De lo leído a propósito del Nobel de literatura, me quedo -dejando aparte las curiosas insensateces del secretario permanente de la Academia Sueca, Horace Engdahl y los lugares comunes de rigor- con lo que J.P. Quiñonero (gracias también por la foto) dice y le pregunta en exclusiva a Le Clézio tras la noticia del premio:
ayer, dia 9: Con Le Clézio, en Gallimard
y hoy, dia 10: Le Clézio y una metamorfosis histórica de la cultura francesa
Desde Italia veo que no hace mucha gracia que el premio haya ido a un cosmopolita, un tanto relativista cultural, y que la razón que justifica el premio diga sin más que se trata de un "autor de nuevas experimentaciones, aventuras poéticas y éxtasis sensuales; explorador de una humanidad dentro y fuera de la civilización imperante".
Molesta colateralmente por el imperdonable olvido de la Academia sueca al conceder el Nobel de física hace unos días, otorgado a los discípulos y olvidando al maestro que encabeza el nombre de la Matriz Cabibbo-Kobayachi-Maskawa.
Volviendo a la literatura, molesta también que el "compromiso" civil y el tercermundismo sean tan apreciados por los jurados suecos, convencidos de que la literatura sea una continuación de la corrección política con otros medios... cuando desde hace tiempo se esperaba, incluso en la calle, que Claudio Magris fuera finalmente premiado.
Quizá por eso dice el crítico Pietro Citati que "no se entiende por qué los académicos de Estocolmo deben juzgar "provincianos" a grandes escritores americanos y luego premiar a un escritor como Le Clézio que había comenzado bien pero que luego ha resultado mediocre".
Salve, Maestro...
El gusto y el honor son míos, oye,
Q.-
Publicado por: JPQ | 10 octubre 2008 en 05:21 p.m.