Hay que dejar de lado los titulares de algunos periódicos para decir dos palabras sobre Bergman. No es éste un "adiós al director del alma que hizo 44 films, logró 3 Óscares, tuvo 5 mujeres y 9 hijos".
Tampoco basta con mencionar las crisis y angustias personales y artísticas de Bergman, al explorar en sus películas los silencios en la ausencia y pérdida de la fe, en el fracaso matrimonial, en la soledad personal o en la enfermedad.
En la lejana isla de Faro, más al norte de la isla turística de Gotland, en el Mar Báltico, Bergman ha vivido sus últimos años en la soledad del isleño, disfrutando de lo que él llamaba "el placer de no hablar".
Mejor por tanto no decir mucho, ni repetir los lugares comunes que hoy pueden leerse por doquier. Tiene razón Peter Bradshaw cuando escribe en The Guardian que la muerte de Ingmar Bergman señala el fin de una era. Y también cuando recuerda que lo dicho cuando murió Henrik Ibsen, hace 100 años, puede aplicarse directamente a Bergman:
"Isolated as he seemed, his mind was yet in more vital touch than that of anyone else in Europe with the mind of this generation." (...)Was Bergman in touch with the European mind of his generation? Perhaps he simply was the mind of his generation. Of the great post-war directors, he was the one who shouldered the burden of moral questions: is there a God? Is there a God who is exists, but is absent? Should we behave as if God exists, if we suspect he doesn't? If he is merely absent for some unknowable millennial span, then how should we interpret this indifference, or this rebuke? And why, finally, does anything exist at all?
Lo mejor que he leído: en castellano, Ingmar Bergman. La muerte ganó la partida, de Juan Orellana. En otras lenguas: Il regista del silenzio di Dio, de Gianfranco Ravasi. Comienza así:
Antonio Block, il Cavaliere è in ginocchio, con gli occhi chiusi e la fronte corrucciata che prega, mentre il sole dell’alba si affaccia su un mare nebbioso. In alto, un uccello marino dissemina voli lenti e lancia un grido inquietante. All’improvviso ecco una figura vestita di nero, col volto segnato da un pallore impressionante. «Chi sei?», le domanda il Cavaliere. «Sono la Morte... è già da molto che ti cammino a fianco», risponde quella persona misteriosa.
Ahora el Caballero Bergman ya se ha topado de frente con la muerte que caminaba a su lado. Ahora ya tiene respuesta para su vida y sus angustias. Se acabó su desencantada exploración de los silencios divinos y humanos. Descanse en paz.

También hay que dejar de lado mucho titulares y textos de prensa, que hablan del fallecimiento de Michelangelo Antonioni.
Da bastante vergüenza ajena ver -por ejemplo- lo que resulta ser una especie de concurso de frases sobre Antonioni, como el elenco recogido por el diario Repubblica (Antonioni, politica e cultura in lutto):
Jack Lang, ex ministro della Cultura francese: "Scompare un gigante del cinema mondiale. Uno dei grandi maestri della cinematografia italiana, che ha rivoluzionato il linguaggio del cinema reintroducendovi l'intelligenza letteraria".Dino Risi, regista: con Michelangelo Antonioni scompare "un monumento del cinema", anche se "non eravamo fatti l'uno per l'altro, lo trovavo un po' cervellotico".
Gilles Jacob, presidente del Festival di Cannes: "Era l'alchimista dell'intimità , l'architetto degli spazi e del tempo del cinema contemporaneo, l'acquerellista del cuore. E' la fine di un'epoca: per la seconda volta in 24 ore, il mondo del cinema si sente orfano".
Ante tanta algarabía de parloteos inteligentes o de referencias eruditas (por ejemplo, a la trilogía de Mónica Vitti: L'avventura (1959), La notte (1960), L'eclisse (1962), concluída luego en Deserto rosso (1964)) prefiero recordar el Antonioni que decía escuetamente, a propósito de la vida y desde luego a propósito del cine, y de sus películas:
I think people talk too much; that's the truth of the matter. I do. I don't believe in words. People use too many words and usually wrongly. I am sure that in the distant future people will talk much less and in a more essential way. If people talk a lot less, they will be happier. Don't ask me why. In my films it is the men who don't function properly -not the machines.
Respetar el aprecio del silencio por parte de Antonioni y Bergman no impide ni pensar en lo que hicieron de presentable e impresentable en sus exploraciones artísticas y vitales del silencio, ni tampoco impide rezar para que -ahora sí- descansen finalmente en paz.
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Actualización (9:00 pm): es muy sintomático del funcionamiento de la red, que media hora después de publicada esta anotación, aparezca una referencia (via Technorati) en el Washington Post, junto al artículo de Adam Bernstein, Swedish Director Probed Darkness of Human Psyche.
Y es una sopresa agradable enterarse del asunto, viendo llegar lectores desde allí.

Más sobre Ingmar Bergman, en inglés, seleccionado via Arts & Letters Daily: ... AP ... Time ... Telegraph ... Guardian ... Independent ... Wash Post ... Bloomberg ... London Times ... AFP ... Reuters ... NY Times ... BBC ... Guardian various ... Salon ... Independent ... LA Times ... Chic Sun-Times ... NY Post ... Guardian ... CanWest ... SF Chron ... Chic Trib ... Seattle PI ... Slate ... Telegraph ... Boston Globe ... London Times ... LA Times ... Newsweek ... NYMag ... Fue un gigante del teatro también.
¿Quién puede olvidar la partida de ajedrez con la Muerte en The Seventh Seal o el sueño en Wild Strawberries?