Imagino que no tardará en ser estudiado este "caso" como un problema de comunicación o de incomunicación. En concreto, de comunicación o de des-comunicación institucional por parte de todos los "actores" (por no decir "los actantes") implicados. Escribo lo que sigue a regañadientes, a petición de un lector:
-- del Vaticano,
-- del mundo hebreo -dicho sea en general, para no señalar directamente a Israel como estado, o a su Rabinato, o a los rabinos de uno u otro lugar, etc.-,
-- de diversos estados del mundo occidental -por no aludir directamente en solitario a Alemania, etc.-,
-- de los periódicos que -como instituciones que también son- no quieren perder de la mano qué sea lo "políticamente correcto" en el ámbito público, etc.
-- de la Fraternidad tradicionalista de San Pio X, etc.
6.1.) el Papa Benedicto XVI desconocía (muchos medios entrecomillan acusadoramente la palabra) aquella posición de Williamson "en el momento de revocar la excomunión".
6.2.) Williamson debe retractarse de sus palabras inequívoca y públicamente si quiere seguir siendo prelado de la Iglesia católica.
6.3.) exige a la Fraternidad de San Pío X, fundada por el arzobispo cismático Marcel Lefebvre, que si desea ser reconocida por la Santa Sede es "indispensable" que reconozca plenamente el Concilio Vaticano II.
"A propósito de nuevas peticiones de que se aclaren las posiciones del Papa y de la Iglesia católica sobre el tema del Holocausto, hay que recordar que el Papa ha expresado con mucha claridad su pensamiento sobre este tema
-- en la Sinagoga de Colonia, el 19 de agosto de 2005, en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, el 28 de mayo de 2006,
-- en la sucesiva audiencia general del 31 de de mayo de 2006, y más recientemente al final de la audiencia general del 28 de enero pasado, con palabras que no dan lugar a equívocos.
El cardenal alemán Walter Kasper ha manifestado su preocupación por este agrio debate sobre la figura del Papa, hablando de "deficiente comunicación" y de otros "accidentes laborales" de este pontificado.En esta última ocasión dijo entre otras cosas: "Mientras renuevo con afecto la expresión de mi total e indiscutible solidaridad con nuestros hermanos destinatarios de la Primera Alianza, espero que la memoria de la Shoah induzca a la humanidad a reflexionar sobre el imprevisible poder del mal cuando conquista el corazón del ser humano. Que la Shoah sea para todos una advertencia contra el olvido, la negación y el reduccionismo...".
Das en el clavo: la Iglesia como chivo al que cualquiera puede apedrear: parece que en nuestros días, el único prejuicio que se tolera es el anticatólico.
Publicado por: Ion | 05 febrero 2009 en 10:46 a.m.
Hay mucho que mejorar en comunicación. El "contemptus mundi" hace que seamos unos tontos mindundi, inexistentes en los medios, excepto para aparecer en ellos justo por lo que no somos ni hemos sido jamás. Vamos, que ahora resulta que la Iglesia es amiga de los nazis y los pederastas (ver caso Marcial Maciel, abusador de seminaristas... y ahora padre de dos niños con una amante -sic-), mientras que Obama es un santo varón amigo de los pobres (mientras se dedica a eliminar embriones a troche y moche).
Y no sólo eso: Joe Biden, vicepresidente de los Estados Unidos, un supuesto católico que apoya el aborto en todas sus formas y condiciones, incluido el "partial birth" abortion, ese aborto donde se mata al niño en la boca del útero para que no sea un infanticidio, fue aplaudido por los fieles en la misa de domingo, justo antes de la inauguración presidencial (20/1/09). Según el Código de Derecho Canónico, la iglesia tiene el deber y el derecho de no dar la comunión (ya que está excomulgado al aprobar dichas leyes) a personajes públicos que apoyen o legislen a favor del aborto de forma pública. Pero su jerarquía, sigue muerta de miedo, no se vayan a ofender los poderosos.
Sí, desde luego que hay mucho que mejorar en imagen, en comunicación, y también en coherencia, que implica que se ejerza la autoridad de vez en cuando. Así se despejará el camino de la confusión, aunque al principio parezca que es justo lo contrario.
Publicado por: Claudio | 05 febrero 2009 en 10:53 a.m.