Leo el artículo de Jorge Trias Sagnier, Europa como problema o como solución, y pienso que -siendo además breve- merece la pena leerlo:
DURAO Barroso, presidente de la Comisión Europea, ha afirmado que “Europa no es el problema; Europa es la solución”. Lo que ocurre es que esa percepción que proclaman nuestros dirigentes europeos no es la que tienen muchos ciudadanos de la Unión y ahora no sabemos cómo seguir avanzando. Nos gustaría que lo que ha dicho Barroso fuese cierto, pero dudamos de ello. Nos falta fe en nosotros mismos. Y aunque Sarkozy diga que lo que ha pasado en Irlanda es tan sólo un incidente, no nos lo creemos. Ya son demasiados “incidentes” seguidos. Habría que presentar una fórmula que fuese aceptable para todos. Y yo no veo otra fórmula que una consulta vinculante, es decir un referéndum, en los 27 países de la Unión. En cinco palabras: la Europa de los ciudadanos.
Muchos agoreros anuncian vientos de catástrofe, como ya lo anunciaron cuando el “no” de Francia y Holanda a la fracasada Constitución, pero Europa sigue navegando, cada vez con mayor seguridad, a medida que la moneda común se fortalece en todos nuestros países y la fuerza del BCE consolida. Lo que ha ocurrido en Irlanda es, sin duda, un buen batacazo, y significará una parada de burro en la cohesión institucional, una cohesión que quizás se ha querido llevar demasiado rápida cuando aún no estábamos preparados para ella.
El proyecto europeo de Schuman, Adenauer, De Gasperi y Monet estuvo basado sobre la realidad y comenzó por elaborar, no grandes principios, sino políticas comunes para el carbón y el acero. A principios de este siglo, cincuenta años después, dimos otro gran salto con la moneda común. Personalmente creo que se quiso avanzar demasiado con el sueño de la Constitución, y ahora estamos en una situación de la que sólo saldremos depués de una larga y profunda catarsis. Será la Europa de nuestros hijos. (Si seguimos teniendo hijos).
La Europa de los ciudadanos, de todos modos, no tiene que esperar necesariamente a (que la hagan) nuestros hijos. Esta Europa es algo que nos atañe a todos los ciudadanos europeos, y nos atañe desde hace tiempo, y nos atañe ahora.
Mañana será la Europa de nuestros hijos si hoy es la nuestra, catarsis incluída.
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Actualización, 18 Junio 08: en sintonía con destacar el problema de la democracia en Europa, Alvado Delgado-Gal, concluye su razonamiento en Dos episodios europeos notables diciendo que
los hechos de la semana pasada abonan el temor de que Europa resuelve cuando no es democrática, y se atasca cuando es democrática. Algo anda mal en los engranajes constitucionales del continente.
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