Vivimos en un mundo de refugiados, o de desplazados, por usar una palabra menos hiriente. Aunque parezca una exageración, decir tal cosa es adecuado para describir el mundo en que vivimos. Basta mirar alrededor. Hay millones de desplazados por el hambre, la pobreza, la falta de trabajo o de recursos sanitarios o educativos: recursos de presente y de futuro.
También hay millones de desplazados por guerras que -sólo nombrarlas- provocan profundo malestar y sonrojo entre quienes prefieren mirar hacia su propia comodidad.
Este mundo de refugiados puede verse en este buen reportaje de LinkTV (A World of Refugees), muy bien calificado por News Trust:
En Darfur (oeste de Sudan), el reto humanitario es clamoroso, desde hace cuatro años. Ahora, junto a iniciativas y compromisos particulares, como los de Mia Farrow y otros, por fin se va a desplegar, antes de que acabe el año, la mayor fuerza internacional de paz conocida. Unas 26.000 personas, entre soldados y policías de la Union Africana y de la ONU.
Tratarán de poner fin al desastre en el que -desde febrero de 2003- ya han muerto más de 200.000 personas y hay más de 2,5 millones de "desplazados", fugitivos de sus tierras y casas. (Desde hace tres años Scriptor ha recogido noticias de este desastre humanitario, el mayor de nuestros días: ver las últimas referencias).
El presupuesto inicial de la operación humanitaria es de más de 2,5 mil millones de dólares por año. Tampoco es tanto: mil dólares por año y por desplazado, cero dólares por los muertos. Muchísimo menos de esos justamente quejosos trabajadores mileuristas que pululan por Europa.
Es cierto que se trata de una operación sin precedentes, un desafío para el que la ONU ha recibido ofertas de contribución de numerosos paises, pero para el que no logra aún encontrar helicópteros de combate y transporte, indispensables para la mobilidad de esta fuerza, en un territorio más extenso que Francia (más detalles: L'ONU autorise l'envoi d'une force internationale au Darfour):
"C'est une course contre la montre, reconnaît Jean-Marie Guéhenno, le chef des opérations de maintien de la paix de l'ONU. Dans une partie du Soudan où il n'y a ni eau, ni infrastructures en état, c'est un défi logistique opérationnel énorme."
Es cierto que -en principio, según refiere el NYTimes- se ha logrado la cooperación del Presidente de Sudan, Omar Hassan al-Bashir. No sin fuertes presiones:
the American ambassador, Zalmay Khalilzad, issued a stern warning to President Omar Hassan al-Bashir of Sudan to cooperate.“If Sudan does not comply with this resolution, the United States will move for the swift adoption of unilateral and multilateral measures,” Mr. Khalilzad said in a statement. “Now Sudan faces a choice,” he said. “Sudan can choose the path of cooperation or defiance.”
Sudan’s ambassador to the United Nations, Abdalmahmood Abdalhaleem Mohamad, told reporters that he was “comfortable” with the resolution.
Hay -junto a la esperanza- dudas y escepticismos en torno a la pronta y estable solución de las atrocidades en Darfur. Por ejemplo, en Tropas para Darfur:
La resolución de la ONU no es la primera sobre Darfur. Hace un año que el Consejo aprobó una muy similar, que nunca llegó a arrancar por el torpedeamiento sistemático de la dictadura sudanesa.La redacción actual se ha limado hasta extremos peligrosos para complacer al régimen africano. Ha desaparecido la amenaza de sanciones y las tropas que se desplieguen en la región no podrán incautarse de las armas ilegales en poder de unos y otros. Por todo ello sería ingenuo hacerse demasiadas ilusiones. Aunque es mejor tarde que nunca, calificar de "éxito histórico", como ha hecho Ban Ki-moon, una decisión que, en el mejor de los casos, llevará cinco años después una fuerza disuasoria al escenario de una tragedia de dimensiones planetarias es, cuando menos, una indecorosa hipérbole.
-- U.N. approves strong force for Darfur
-- Darfur, il mondo in campo L'Onu invia una forza di pace
-- Sudán promete colaborar en Darfur con las fuerzas de paz de Naciones Unidas
-- Sudan Wins Diplomatic Victory & Accepts Darfur Peacekeeping Force
Quizá, más que los artículos en prensa, convenga ver la película documental que acaba de estrenarse en Nueva York, ''The Devil Came on Horseback'', dirigida por Annie Sundberg y Ricki Stern. El título se refiere directamente a las fuerzas asesinas de la Janjaweed ("demonios a caballo"), que -por el momento- continúan asolando Sudán.
Y -también por el momento- nadie ha dicho que China haya dejado de apoyar con millones de dólares y toneladas de armas al gobierno de Sudán, que a su vez apoya la mortífera Janjaweed. Y nadie ha dicho que Steven Spielberg, escuchando la presión de Mia Farrow, haya renunciado a su papel de "director artístico" de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
Aquí, prácticamente en cualquier sitio donde pueda leerse esta anotación, estamos al reparo de esa barbarie humanitaria. ¿Alguien puede hacer algo? Seguro que sí.
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