Algunos lectores han comenzado a enviarme referencias de textos sobre el Da Vinci Code que consideran recomendables en este blog. Con mucho gusto y agradecimiento he leído artículos y páginas web o anotaciones de blogs.
Con un carácter más bien restrictivo en la selección, he aquí un par de ellos que pienso valen realmente la pena leer:
• Marc escribe adviertiendo el interés del texto "Christian Leaders Declare Da Vinci Code's Storyline Unacceptable, Request For Bold And Lingering Disclaimer As Fiction."
Quizá por su carácter inicialmente exótico para lectores euroamericanos, el texto que en la India se hace llegar a Shri Priyaranjan Dasmunshi, Hon’ble Minister for Information and Broadcasting, por parte de un grupo de líderes cristianos, es tan firme como delicado. Comienza así:
Dear Shri Priyaranjan Dashmunshiji,
First of all, we sincerely thank you for your invitation to view the film, “The Da Vinci Code” together with you, yesterday, 17th May 2006. We are grateful to the Government and to you personally for showing great concern for the sensibility of the Christian Community in the country.
We have seen the movie and have the following reflections to offer:
Y, tras exponer sus reflexiones y consideraciones, plantean sus demandas:
1. A bold and lingering disclaimer, lasting at least 15 seconds, both at the beginning of the film and at the end, stating that this film is a work of pure fiction and has no correspondence to historical facts of the Christian religion, should be displayed.
2. The film should be given an “A” Certificate.
(No creo que en muchos países el ministro de Information and Broadcasting, o equivalente, haya invitado a los líderes religiosos nacionales para asistir a una anteprima de la película, para luego escuchar sus opiniones. El grupo de firmantes, y la argumentación de la carta pueden leerse yendo a la dirección antes indicada).
• Xavier me hace llegar una "anteprima", pues se trata del artículo que publicará el New Yorker en su número del próximo dia 22 de mayo, que ya está en la red. El artículo, largo como de costumbre, está escrito por Peter J. Boyer y se titula "Hollywood Heresy. Marketing “The Da Vinci Code” to Christians."
Recomiendo leerlo con detenimiento. Es un sereno y bien documentado recorrido analítico, vagamente histórico, del texto de Brown hasta llegar a las pantallas, incluyendo consideraciones nada ajenas al asunto central del fenómeno DVC, com es, por ejemplo, la aparición en la escena de Hollywood de Mel Gibson y su "The Passion", que se cruza en la trayectoria de este DVC. O la petición de consejo por parte de Sony, por empresa interpuesta, a Barbara Nicolosi, para ver de no indisponer a los cristianos... y las recomendaciones y acciones ulteriores de Barbara.
Tiene especial interés seguir el detalle de los pormenores del trabajo y las estrategias de los profesionales y empresas de relaciones públicas, para mantener limpia la imagen pública de Sony, mientras el Estudio y sus socios en la producción del DVC seguían impertérritos su estrategia de producción y marketing, ante las quejas y demandas de cristianos e instituciones implicadas en la trama del libro y la película.
por qué pedir que a una película le pongan una advertencia de que es ficción?
acaso al génesis se le pone la misma advertencia?
nadie necesita una cosa ni la otra
Publicado por: Netzen | 19 mayo 2006 en 06:34 p.m.
JJG:
Muchas gracias por escribir la nota. Precisamente, cuando lei sobre la empresa de marqueting que buscaba la manera de 'cooptar' los cristanos asi como palabras como framing, etc que pensé inmediatemente en UD y los varios articulos sobre la rétorica que escribio sobre el tema.
Gracias otra vez que he podido contribuir al debate sobre la pelicula y la communicacion social
xavier
Publicado por: xavier | 19 mayo 2006 en 06:59 p.m.
Disculpame:
queria escibir: Gracias otra vez por sus articulos que me han ayudado a poder contribuir al debate sobre la pelicula y la communicacion social.
El cerebro es mas rapido que los dedos :)
xavier
Publicado por: xavier | 19 mayo 2006 en 07:03 p.m.
Yo creo que más que procuparse por la película o el libro la iglesia y los católicos deberían estar agradecidos. Como nunca veo libros sobre temas religiosos en las librerías, buenos y malos (hay hasta de Harold Bloom) , pero mucho.
El libro y la película también seguramente, no son muy buenos, pero se los critica (aparte de la escritura) por temas de menor importancia (como si en la última cena está una mujer, el santo grial, códigos criptográficos tontos, etc.).
Creo que lo que es interesante del fenómeno es que hace pensar sobre el lugar de la mujer en la religión, la iglesia y la sociedad, sobre cómo se escribieron los evangelios, Constantino, sobre el poder dentro de las instituciones religiosas, etc.
Creo que es un valor innegable y muy positivo y es lo qe habría que dedicarse a aclarar y no si una escena da risa (cualquiera que lea la creación del mundo en 7 días también se ríe), si Tom Hanks actúa bien o no (no me refiero a este blog que veo de calidad aunque no comparta ideas).
En síntesis, creo el libro no es literatura de la mejor ni la palícula sea cine de lo mejor (debería aclarar que todavía no la ví y el libro leí fragmentos pero he seguido la discusión, es más, tal vez sin notarlo creo que debe ser lo que me llevó a leer fragmentos de la bibia) pero estoy seguro de hay muchos asuntos importantes e interesantes para pensar a partir de ellos.
Publicado por: Netzen | 19 mayo 2006 en 09:25 p.m.
Muchas gracias a tí, Xavier, por tener la idea de enviar la referencia. Y por hacerlo -es curioso- después de que llegaran otras semejantes. La tuya me decidió a hacer la anotación. Gracias de nuevo. Esto es la red.
Gracias también, Netzen, y perdona que conteste ahora por lo breve de tiempo, aunque saldrá largo de leer: estoy peleando para terminar de escribir un "paper" para un congreso y ando muy mal de tiempo.
Pienso que entiendo bien lo que dices y entiendo que entiendas que en parte no lo comparta. Entiendo que, desde una perspectiva cristiana, en cierto modo hay que dar gracias, pero no a Brown o a Sony y su DVC, sino hay que dar gracias a Dios: porque escribe derecho, incluso con renglones torcidos como éstos, conscientemente torcidos y retorcidos. Total, para contar un "thriller" con el que ganar fama y unos millones. Es cierto que, ahora, a toro pasado, incluso desde fuera de la fe cristiana se puede entender que -a fin de cuentas- todo es para bien, incluyendo la lluvia de insentateces sobre la historia y la fe cristiana que ha padecido el mundo en los últimos meses, a propósito de este asunto.
Entiendo pues que entiendas, sobre todo porque una cosa es plantear "cuestiones" sobre asuntos que tienen una larga tradición de estudios académicos, de variadas orientaciones y signos, bien es cierto, no hay que olvidarlo, que llevan años o siglos siendo estudiadas y discutidas por gente que sabe mucho de ellas. Y otra cosa es -no digo que se tu caso- esta especie de frivolidad que asoma por tantos poros de la red, frivolidad de opinadores semianónimos, que -revestidos de aparente autoridad- hablan y pontifican sobre cuestiones culturales que -de suyo- son cuestiones de gran calado, no asuntos superficiales. Lo digo, porque ultimamente me he topado en la red con demasiadas cosas que apuntan en ese sentido. La ignorancia siempre es muy atrevida. Opinadores que son capaces de dogmatizar sobre cualquier aspecto de lo divino y lo humano, en aras del relativismo (todas las cosas son igualmente opinables, todas las personas con un teclado al alcance de sus manos merecen el mismo respeto, y no digamos ya el respeto que merece lo que escriben, etc.), a base de equiparar "democráticamente" una ocurrencia personal de alguien que la dice como descubriendo el nuevo mediterráneo, o lanzándola como una piedra en el lago, a ver cuantas veces rebota, equiparándose y equiparando lo que dicen con lo que otros -como digo- saben que es cuestión que tiene ya siglos de debate a sus espaldas, un debate generalmente más bien razonado, y que consta en los volúmenes de las bibliotecas, firmados, con más y mejor contendo que en wikipedia. Bien es cierto que no tan sintético y a mano, pero a veces más cercano a lo que son las cosas. Y conste que admiro mucho a algunos que conozco y que escriben en wikipedia, porque tratar de sintetizar y divulgar lo mucho que han estudiado y saben sobre algún prqueño aspecto de alguna cuestión tratada por algún autor... El caso es que un debate genuino suele ser un diálogo, un estudio común en torno a un tema claro, y no plenamente dominado por los interlocutores: un diálogo (en el que no suelen comparecer esos ignorantes dogmáticos), porque el dialogo genuino, auténtico, es en el que los participantes tienden a buscar exclusivamente saber de verdad sobre un asunto estable y fijo, los particpantes tienden a vencer juntos las dificultades en saber más y mejor, antes que tender a hacer ver que tienen razón o esperar que alguien -sepa o no del asunto- se la de: esto último, es curioso, suele suceder con los que no están del todo cuerdos, y además lo saben: por eso buscan que les den la razón.
Quizá por esto, en el mundo de la opinión pública y en el de la opinión publicada (que no coinciden, gracias a Dios), hay tan poco diálogo y tanto barullo de "pseudo-debates" que realmente es más bien algarabía (dice el Drae: "gritería confusa de varias personas que hablan a un tiempo") o pelea de gallinero por quedar mejor que los interlocutores, etc. Y la red, en el afán por encontrar un sitio al sol, y para paliar tanta soledad egoísta, y para lograr que alguien nos lea y nos diga alguna lisonja sobre lo listos y capaces que somos (así somos de pobrecillos culturalmente: nos consuelan los aplausos, vengan de quien vengan y por las razones que vengan: quizá por eso se autoapalude tanto la gente en televisión, en los últimos tiempos, quizá porque no tienen a nadie en su vida, fuera de la red hertziana o digital, que les quiera, les entienda y sea capaz de compartir sus ideales, alegrías, penas o dolores, esperanzas y también su saber...)
Total, que para no caer en lo mismo que critico, dejo de perorar sobre la superficialidad o la frivolidad que nos rodea, con las que no ganamos para sustos, y te escribo algo pensado dentro de unos días. Gracias y un cordial saludo.
Publicado por: JJG Noblejas | 19 mayo 2006 en 10:53 p.m.
Lo que refleja muy bien el Código da Vinci no es la historia de la Iglesia, que no conoce ni le importa, sino la historia del anticristianismo y el anticlericalismo, trufada de fabulaciones y calumnias. Imprescindible la naftalina.
Publicado por: irichc | 20 mayo 2006 en 03:38 a.m.