" Wow!", ha dicho Obama. También podría haber dicho que los señores de Oslo que conceden el Nobel de la Paz se han pasado, en términos de demagogia, unos cuantos pueblos, ciudades, provincias o naciones, al otorgarlo a Obama.
Un presidente que, según las encuestas del Pew, lo que tiene en su haber es la capacidad de generar confianza.
Un presidente que hoy mismo aparece en la portada de New Statement, combinando su cara y su nombre con los de Bush.
Un presidente que hace un par de días fue impersonado por un cómico en la televisión estadounidense (NBC - Satuday Night Live) como alguien que precisamente se gloría de no haber hecho aún nada nuevo, tras casi un año en la presidencia, al menos según lo prometido en la campaña electoral... Ha logrado, eso sí, tomar una cerveza con un profesor negro y un poli blanco en la Casa Blanca... cosa que también podría haber logrado Oprah en su show...
Lo veo en el sitio del periódico italiano Il Foglio, y también en Mashable:
Obama es aún imagen, apariencia y popularidad, deseos y espectativas, pero no tiene realidad de pacificador: ¿qué ha hecho -en concreto- por la paz? ¿Pedir más soldados y dinero para la guerra afgana a su parlamento y a los países tradicionalmente amigos? ¿Desarrollar una bomba anti-silo que permita destruir instalaciones nucleares bajo tierra? Y un largo etc. de continuidad e incremento en la línea Bush...
Demagogia surrealista de los jurados noruegos al pretender razonar el premio: "for his extraordinary efforts to strengthen international diplomacy and cooperation between peoples".
¿Alguien puede decir de corrido al menos dos -para que suene el plural- de esos "esfuerzos" tremendos de Obama? Y discursos y promesas de buenas intenciones, pero no hechos. En todo caso, es asunto "prematuro", como dice Walesa.
Hombre, si se trata de premiar "esfuerzos", promesas, pero no logros, esto se pone bueno, porque entonces todos vamos a empezar a poner cara de determinación y gran preocupación ante las cosas que suceden, aunque luego sigamos haciendo lo que hasta el momento hace Obama con la guerra y los armamentos.
Es decir, todos vamos a invertir más en nuestro equipo de imagen, aunque la realidad vaya por otro lado.
Es, en definitiva, lo que ha hecho el jurado del premio Noble de la Paz: invertir en imagen, en comunicación, en que hablen de ellos aunque sea bien y aunque la realidad vaya por otro lado.
Obama ha dicho que no se lo merecía: I did not deserve the Nobel. Podría haber continuado el razonamiento y pasado de las palabras a la acción, y -haciendo gala de honradez- renunciar a ese premio indignamente recibido.
Pero su misma maquinaria de imagen y comunicación le terminará haciendo decir y hacer otras cosas. Porque a fin de cuentas, se diría que lo que cuenta es que Obama es y resulta guapo, como lo es y resulta George Clooney, por ejemplo (en las pantallas y fotografías). Y eso genera confianza, en n uestra cultura de la imagen, que hace tiempo ha renegado un tanto de la realidad real.
¡Qué pena que no le hayan dado la oportunidad de ganarse el Nobel de la paz! Es éste un Nobel preventivo.
Actualización (10 Oct 09): Me encanta coincidir con Michael Moore en esta carta abierta que le dirige a su presidente: Congratulations President Obama on the Nobel Peace Prize -- Now Please Earn it!:
Dear President Obama,
How outstanding that you've been recognized today as a man of peace. Your swift, early pronouncements -- you will close Guantanamo, you will bring the troops home from Iraq, you want a nuclear weapon-free world, you admitted to the Iranians that we overthrew their democratically-elected president in 1953, you made that great speech to the Islamic world in Cairo, you've eliminated that useless term "The War on Terror," you've put an end to torture -- these have all made us and the rest of the world feel a bit more safe considering the disaster of the past eight years. In eight months you have done an about face and taken this country in a much more sane direction.
But... (Read more)
Y también, en sentido paralelo, con lo que dice Economist acerca de "no aplaudir al tenor mientras aún está aclarando su voz"...: Is it premature to give Barack Obama the Nobel peace prize, less than a year into his presidency?
Y con lo que comenta Il Foglio, que toma la misma referencia a la revista británica New Statesman (llamada "de izquierdas") aquí mencionada, y el mismo argumento de imagen: Wow, Obama è più bello che pacifico. Due guerre, missili sul Pakistan, Guantanamo. Nobel per la Pace a Barack W. Bush.
E igualmente coincidir con The New Republic, que dice Obama's Nobel: Mixed Blessing at Best:
(...) At best, then, the award is a mixed blessing. That’s why Obama should consider the advice of Chait, Massie, and others and, in a gesture of his humility, refuse to accept it. It would be the right thing to do in principle. It might also be smart politics.
Y mostrar perplejidad ante el respeto de las reglas y formalidades de esta concesión, como hace la viuda de Sajarov, tenidendo en cuenta el reglamente del premio y el plazo de presentación: porque la candidatura debió ser presentada "en el curso de apenas diez días después de su investidura como presidente", el pasado 20 de enero, o incluso durante su campaña electoral...
yo creo que el discurso de Praga y el del Cairo... ya son un avance hacia la paz;
el pdte. del comité en Oslo ya lo dijo hoy por la manana, en la conferencia de prensa en Oslo, que se lo daban "por su visión", esto es, por su discurso, que coincidía con el ideal -dijo- de Alfred Nobel...
Creo que él estaba muy sorprendido y también piensa que aún no ha hecho nada...
http://www.youtube.com/watch?v=FbOWxc7Wwrg
Saludos!
Publicado por: marta salazar | 09 octubre 2009 en 08:17 p.m.
Lo que más me ha sorprendido de esta operación de imagen de los Nobel, que el "bueno" de Obama a buen seguro intentará aprovechar, es la (¿se nombra así?) "contradictio in terminis" de los argumentos de este jurado supuestamente ilustrado.
Tener en un programa electoral una política que pretende ampliar el aborto ¿es una muestra de paz? Jo... De lo que se entera uno. Y yo que pensaba que el asesinato de inocentes es probablemente el acto más repugnante y asqueroso. Apología de la violencia más cruel.
A ver como lo digo para no liar el asunto, pero si le dan el Nobel de la Paz a un gobernante que ha prometido promocionar el asesinato de inocentes, quizas estos sesudos "premiadores" deberían ir pensando en "honrar" a título póstumo a Pol-Pot, Stalin o... ¿hace falta que siga con más nombres?
Quizás el equivocado sea yo, y ampliar la indefensión del feto sea realmente un acto de pacificacion extrema. Será...
Todo esto huele a podrido. (Perdón por el lio de los acentos... A veces la BlackBerry se porta mal ;-))
Publicado por: jordi | 09 octubre 2009 en 09:22 p.m.
ya puestos que le den el Nobel a Ahmadineyad. Harían una buena pareja. Que fantoches los del Nobel !!
Publicado por: Claudio | 09 octubre 2009 en 10:23 p.m.
Marta, aunque parezca sonar a "boutade", si lo que hay son discursos, y los discursos son realmente magníficos y estupendos, como la mayoría lo son, entonces, o bien habría que haber pensado en el Nobel de literatura, o bien habría que haberle dado el premio, o una parte al menos, al "negro" Jon Favreau, el joven poeta que escribe los discursos de Obama, con o sin la ayuda de éste.
Y no hay que olvidar la sabiduría popular suele decir que del dicho al hecho hay mucho trecho. Y en ese trecho obamaniano -parece- están al menos los omnipotentes lobbies de empresas e intereses económicos civiles y militares que pululan por Washington. Algo que ya sabía muy bien Hillary Clinton, en su controversia partisana con Obama, cuando dijo que Obama estaba haciendo una gran campaña en verso, pero que habría que ver cómo gobierna -porque así es como sólo se gobierna- en prosa... Y esta prosa está aún por ver.
Jordi, no creo que te pases diciendo lo que dices. Es más, quizá -puestos a hablar de paz y de guerra en plan moderno- las indefiniciones de un Obama que no se define y decanta con claridad en casi ningún asunto (como se le reprochó antes de ser presidente), traen consigo que los abortos sean considerados como "efectos -e incluso daños- colaterales", necesarios, en la guerra contra la pobreza o la superpoblación mundial o contra quimeras de este o aquel tipo... El sentido de la realidad se sigue desvaneciendo ante los discursos que suenan como bienintencionados.
Claudio, me parece que la demagogia ideológica del Nobel de la Paz ya quedó definitivamente de manifiesto cuando se le negó a Juan Pablo II, que -entre muchas otras cosas- algo tuvo que ver con la caída del telón de acero y demás. El resto -incluyendo pretender hacer de Obama una especie de nuevo mesías- es letra pequeña.
Publicado por: JJG Noblejas | 10 octubre 2009 en 09:28 a.m.