Esta mañana he recogido en e-scriptor.com, el comentario de un guionista hollywoodiano (Roger L. Simon) sobre el "affaire Polanski" (Hollywood Self-Implodes over Polanski), sorprendido y bastante escandalizado por lo que dicen algunos de sus colegas:
(...) The list is stomach-turning. Many of the names I know. Some were once personal friends. Some of those ex-friends even have children, who I also knew. Children.
And yet those people are defending a man who drugged and sodomized a thirteen-year old!
In the name of what? His art? One creepy character on the Huffington Post even went so far as to say Polanski had suffered enough because he didn’t get to work in Hollywood. How dumb can you get – multi-million dollar productions such as Polanski directed for years are financed internationally and distributed world wide. The only “suffering” Polanski had to endure in all this is he had to live in Paris instead of Beverly Hills. Quelle tragédie. (...)
También recojo esta mañana (en otra anotación) en e-scriptor.com el coherente y bien pensado comentario de Ignacio Aréchaga sobre el curioso asunto del apoyo que los cineastas (algunos, al menos, digamos) prestan a Polanski, como intentando disminuir o eliminar su culpabilidad en -y lo digo sin entrar en detalles- el drogar y violar (en todos los modos pensables), en 1977, a una niña de 13 años.
Escribre Ignacio Aréchaga, bajo el título "Tolerancia cien para Polanski"
El mundo del cine ha cerrado filas tras Roland Polanski, reclamando su libertad. En la petición firmada por 138 cineastas –Woody Allen, Pedro Almodóvar, Martin Scorsese, David Lynch y otras muchas celebridades– da la impresión de que Polanski, de 76 años, ha sido detenido por su ideas más que por sus actos. Nada se recuerda del origen de su arresto, la violación en 1977 de un chica de 13 años, tras haberla drogado, culpabilidad que reconoció en su momento ante el juez de Los Ángeles, aunque luego huyera sin dar ocasión a que se pronunciara la sentencia. (...)
via aceprensa.com
Y añado un breve comentario:Tiene "razón cien" Ignacio Aréchaga en lo que escribe.
Y pronto aparece un comentario de un colega, razonable, pero que -soslayando el delito- se detiene en el perfil artístico del delincuente:
Ya, pero cuando la propia implicada ha retirado los cargos...Yo siempre he pensado que Polanski muy bien de la sesera no está, sobre todo desde que le masacraron a la familia.
Lo único que realmente me fastidia de este asunto es la cantidad de obras maestras que nos habremos perdido por culpa de su exilio.
Y le contesto pensando que, si se dejan de lado los cargos del delito de drogar y violar a una menor, quizá el exilio, que en realidad es huída o como mucho auto-exilio, bien puede ser visto de otro modo:
O las que ha hecho gracias al auto-exilio...
Y estraviz just favorited your post "Tolerancia cien para Polanski" on e-scriptor.com
Y añade Nahum, otro colega:
Nahum said...
Salvando las distancias, este corporativismo más o menos cultural que se olvida de la víctima me recuerda a lo que pasó en España con Farruquito...
Ignorante de lo que pasó con Farruquito, entiendo que la extraña tolerancia con Polanski no tiene sólo una componente profesional de colegas o admiradores de su obra cinematográfica, sino un sesgo de que -en su caso- el delito de drogar y violar a una menor, sobre todo si han pasado años desde 1977, y la agredida sólo quiere olvidar aquello, es algo poco relevante. Al menos en términos de opinión pública, más bien sensiblera.
Y me viene a la mente, sin querer, una comparación (odiosa, como todas) con el modo de considerar -sin asomo de tolerancia, aunque con el mismo sensiblerismo, pero aplicado de otro modo- los casos de acusaciones semejantes referidas a algunos miembros del clero católico estadounidense (extraño asunto el de que no hayan salido a la luz de la opinión pública -tan proclive a equilibrar las informaciones- las abundantes historias similares de clérigos judíos o protestantes).
Y como no digo esto por ponerme del lado de Schwarzenegger ("Polanski no debe recibir ningún trato especial"), sólo me queda una pregunta para entender bien la explícita discriminación de tolerancia e intolerancia en estos casos de pederastia: ¿Que razón de peso se me escapa para entender -en este caso, y no en los otros- el apoyo al imputado por parte de gente como Woody Allen, Pedro Almodóvar, Martin Scorsese o David Lynch? Y no basta pensar en que se trata de un artista (ya se sabe, hay que respetar la sensibilidad de los artistas...) o algo semejante.
¿O quizá es que se trata de "uno de los nuestros, de los que fijamos el pensamiento dominante: lo que está bien o mal, según la vigente teoría de la relatividad de los crímenes y criminales", o algo así? En todo caso, me parece encontrarme en una encerrona, dentro de esa peculiar granja en que todos somos iguales, pero unos más iguales que otros.
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Actualización (04 Oct 09): dice Elentir que "Polanski compró el perdón de su víctima y ni siquiera se molestó en pagar todo lo acordado" http://tr.im/Ay1G
Y veo en The Guardian que no todo Hollywood está en la misma línea: (...) "The Feminist Majority Foundation is in favour of his extradition. Katie Buckland, chief executive of the California Women's Law Centre, has pointed out the difference between Hollywood's attitudes towards Polanski's long-ago crime and the unearthed pasts of elderly paedophile Catholic priests." (...)
Y también se pregunta algo parecido a lo aquí aludido: Should Roman Polanski be above the law?
Y en Alter Net, dice Jaclyn Friedman: We Are All Roman Polanski's Victims, And We All Deserve Justice: When a rapist, no matter how gifted or famous, is allowed to escape justice, we're all harmed.
"¿A cuántos delitos tendría derecho un ganador del Oscar?" (ver Periodista Digital), se pregunta David Gistau (Libertad creativa para Polanski):
(...) Ya que Almodóvar insiste, podemos aceptar que el Artista, por el hecho de serlo, debe existir por encima de la Ley. Pero entonces es necesaria una tabla de impunidades que pueda interpretarse como descripción de un prestigio. Es decir, ¿a cuántos delitos, como parte de la dotación del premio, tendría derecho un ganador del Oscar? ¿Lo dejamos en dos violaciones, un atraco a mano armada, y barra libre de hurtos en supermercado y tiendas de moda para todo el año? Asusta pensar en los privilegios ante la ley de los que entonces debería gozar todo un pedazo de Nobel de Literatura.(...)
Sobre la relación entre vida y obra en Polanski es muy recomendable leer la magnífica entrada de Juan Pedro Quiñonero en su blog: Polanski, profeta y mártir de su historia.
"Ya, pero cuando la propia implicada ha retirado los cargos..."
Uy, eso es lo que pasa en muchos casos de violencia doméstica. Precisamente el Estado (y su ejercicio de la violencia legítima y de la impartición de justicia) anula el sentimentalismo. Porque eso, el sentimentalismo, es lo que hace que no todos seamos iguales ante la ley.
Me encanta Polanski y "La semilla del diablo" es mi favorita. Pero no sé por qué tiene que ser más "igual que otros", como apunta Juanjo.
Publicado por: Nahum | 04 octubre 2009 en 12:36 p.m.