistas desinteresados, nobles y sinceros, los llenos de afanes de ayudar a los demás con su generosa libertad en torno a la verdad, etc., eran Mr. Dan Brown, Doubleday, Sony, Columbia, Mr. Ron Howard, Mr. Tom Hanks y compañeros. Desde el punto de vista de éstos, que han tenido el saque en este partido, han decidido que se trata de una historia de buenos y malos, en la que –para que unos ganen- otros tienen que perder. No han querido plantear una historia “win-win”, en la que todos los participantes podían salir ganando.
Por eso, los malos eran los oscurantistas, los engañadores y los engañados cristianos: los eclesiásticos, los sombríos sectarios, los perversos asesinos de la historia, del arte, de la belleza y de la verdad, entre tantas otras cosas. Ahí anda Paul Bethany el ridículo monje-“Caballero Shit” sado-masoquista. Será parte del “original hallazgo artístico” que tanto defiende Ron Howard, aunque salta a la vista que no pasa de caricatura visual del Jedi converso al “lado oscuro”, como todos hemos visto en la última "Guerra de las Galaxias".
Pero la gente normal (incluido ese 25% de ingenuos que –según unas encuestas o el 30% según otras- piensan que lo leído en el DVC es cierto), se está empezando a dar cuenta de que los que parecían buenos, son los malos, y al revés. Porque para promover el "eterno y sagrado femenino" de corte new age, y que para que -en su nombre- el “chico-profesor talludito” (Hanks), tan serio él, se enamore de una chica que podría ser su hija (Tatou), tan poca cosa ella, no parece necesario montar tanto "follón" [Drae: "Desorden, enredo, complicación". También, aplicado a hecho o persona, "Vano, arrogante, cobarde y de ruin proceder"].
No parece proporcionado, para lo que ahora dice ser una simple ficcioncilla con un poco de thriller, montar un "follón" que pretende –nada menos- que "desmontar" la historia de Occidente y el cristianismo de raíz, haciendo ver que el cristianismo es un vulgar "timo" sacado adelante por generaciones de engañabobos, tahúres trileros, robaperas y cantamañanas, una mafia misógina que asesina a quien ponga en peligro el tenderete de su "negocio".
La gente normal nos estamos dando cuenta de que las cosas son más bien al revés: el chico talludito se olvida en un par de meses, y en la sociedad queda el rescoldo radiactivo del "gran timo" del cristianismo. Nos estamos dando cuenta de que la gigantesca y ridícula impostura es justo la de unos cuantos “listillos”, con leyes mercantiles, copyrigths y leguleyos a favor, y con el marketing bien estudiado y engrasado, que han montado este "follón pseudo histórico-teológico" para tomar a cuantos ciudadanos puedan, primero por “paganos”. Es decir, ciudadanos que les paguen los millones que hasta ahora han ganado y les sigan pagando los que dentro de poco seguirán ganando. Y luego, si se convierten en descristianizadores de la sociedad, eso será asunto suyo. Y a lo mejor se quejan de que alguien hable de 30 monedas de plata. Porque lo que Mr. Brown, Mr. Howard y demás fautores "folloneros" dicen haber hecho es una simple e ingenua ficción, que ni siquiera necesita del aviso de que "cualquier parecido con la realidad, etc..., es pura coincidencia" (como puso el editor italiano en el "Codice").
Una simple e ingenua ficción, bajo el manto protector del sublime “arte” literario (que todo crítico en sus cabales ha denigrado) y –ahora, con Ron Howard- apriori “arte” cinematográfico. Y luego, ahora, una vez que se comprueba que ha dejado de funcionar como argumento de venta la capa de “datos históricos” que ahora serán desvelados (“seek the truth”, tacháan!: la verdad al fin os será revelada el próximo día 19”: pero para conocerla –ajájá, esto sí que sí!- no olviden pasar antes por taquilla, sin olvidar las palomitas, en sesiones numeradas de tarde y noche).
3. No hay conspiración, sólo aprovechados
No hay conspiración. Solo ocurre que, por una parte hay unos tipos que se las ingenian para conseguir pingues beneficios crematísticos (del pobre Hanks, que sólo cobra $30m., para abajo) a base de sacar –montando un “follón”- dinero de muchos millones de bolsillos.
Por otra parte ocurre, como de ordinario, que hay alrededor otras gentes que –como buitrecillos carroñeros- ven la oportunidad para dar unos cuantos “curritos” a los cristianos en general, y a su fe y a su moral en particular. Dejando claro, por supuesto, que están bien lejos de la nefasta manía de ofender a nadie. Sólo pretenden defender a la humanidad de algunas manías cristianas. Cosa que nadie se plantearía hacer, curiosamente y por diversos motivos, con los hebreos ni con los mahometanos. ¿No habrá algún malpensado que crea que esto es acaso un abuso calculado de la caridad cristiana? Me parece que los cristianos -como tales: en lo que se refiere a la fe y las costumbres, por así decir- no comparten la idea mercantilista, hoy triunfante, que dice que lo importante es que hablen de uno, aunque sea bien.
4. A fin de cuentas, sólo se trata de aprovechar para ver si…
… llamándoles “fundamentalistas” o “ultraconservadores”, o “sectarios” o alguna lindeza de este género, los cristianos en general o algunos en particular, se desmoralizan un poco. Es decir, dejan de lado sus creencias, y se apuntan de una vez a la modernidad científica y progresista. Que es la buena, porque es la nuestra (y además el horóscopo del día confirma que hoy no somos supersticiosos). “Marchando: un currito para los cristianos!”.
… por fin dejan de tener prestigio social esas gentes tan molestas, empeñadas –¡qué sé yo!- en que las personas vivimos desde la concepción hasta la muerte, ambas naturales. Es tremendo soportar gentes a las que no les gustan las clonaciones, los abortos ni las eutanasias, ni siquiera cuando se presentan plañideramente a base de dramáticos casos extremos, reales o hipotéticos, con sofismas de laboratorio (farmacéutico), y con delicadas falacias, construidas con tanto cuidado y primor. ¡Qué pena: ellos se pierden el “prestigio” social que damos a cambio del apoyo! “Marchando: un currito para los cristianos!”.
… desprestigiamos de una vez a esos tipos que no aprecian como es debido los grandes avances sociales que suponen los “pseudo”-matrimonios homosexuales y los preservativos obligatorios en los colegios de enseñanza media. O que se empeñan, en cambio, en que haya libertad de enseñanza, que no todo sea seguir lo que manda el Estado, es decir, las ocurrencias del gobierno de turno. “Marchando: un currito para los cristianos!”.
… los contribuyentes dejan de una vez de destinar una ínfima parte de sus impuestos a la Iglesia, porque dice que atiende y cuida las misiones, los hospitales, los pobres, ancianos, locos y desamparados, las parroquias y santuarios o las catedrales y otras obras de arte pictóricas, musicales, literarias, y porque se empeñan decir en que eso es un servicio a la sociedad. Cuando todos sabemos que sólo se sirve a la sociedad haciendo lo que diga el Gobierno de turno, si es “progre”. Porque los duros que se dan a la Iglesia sólo sirven para que se forren a comer esos gordos eclesiásticos, parásitos sociales que mejor harían dedicándose a algo útil. “Marchando: un currito para los cristianos!”.
5. En fin, también hay otros que “aprovechan para ver si…”
… dado que el DVC ayuda a destacar los asuntos sexuales, en términos de "género", como quien no quiere la cosa, poniendo fuera de juego, en ridículo, el celibato apostólico de los católico. Dado que de paso se puede machacar un poco el intolerable machismo que no permite sacerdotisas, etc... Porque, como bien dice (sin querer) el DVC, la Iglesia es en realidad una tolerable dinastía monárquica (ojo: lo aprovechamos nosotros, republicanos hasta las cachas), que debería seguir los pasos previstos por su presunto fundador. La intensa luz sobre las partes pudendas del atareado conservador del Louvre (muerto tras el esfuerzo de dejar pistas, más que por cualquier disparo en el vientre) ya indica “artísticamente” hacia donde se mira, aunque no se vea.
Aunque sea ridículo (y resulte blasfemo para los católicos) reivindicar a “Magdalena” como feminista eclesial, dado que su “relevancia hereditaria” sólo viene por presunta vía matrimonial, como la secretaria del fundador de una multinacional que “se casa con el jefe”. O como Evita con Perón en Argentina. (Aviso para amigos e iniciados: ¡hay que evitar que circule esta idea, porque nos desmonta el primoroso tinglado sobre el “sagrado femenino”!). “Marchando: un currito para los cristianos!”.
… podemos sacar adelante una constitución europea sin mención de raíces trascendentes, y con sus libertades en asuntos de “salud” sexual, familiar, de limpieza de nacimiento y muerte: no más niños Down, no más espinas bífidas en un mundo sanitizado, no más ancianos como Juan Pablo II. Todos y todas, guapos, blanquitos y rubitos, bronceados ahora en verano y sin excesos de lípidos, celulitis o lo que se lleve en plan playboy o playgirl. (Es un fastidio que los cristianos no sean un poquito más elegantes, eugenéticos, o racistas, o como se diga sin quedar mal; es un fastidio que estén por la integración real de los inmigrantes: ¡con la cantidad de hijos que tienen esos inmigrantes, no sabemos bien dónde iremos a parar!). “Marchando: un currito para los cristianos!”.
… no nos siguen fastidiando con su idea de libertad política y su tendencia a la “transversalidad”, como en Italia, con católicos en partidos del centro izquierda, ¡qué barbaridad!. A ver si montan por fin un partido político de católicos, y nos dejan en paz con la libertad ideológica de la doctrina cristiana. A ver si conseguimos de una vez que lo que para ellos es fe, moral y doctrina, sea sólo una ideología política más, tan relativa y cambiante como las demás. “Marchando: un currito para los cristianos!”.
En fin, aprovechemos para ver si logramos que los cristianos lo sean sólo en sus casitas, de puertas adentro, pero que se olviden de serlo cuando están en la calle, en el trabajo profesional, en la arena cívica y política y –desde luego- en las instituciones públicas.
6. Hablemos un poco de la Bella inocente y de la Bestia de inocente apariencia
Así anda la Bella inocente, la Iglesia defendiendo causas impopulares. Así anda, como el auténtico "caballero" de Jorge Luis Borges, que "sólo defiende causas perdidas". El caso es que resulta que esas causas, que tanto molestan a algunos, son suyas porque (este sí) es un “sagrado legado” recibido, que ha de custodiar y hacer fructificar, porque además coincide con las exigencias de la dignidad humana. Contando con todas las debilidades humanas.
La (Bella) y hermosa Iglesia, y los cristianos, saben mejor que nadie que vivir como personas a la altura de la dignidad humana, la asumida por Jesús, no es precisamente algo cómodo, ni mágico, ni teórico, ni técnico, no es algo que se logre de una vez por todas y sin esfuerzo. La vida, pasión y muerte de Jesús no son macanas. Ni lo es tampoco la gloria de su resurrección. La práctica coherente de la vida cristiana no son macanas, ni caminitos de rosas en cuentos de hadas.
La vida en la (Bella) Iglesia, como toda rosa verdadera, tiene punzantes espinas. Y a veces, se topa enfrente con alguna que otra Bestia.
Entiendo que esta realidad moleste a quienes están entrampados e implicados como fautores y como fans, con el bodrio con lazos de pulpo gigante, con la Bestia que es el Código da Vici. Es difícil apearse del machito. Es mucho más fácil seguir dando mangazos a la pobre Bella, mientras luchamos (sobre todo nosotros: Disney-Columbia) por la supervivencia del más fuerte contra los dinosaurios y los otros monstruos bestiales (sobre todo ellos: Paramount, Universal, Fox, etc.) que conviven en esa isla brutal que es Hollywood, de ordinario escondida tras la bruma artificial del glamour fabricado al efecto.
6.1. A la defensiva de la Bestia, R.Howard deja a la Bella para el arrastre
Por eso, por ejemplo, se apresura Ron Howard (a la derecha, en la foto) a hacer un "framing" de su participación, planteando la alternativa de que su película es “buen cine”, y no una “provocación”. No sabía que lo opuesto a lo uno fuera lo otro. Sucede que se juega mucho dinero y poder en cada paso que Howard da en esa jungla que bien conoce. Pero quizá no se da cuenta de que –en este caso- está él mismo a la defensiva, arrimándose a tablas o a las cuerdas del ring que él mismo ha construido.
A diferencia de como sucede en la película de Peter Jackson (el público queremos y él también quiere que la chica, la Bella, salga sin estropicios de la brutal lucha de monstruos entre lianas, y así sucede, a pesar de los increíbles meneos que recibe), en este caso sucede que Ron Howard, repartiendo mangazos defensivos ante los restantes monstruos, enarbolando la chica en la mano izquierda, termina por (o se siente en la obligación “moral” de) dejar a la pobre Bella para el arrastre: “el film –dice anteayer en una entrevista en Repubblica- es una obra autónoma. Y como el libro es una ficción, no un tratado histórico-teológico que se toma con fanática seriedad”.
Es astuto plantear la retirada hacia la autonomía del arte. Y quizá hace bien en “declarar sin conceder” que se trata de una ficción, porque eso choca con la premisa mayor del lanzamiento, centrada en el slogan “seek the truth: May 19”. ¿De qué verdad se trata? ¿De si el chico y la chica al final se van juntos? ¿De que los asuntos que –casualmente, según dice Ron Howard- no tienen nada que ver con la historia o la teología quedan “resueltos”? Como tiene el saque, también en la entrevista, resulta que no sabe, no contesta… (Pero es la Bestia que resopla por una de sus cabezas).
De todos modos, en lo que se desvela su defensiva de la Bestia (quizá la película no resulte tan “artística” como piensa), es en el modo gratuito y un poco fascistoide de declarar, así, por sus pistolas, que “no es un tratado histórico-teológico que se toma con fanática seriedad”. ¿Ha dicho la Bella que la Bestia es “un tratado histórico-teológico”? ¿Lo ha tomado la Bella con esa tremebunda cosa que llama “fanática seriedad”? Más bien parece que es la Bestia que resopla por una de sus cabezas, que se trata de un “faux pas” que traiciona su propio “whisfull thinking”. Hubiera sido estupendo para la Bestia que la Bella hubiera resultado una fanática, con la seriedad de una “nazi”, por ejemplo. Pero no es así, estimado Sr. Howard: lo sentimos mucho, pero está usted de la parte de la Bestia.
Y lo está porque a fin de cuentas resulta dogmáticamente sectario, o fascistoide, atribuir a los demás lo que a uno mismo le hace daño en el zapato, y decir, como Mr. Howard dice en la entrevista: “¿pero cómo se puede plantear boicotear una película antes de haberla visto? Eso es odioso dogmatismo sectario”. (Alguien del servicio de relaciones públicas de la Bestia debería decirle, quizá, que está hablando de los benditos miembros de la Anti Defamation League judía, que estuvieron -es su trabajo- “promocionando” el boicot de “La Pasión” de Mel Gibson durante todo el año previo a su estreno).
Cuando es preguntado por las referencias de la película a la realidad, dice (dando por supuesto que todos estarán de acuerdo, no sólo en general, sino en este caso concreto) que “hay una subtrama con dos personajes peligrosos, fundamentalistas militantes. Para ellos, la fe ciega es una virtud que luego se tranforma en militancia que lleva al odio y a la sangre. El mundo en que vivimos es testigo de hasta qué punto hay consecuencias desastrosas cuando la fe se transforma en militancia”. ¿En qué quedamos, se cuenta una inocente ficción -la trama principal- o se desvela -con la trama "secundaria"- un peligro mundial en las insidiosas asechanzas contra el cristianismo?¿O endosamos todo el entuerto a los colegas de publicidad y marketing?
Es inteligente y profesional la respuesta de Howard, porque en las tramas secundarias, es donde están los contenidos temáticos fuertes de las películas, pero deja al descubierto que –a fin de cuentas- la película trata de lo que un momento antes había negado: de asuntos histórico-teológicos, que son tomados (atención: por los autores del libro y de la fiel película) “con fanática seriedad”, y así atribuídos a esos personajes de la subtrama. Los personajes y lo que hace y dicen sólo depende de quienes los construyen y los hacen hacer y decir cosas, como y cuando les da la gana.
Ron Howard ha hecho el juego de la Bestia, quizá sin quererlo, o sin terminar de darse cuenta de que lo hace. A lo mejor cae en la cuenta de que así sucede en tantísimas películas, en las que el malo (la Bestia, en este caso), tiene alrededor a sus tontos (o listos) útiles y sus compañeros de viaje (Hanks se suma al ya numeroso coro mediático de PR), asoldados para dar la cara por el (por ella, la Bestia, la película y -detrás-, Sony, el Estudio que necesita este escándalo para salir financieramente de un muy mal año).
6.2. La Bella, por su cuenta, empieza a salir del “follón” que le han montado
Termino. Dice un portavoz romano del Opus Dei, ayer, ante esas declaraciones de Ron Howard de anteayer, (recomiendo leer la declaración entera) que se “atrevería a rogar a Ron Howard que mantenga la serenidad y se exprese con respeto”. OK, muy bien. Y dice que la película “es ofensiva para los cristianos, Howard representa al agresor, y (…) no se puede quitar al agredido incluso el último derecho, el de expresar su punto de vista.” OK, ya lo sabemos, quizá R.H. no lo sabía.
Y recuerda que Howard dice "que no hay que tomarla demasiado en serio", para añadir "pero no es posible negar la importancia del cine y de la literatura. La ficción influye en nuestro modo de ver el mundo, sobre todo entre los jóvenes. No es serio no tomársela en serio." OK, desde luego que así son las cosas. Ya decía Gregorio Magno a Sereno, allá por el año 600, que “las imágenes educan a los iletrados y analfabetos, y mueven el corazón a la devoción”. Eso pasa con todas las imágenes, la edificantes del Magno y también el resto de imágenes. Hay que tomar muy en serio todas las ficciones. No se descalifica una historia diciendo que es ficción, a no ser que de antemano se identifique injustamente la ficción con las mentiras, los engaños u otras cosas.
No creo que a la Sony le gustara que en una ficción semejante al DVC, se mostrara que en realidad es una tapadera de la "yakuza", y heredera de los intereses e ideales de los nazis que los japoneses tuvieron por aliados en la segunda guerra mundial. Digo, por ejemplo… Es una pura ficción, que a buen seguro la Sony estaría dispuesta a financiar, dada su ilimitada confianza en que todo el mundo se dará cuenta de que se trata de una pura, simple e inocua ficcioncilla...
Y el caso es que la Bella sigue saliendo por su cuenta del follón montado por la Bestia. Dice, por ejemplo, Mons. Javier Echevarría, en una entrevista de Vittorio Messori, hoy, en el Corriere Della Sera que “ese fantasioso señor (Dan Brown) se ha ganado nuestras oraciones: rezamos con el mismo fervor por quien nos alaba que por quien nos difama”. Si bien, preguntado por su lectura del libro, dice que sólo lo ha hojeado: “no tengo tiempo para perder con novelillas para ingenuos. De todos modos, no es rechazable por lo que dice de nosotros: son las cosas acostumbradas, que nos hacen sonreír. Lo que me causa dolor son los delirios grotescos sobre Nuestro Señor y sobre nuestra Santa Madre Iglesia. Que digan lo que quieran de la Obra, pero que no blasfemen de la fe”.
La Iglesia (y el Opus Dei, una partecica de ella), reza por quienes blasfeman, les difaman y calumnian. La Bella ha triunfado, triunfa una vez más sobre la Bestia. Porque nadie puede impedir que los cristianos y especialmente los católicos, recen por quienes dejan su fe, su doctrina y su historia real, hechos unos zorros ante los ingenuos e ignorantes. La oración, el hablar con Dios y pedirle mercedes, algo que nadie puede impedir, siempre ha sido el arma secreta de la Iglesia, de la Bella.
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Por hoy basta. Así está bien. Otro día, quizá, más.
Más, a propósito quizá del brillante ensayo de Rafael Gómez Pérez sobre la literatura de religión-ficción, La gnosis en calderilla y los millones en caja, o de la necesidad de paliar la ignoracia religiosa, o de l'esprit des Lumières según T. Todorov, o quizá a propósito de Tom Hanks como productor semioculto de la serie poligámica "Big Love", enfadando a los mormones, o de su corte de pelo en la película. Esto último, tan tonto y tan irreparable (el corte de pelo en plan “Mullet Code”, o “Código Salmonete”), puede ser una ruina para la película: no ha gustado a nadie entre los expertos, y se habla de lo ridículo que resulta, entre los pocos que han visto los primeros pases privados de la película.
Leído, que no es poco.
Yendo más allá de la novela/película y los mensajes contra la Iglesia, quiero hacer hincapié en lo de siempre: la gravedad del problema radica en la INCULTURA cada vez mayor que nos rodea.
Sin ser creyente (sin ninguna etiqueta adicional), no soporto que se tergiverse la historia, presentándola como la verdad.
No, no soporto la mentira y mucho menos la pública.
Tampoco la falta de valores, la irrespetuosidad,...
Para Hollywood la película es simple negocio, sin más. El mensaje que vende tiene su público, escasamente leído y formado, incapaz de ir a las fuentes y elaborar su propio criterio. No, prefieren repetir como cotorras las consignas del vocero de turno.
Esas mismas causas, la incultura, la credulidad y la carencia de criterio propio, es lo que está también detrás de los temas paranormales, tan al gusto de PRISA/SOGECABLE.
Da igual que los contenidos sean falsos, que los presentadores hayan sido pillados reiteradamente en falta, en mentira, no importa. Sólo interes la audiencia y el negocio consiguiente.
Los principios, la verdad, la ética, el rigor,... no importan.
La novela y la posterior película son una excrecencia más de nuestra degradada sociedad, tan aborregada e inculta, por mucho que el porcentaje de población universitaria está en porcentajes históricos.
Esa es otra, la incultura supina de esos estudiantes.
Tiempo atrás he denunciado que otorgasen un premio a una bitácora basada en la mentira, en el engaño. No importó al jurado ni a quienes la promocionan.
Cuando no hay ética/moral alguna sólo vale la ley del más fuerte, ahora: el más poderoso económicamente.
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Hoy, Luis Gámez publica en su bitácora Magonia un extenso artículo desmontando otra conocida falsedad, también creída por muchos. También entonces los medios se hicieron eco, engordando la mentira, aún cuando se supo que era falsedad. De vez en cuando la recuperarn las televisiones.
Magonia: Extraterrestres de serie B
http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia/2006/05/13/extraterrestres_de_serie_b
Hace muchos años tuve una acalorada discusión sobre una persona que defendía a capa y espada la validad de la astrología. Lo peor no era su defensa no, lo peor es que era una doctora en medicina. País.
Publicado por: maty | 13 mayo 2006 en 08:42 p.m.
Muchas gracias, Maty. He quitando tu segundo envío, porque aparece el primero. Sobroso lo que dices.
No sé si pedir excusas por la longitud, porque a veces las cosas piden sus dimensiones. Diría que por mi parte ha sido "escrito, que no es poco"... La verdad es que he empleado unas cuantas horas en escribir de corrido, más luego las ilustraciones.
Vuelvo ahora a la ponencia para el Politécnico de Milán, que es cosa distinta, en la que tengo que hablar sobre Andrei Tarkovskij.
Un cordial saludo, y de nuevo gracias por ser el primer lector que aparece (vivo) tras la lectura, y además añade asuntos a considerar. Has logrado ya algún libro de Marcello Pera?
Publicado por: JJG Noblejas | 13 mayo 2006 en 09:27 p.m.
Tú quieres acabar conmigo!
Estoy leyendo Primera memoria, de mi querida Ana Mª Matute (premio Nadal de 1959). Y después tengo pendiente el de Quiñonero, de lectura mucho más exigente, por la densidad de información.
Esta semana he estado liado con tres utilidades nauscópicas (K-MeleonCCF -navegador-, Proxomitron -proxy local para filtrado de la publicidad- y Utilidades -colección de programas libres muy útiles-), buscando alojamiento para ellas, así que no he podido leer en demasía.
La semana que viene sí que leeré más. Y después tengo pendiente el Retrato del artista en el destierro de Quiño, además tal vez me anime con El sueño de Alejandría de mi querido Terenci Moix (ideal para desconectar).
Mucho me temo que Marcello Pera no sea muy leído en España. En todo caso, me informaré sobre su obra, pero ahora no es prioritario. ¿Cuál recomiendas?
Para colmo, en unas semanas, todo el jaleo del impuesto de la renta.
Y la semana que viene quiero centrarme en los estilos nauscópicos para GreatNews RSS Reader, que son más de 20!
PD: la percepción sobre la inmensidad de mi incultura no deja de incrementarse: Andrei Tarkovskij, "ni flores".
Publicado por: maty | 14 mayo 2006 en 11:55 a.m.
Marcello Pera, "La crisis del relativismo en Europa", ABC, 2.V.05
http://www.interrogantes.net/includes/documento.php?IdDoc=2540&IdSec=55
En "esa cosa" que dirige Enric Sopena:
http://www.elplural.com/politica/detail.php?id=2269
Había entendido que provenía de la izquierda, pero milita en el partido de Berlusconi. Cuando he leído su mención favorable al liberalismo han sonado mis alarmas y he indagado.
De lo poco que he leído, discrepo de él en lo de la relgión laica. NOOO, ni laica ni con dios, ninguna religión, creencia o filosofía con afán omnicomprensiva.
"-Postulo una religión civil que sepa trasfundir sus valores en esa larga cadena que va desde el individuo a la sociedad civil, pasando por la familia, los grupos y asociaciones, sin afectar los programas de Gobierno, partidos políticos y, por supuesto, sin tocar la separación entre Iglesia y Estado. Por la sencilla razón de que las ideas que admiro proceden de la tradición cristiana: dignidad de la persona, derechos humanos, igualdad... Aunque no sea creyente, acepto las consecuencias de estas ideas e intento justificarlas en términos históricos."
Hasta cita a Chesterton (memorable novela "El hombre que fue jueves").
Sí que resulta interesante. Como nadie nos lee, te haré una pequeña confidencia: confío mucho más en aquellas personas con valores sólidos, principios, comparta o no, que en aquellos otros en lo que todo es relativo, sin principio, ética o moral alguna ("presentable").
A la hora de la verdad, cuando se necesitan, pocos son los verdaderos amigos. Aquellas personas que siguen unos principios morales/éticos en su vida diaria, que no creen que todo es relativo en esta vida, que demuestran en el día a día su bonhomía para con los demás, esos, son los que goazarán de mi atención preferencial a la hora de intentar cultivar su amistad.
Cuando años atrás denunciaba la corrupción generalizada de los gobiernos socialistas de Felipe González, muchos me decían, me acusaban, de que si yo tuviese la oportunidad de llevarme el dinero también lo haría.
Y me dolía, sí, me dolía, cuando esos comentarios procedían de personas de mi entorno próximo, que en principio "me conocen".
Pues no, algunos tenemos principios, equivocados o no, pero intentamos ser consecuentes con ellos.
Los que van por la vida, sólo "mirándose en su ombligo", indolentes ante el sufrimiento del otro, impávidos ante las injusticias en su entorno, pues esos, no entrarán en mi reino de los cielos particular.
Hoy en nuestra sociedad ya no es importante la palabra de la persona, no, ya no tiene validez alguna. Estamos rodeados de doblez.
Pues bien, allá ellos, pero entre mis amistades no las quiero. A lo más como conocidos, sin más.
Un ejemplo: yo no podría mantener la amistad con un hombre que maltrata a su esposa/compañera. Soy incapaz de compartimentar. Alguien así, no es de fiar su amistad. No, no lo quiero a mi lado.
En la red bitacoril hispana lo que predomina es el relativismo, la falta de valores, el hedonismo como fin supremo. ES LO QUE HAY.
Así que me voy a "refugiar" en esa pequeña parte de la red donde algunos siguen promulgando esos viejos valores. La ideología o creencia religiosa no me importa, allá cada cual, mas si la valía de la persona que está detrás de la bitácora en cuestión.
Por eso sigo paseándome por Scriptor.org, ahora y más adelante, porque, desde la diferencia y discrepancia en algunos temas, hay "buen rollito".
Pues eso, JJG Noblejas, que sepas que cada día mi estima hacia ti va agrandándose.
Termino, ¿por qué los hombres no podemos manifestar públicamente nuestros sentimientos? Hablan del lado femenino, craso error, antes que hombres y mujeres somos PERSONAS, con nuestra DIGNIDAD, INALIENABLE.
PD: Pensaré en ti dentro de un ratito, cuando esté tomando una buena tapa de gambas. Después tal vez también, cuando saboreee, si me dejan, un excelente vino de misa De Müller de más de 30 años que encontró meses atrás mi cuñada al hacer un poco de limpieza. Buenísimo, oiga!
Publicado por: maty | 14 mayo 2006 en 12:27 p.m.
Leído, gran parte.
Este fin de semana estuve en Madrid. Hablé con un amigo que se dedica a la distribuciíon de cine. Y no pudimos dejar de comentar el lanzamiento DCV. Esta película tiene record de copias. Sale en España con más de 550. Este acontecimiento dejó al resto de distribuidoras sin ganas de pelear. No hay nigún gran título que acompañe a su estreno. De esta forma el CDV peleará en solitario en su lanzamiento. Pero necesitará una gran audiencia para poder sacarle un buen redimiento a cada copia. Sino no será tan rentable.
Publicado por: Pablo Guerrero | 15 mayo 2006 en 10:23 a.m.
Periodistas 21 El código Da Vinci del marketing
"Muchos sospechan (enlace a La Vanguardia) que tanto Dan Brown, el autor; como Ron Howard, director de la película; Sony, la productora; y la propia iglesia y el Opus Dei se benefician del revuelo."
Publicado por: maty | 15 mayo 2006 en 10:54 a.m.
Al final, lo he leído. Parece mentira que luego llamen fundamentalistas a los cristianos. Si alguien ha sabido usar la razón en este episodio ha sido la Iglesia, no entrando a la provocación y exponiendo claramente su doctrina con absoluto respeto. No soy quien para aconsejar a la Sony, pero si de verdad quisiera ganar dinero y reconciliarse con los cristianos, pienso que debería hacer alguna película tipo "The Passion". Gibson sí que supo usar la cabeza.
Publicado por: Jorge | 15 mayo 2006 en 01:06 p.m.
Muchas gracias, Pablo: como buen experto que eres en "product placement", quizá recuerdes aquello que -sin pensar en esto- escribí hace meses en eCuaderno, sobre "derivas del product placement". Cuando -como ahora dicen quienes mantienen que el DVC es "solo y exclusivamente" un thriller de puro entretenimiento- sucede que se "coloca", como si fuera un "producto", y además gratis, una distorsionada imagen histórica, social, etc. de una institución como la Iglesia católica (y de su fundamento doctrinal, sus fieles, etc.), cuando esto sucede de modo tan estrepitoso, no quedan muchas alternativas a la de pensar que algo no va bien en el mundo de la cultura (digamos, incultura) y de la comunicación pública. Y que algo tendrán que decir los expertos y profesionales al respecto. Y desde luego, no en grandilocuentes, melifluos e inútiles códigos o declaraciones de buena conducta... Esperemos que -por el bien de las ciudadanías en general- algo haga que los espectadores no se entusiasmen y extasíen con el timo DVC. A corto plazo, negocio monetario para Sony y quienes se han sometido a sus draconianas condiciones de distribución y exhibición (sobre las que alguien -quizá- podría decir algo). A medio plazo, trabajo para quienes se interesan por esa tercera parte de la cultura que tiene que ver directamente con el culto a Dios. Y a medio y largo plazo, trabajo para quienes se ocupan e interesan por la cultura directamente entendida como cultivo ecológico del cosmos y cultivo de la sensibilidad y la mentalidad (la cabeza y el corazón, la inteligencia y la voluntad) de las personas que se cultivan entre sí.
Maty, gracias de entrada por lo que dices en el comentario anterior, acerca de la fiabilidad y las convicciones necesarias para el diálogo amistoso, que efectivamente exige al menos dos condiciones necesarias, que dicho por lo supersintético son: la comprensión (capacidad de ponerse en la posición del interlocutor) y la veracidad (el buscar realmente la verdad del asunto tratado en el diálogo, más allá de la mera "sinceridad" en exponer la propia visión)...
Gracias ahora por poner el link chez Juan Varela. Ya había leído lo de La Vanguardia. El "beneficiarse", como muy bien sabemos todos es una palabra que, incluso sin el reflexivo, puede tener múltiples sentidos (el Drae ofrece 13). En el caso de la Iglesia y sus instituciones, pienso que la cosa no va en la línea de pérdidas y ganancias, victorias y derrotas, según el principio del marketing ("que haben de uno, aunque sea bien"), sino quizá más bien en la línea de aquello que -entre esperanza y optimismo- dice, ya puestos a concretar, el libro "Camino": "No hagas mucho caso de lo que el mundo llama victorias o derrotas. -¡Sale tantas veces derrotado el vencedor!". Y esto pasa, que yo sepa, no sólo cuando se tiene en cuenta la realidad de tejas arriba (en ese contexto habla el autor de esas palabras) sino que desde luego también mirándola de tejas abajo: sobradas experiencias históricas hay sobre el asunto. Al final, gana la Bella, mientras la Bestia se lleva su merecido (el puro y duro olvido, como el banquero antagonista de "It's a Wonderful Life", de Capra: ni siquiera echamos en falta saber qué es de él al final. Sabia decisión de un gran director de cine). En fin, gracias. Escapo. Tengo clase.
Jorge, gracias también. OK.
Publicado por: JJG Noblejas | 15 mayo 2006 en 01:20 p.m.
Yo también he leído todo, con todos los comentarios (o casi). Que no son pocos... ! Y que, como se ve, el autor agradece; lo sé yo, que le conozco, y aprovecho desde aquí para felicitarle: a él y a todos los que le apoyáis, al menos leyéndole. Menos mal que todavía queda gente sensata que escribe y lee este tipo de cosas! Porque si no, uno empieza a convencerse de que la totalidad de la gente normal es tan corta de inteligencia como lo que se piensan los de la parte de la Bestia. Ayer, sin ir más lejos, vi en el telediario de la RAI (vivo en Italia) la noticia sobre el tren que han montao los productores de la peli DVC para la premiere de hoy en Cannes (confirmo mi impresión de que se han gastado bastante dinero en la promoción, y que por tanto tienen miedo porque se juegan mucho). Tom Hanks, Ron Howard, Jean Reno, etc. repetían los tópicos de que "no es más que una ficción, sería fascista boicotearla". Pero realmente la gente es tan tonta que no se da cuenta de que estos tipos lo único que quieren es forrarse a costa de las creencias de los demás? Menos mal que la RAI luego puso una entrevista con Vittorio Messori, quien dijo de nuevo lo obvio: que si se hubiera ridiculizado otra religión, se hubiera desatado mucha violencia. Y que lo que hay que hacer es intentar aprovechar el ataque para recomendar a la gente que se informe acerca de la verdadera religión.
Pues eso, que gracias a todos. JorgeMF
Publicado por: JorgeMF | 17 mayo 2006 en 12:47 p.m.
Acabo de leer todo el artículo y uno se siente lleno de satisfacción -al menos por un momento- viendo como alguien es capaz de exponer con tanta lucidez un planteo. Me ha parecido excelente.
Rescato un par de frases que me parecieron geniales:
"Sólo pretenden defender a la humanidad de algunas manías cristianas. Cosa que nadie se plantearía hacer, curiosamente y por diversos motivos, con los hebreos ni con los mahometanos."
"No creo que a la Sony le gustara que en una ficción semejante al DVC, se mostrara que en realidad es una tapadera de la "yakuza", y heredera de los intereses e ideales de los nazis que los japoneses tuvieron por aliados en la segunda guerra mundial."
Ayer pensaba... supongamos que yo vengo y hago una película "burlándome" de las creencias de los pueblos primitivos americanos. Porque al fin y al cabo, esas creencias son "anticientíficas", no son pragmáticas, son "oscuras" e "ignorantes" según el punto de vista de los "progresistas"... pero qué ocurre ¡nooo! no es "cool" burlarse de los pueblos primitivos americanos. Tampoco lo es criticar al Hinduísmo, ni al Budismo ¡no! ¿Cómo vamos a criticar a esas religiones orientales, que son tan cool? Ellos nos dan toda la onda zen ¿Qué sería de Matrix sin ellas? Tampoco nos vamos a burlar del Islam. No es cool burlarse de lo que profesan los palestinos. Tampoco es buena idea burlarse del judaísmo!!
Es mucho más fácil agarrarsela con los cristianos! Total... si se quejan los llamaremos fanáticos, tontos, crédulos, aprovechadores, aburridos y etc!
Publicado por: CC | 18 mayo 2006 en 03:41 p.m.