""Es inaceptable, una mentira intolerable", espetó exactamente Zapatero. "Y si Usted no sube aquí, se habrá demostrado claramente que todos son infundios, insidias y visiones apocalípticas", desafió a Rajoy. LD recoge el guante lanzado por el presidente."
LD identifica diez ideas del libro de José Antonio Marina, moldeadas por el decreto de contenidos y objetivos de la asignatura aprobado en diciembre de 2006 por el Gobierno, que chocan frontalmente con la libertad educativa y de conciencia consagradas por la Constitución Española.
Como es natural, conviene leer los razonamientos que LD plantea en cada punto, y pensar un poco sobre el asunto, porque ni todo es tan diáfano como plantea Zapatero con el manual de Marina, ni todo tan nítido como expone LD. En síntesis, viene a ser esto:
1) Programando el "Gran Proyecto Ético"
José Antonio Marina no oculta lo ambicioso de su experimento con las mentes de los escolares. Su libro pretende inculcarles el "Gran Proyecto Ético", basado en "las características y necesidades de los seres humanos".2) Un individuo al servicio del "Gran Proyecto Humano"
"Se estudia como ese Gran Proyecto abre el campo de juego de las expectativas privadas de felicidad. Indica los modos de identidad nacional, religiosa, o de género que son compatibles con el Gran Proyecto Ético. En ese sentido no puede negar ninguna de ellas –ni religión, ni patriotismos, ni modelos de género–, sino solamente indicar los que resultan imposibles o difíciles de compaginar con el mundo de la dignidad y de los derechos que queremos construir".3) El Estado como formador moral
Marina insiste en que el Estado, a través del currículo educativo, debe suplantar a las familias cuando éstas no transmiten de manera "eficaz" valores a los hijos.4) "Un test de inteligencia del consumidor"
Uno de los capítulos del libro de José Antonio Marina está dedicado a la idea de "consumo responsable". De nuevo, el pedagogo –al servicio del Estado– va más allá de la descripción de conceptos y entra en elección de valores: "Consumo responsable".5) La globalización genera "profundas desigualdades"
Al hablar de la Globalización, por ejemplo, el manual de Marina –como el resto de libros de texto: se trata de un enfoque claramente prescrito en el decreto de contenidos mínimos aprobado por el Ministerio– hace suyo el consenso progresista sobre la injusta distribución de la riqueza causada por la globalización, en contra de todas las evidencias que indican su impacto en una significativa reducción de la pobreza.
6) Una religión de Estado
"Sin duda alguna", apunta José Antonio Marina al exponer los principios de su manual, "las familias pueden educar a sus hijos en su religión y en su moral; pero el Estado debe encargarse de facilitar a todos nuestros jóvenes aquella educación que la sociedad considera necesaria para el desarrollo de los proyectos personales, la buena convivencia, la justa resolución de los problemas y el progreso económico".7) El salario del alumno
"Los adultos van a trabajar, y los niños y los jóvenes también. La escuela es el lugar de trabajo de la gente joven. Estos últimos podrían replicar que no se les paga un sueldo, pero esto no es verdad. Todos los ciudadanos se comprometen a pagar a cada estudiante de enseñanza secundaria 4.000 euros al año. Lo que ocurre es que no se lo pagan en dinero sino en clases, profesores, libros". De nuevo, la idea de un Estado providencial capaz de dar "a cada uno su necesidad" y de esperar, a cambio, "de cada uno su capacidad".8) Un mundo feliz
Para que el individuo sea feliz, la sociedad debe serlo antes que él, dicta Marina.
"La felicidad personal es un estado de satisfacción personal y de plenitud en el que podemos desarrollar nuestro proyecto de vida". "Para conseguirla" –continúa– "necesitamos vivir en un ambiente que no lo impida y, a ser posible, que la facilite. Necesitamos que la sociedad sea feliz".
La primacía de la sociedad sobre el individuo y del Estado sobre la familia es una constante a lo largo de toda la obra. El programa educativo socialista no concibe la plenitud de la persona sin la aquiescencia de la sociedad y sin el marco ético –ese "Gran Proyecto" del que habla Marina– impuesto por el Estado.9) El "buen ciudadano"
José Antonio Marina sostiene en su libro la idea de que "el buen ciudadano es el que piensa bien, tiene los sentimientos adecuados y obra rectamente".10) ¿Alguna objeción?
"La Constitución española –que es una constitución laica–", indica Marina, "incluye un sistema de valores éticos fundamentales que son, fundamentalmente (sic), los derechos humanos. Y estos son el criterio básicos para determinar los contenidos de la EpC. ¿Hay algún padre que tenga inconveniente en que sus hijos reciban esta enseñanza?"
No he escrito demasiado en su blog, aunque lo seguía con agrado como usted sabe. Siento decirle que a partir de ahora dejará de ser así; no volverá a aparecer en mi agregador el elegante "Scriptor.org". El motivo no es otro que su referencia a Libertad Digital. Sé que para usted será un gesto pueril, quizás sectario... para mí es cuestión de higiene personal. A pesar de su "ni todo tan nítido como expone LD".
Un saludo afectuoso.
Publicado por: Rocamadour | 10 julio 2007 en 01:08 a.m.
Estimado amigo Rocamadour: perder un lector, un buen lector, es siempre un fracaso para quien escribe. Ya siento que sea por una especie de alergia personal (eso supongo que es la "higiene" que menciona) a la publicación LD. Espero que no sea un gesto irreversible, ni desde luego pueril o sectario como dice. Ya se ve que no siempre resulta comprensible incluir en un blog las referencias a El País y a Libertad Digital, sobre un asunto tan grave para la salud cívica como el planteado por el gobierno español con la EpC. Lo dicho: espero que el gesto sea reversible. Muchas gracias por la sincera espontaneidad del comentario, y un cordial saludo, JJ
Publicado por: JJG Noblejas | 10 julio 2007 en 11:54 a.m.
"ni todo es tan diáfano como plantea Zapatero con el manual de Marina, ni todo tan nítido como expone LD." No sé si LD acierta porque no tengo el libro de SM. Será entretenido hacer una comparación con el libro de formación del Espíritu Nacional y ver con lágrimas en los ojos nuestro regreso a un estado confesional de nuevo cuño.
En todo caso, creo que todos estamos de acuerdo en que el Estado no puede meterse en la educación moral de los niños o de nadie. Todo parece indicar que EpC lo hará, vulnerado la Constitución Española, es decir, ese compromiso común de los votantes de actuar respetando unas reglas.
Publicado por: Rafael | 11 julio 2007 en 06:13 p.m.
Estimado Rafael, muchas gracias por el comentario. Yo tampoco tengo el libro. Y dado que los perfiles de los medios tienden cada vez más, ante los lectores o espectadores, a buscar la persuasión o "beligerancia de la propaganda" que a buscar lo que se podría llamar convicción o pacífica "información con perspectiva anunciada", pues resulta que hay que tener paciencia con los medios.
Lo malo es -como bien dices- cuando los medios pretender persuadir de que es bueno y saludable algo tan fuera de lugar como que el Estado se convierta en formador de la conciencia personal de los ciudadanos.
Me viene a la mente una especie de inquietud al ver los gobernantes hispánicos de hoy actuando como un calco de aquellos gobernantes medievales y modernos, para los que la regla era el principio Westfaliano de que "cuius rex eius religio". Entendiendo, por supuesto, con estos nuevos "rex", que su religión consiste en la manera circunstancial de entender su propia ideología política.
Todo un "progreso" que es en realidad un "regreso" hacia atrás en toda regla.
Publicado por: JJG Noblejas | 12 julio 2007 en 11:37 a.m.
pregunta off-topic: algo sobre los dos últimnos documentos romanos? saludos!
Publicado por: Marta Salazar | 14 julio 2007 en 06:31 a.m.
Querido JJ, buenas tardes.
Me ha sorprendido que un lector tuyo prescinda de tus comentarios, por el hecho de que cites LD.
LD es uno de los medios digitales más consultados de España. Te guste o no, es interesante saber lo que dicen LD, El País, Gara o HazteOír.org. Otra cosa sería tomar como referencia "objetiva" alguna publicación determinada, sobre todo las de sesgo extremo evidente como Libération.
En otras palabras, me sorprende que se cite The New York Times como si fuera Verbum Dei, al tiempo que se tacha a la Fox de vocero de la extrema derecha.
Yendo al tema, la cuestión de fondo de EdC viene dada por el planteamiento general de los manuales y de la Ley. Se pretende imponer una mentalidad partidista como obligatoria y evidentemente buena de por sí. Me refiero a la doctrina actual del socialismo: el Estado como propietario y garante de las libertades públicas y de la vida social, positivismo moral y legal, pensamiento débil, ideología de género...
A partir de aquí, algunos manuales (al parecer el de Akal) motejan a Albiac, César Vidal y demás como "racistas"; otros promueven abiertamente la promiscuidad sexual temprana, el homosexualismo y el aborto.
Otros pensamos que EdC no tiene sentido. Lo suyo sería enseñar urbanidad y modales como temario dentro de "Sociales". Luego, la "virtus et pietas" serán los valores que cada familia, si quiere, inculcará a sus menores.
Tenemos una serie de "dogmas laicistas" (feminismo, derechos de tercera generación, cambio climático, sexo premarital, relativismo moral y religioso,uso del condón, etc.) y una suerte de Santo Oficio ad hoc (El País, Cuatro, la Sexta, TVE, EdC, Telecinco, etc).
Quien quiera, que se crea esos dogmas. Pero que admitan que son SUS dogmas.
Publicado por: José María Sánchez G. | 19 julio 2007 en 12:24 p.m.
José María, muchas gracias por el largo, sensato y sabio comentario. Entiendo que tienes toda la razón del mundo en decir lo que dices y del modo en que lo dices.
Siento no haberte leído hasta que hoy he pasado por la red. Estoy un poco al margen, durante unos días, en Estocolmo y alrededores, vacando, en ocupaciones distintas del trabajo habitual.
Es cierto que lo molesto de la martingala gubernamental hispana con la EpC, marginal respecto del espíritu y la letra de las directivas europeas a las que dice seguir, es precisamente su dogmatismo ideológico en torno al relativismo moral, y su empeño en que todo el mundo lo acepte como forma de "salvación" políticamente correcta para la humanidad.
Me parece que -puestos a clarificar las cosas- el PSOE podría ir al registro de confesiones religiosas y registrarse como una nueva secta protestante, con un nuevo moralismo (ciertamente inmoral), que protesta ante las seculares enseñanzas de la Iglesia católica. En definitiva, y con todo el respeto y los perdones debidos a las sectas protestantes, eso parece querer ser, según lo que últimamente se ve hacer a algunas gentes que se dicen socialistas (al menos, las que se cobijan bajo la égida de ZP).
Quizá es que ZP añora, como ejemplo de socialdemocracia, el modelo sueco de iglesia (luterana), que hasta hace siete años (sí, no es una errata: hasta 2000) ha sido la religión oficial del estado sueco.
Quizá es que ZP y sus ministros y seguidores, añoran la tropelía (política y económicamente interesada) que perpetraron -hablo de Suecia- los hermanos Olaus y Laurentius Petri, encabezando servilmente el movimiento que llevó a adoptar por la fuerza el luteranismo como religión oficial del Estado, en la Dieta de Västeras de 1527, para mayor contento del rey Gustavo I Vasa. Incautando, por supuesto, las pertenencias de la Iglesia católica.
Hoy, cuando lo que está en juego tiene también que ver con lo que la gente -además del bolsillo- tiene como ideas en la sensibilidad y en la cabeza y el corazón, parece que ZP pretende "nacionalizar" la Iglesia. Y como no puede, se lanza a proponer al público en general una cosa (secta, en realidad) moderna y progresista -que es lo que suena bien a sus propios oídos- y así controlar la jerarquía, hecha de gentes como Marina, y los púlpitos, hechos de los medios que citas, para así dar satisfacción a las "necesidades espirituales" de su súbditos. La religión como opio del pueblo, pero ya algo bueno, porque administrado por uno mismo, útil para adormecer y ensoñar al pueblo según convenga. Educación para la Ciudadanía, vamos...
Imagino que a ZP y su corte de los milagros esto le importa un comino, pero su modo de hacer con esta peculiar EpC tiene sin duda un cierto aire fundador de una "religión de estado", en beneficio propio y, ya de paso, de la humanidad entera. Aunque -como pasa con tantas otras cosas- en la corte de ZP aún no sepan que en este sentido están haciendo algo muy parecido a lo perpetrado en Suecia por el rey Gustavo Vasa, allá por 1527. Como mandan los cánones, es un nuevo progreso, pero de nuevo -mecachis!- se han olvidado de quitar la marcha atrás.
Publicado por: JJG Noblejas | 20 julio 2007 en 11:19 a.m.