Puesto que parece que es inminente el estreno en España de la película "Katyn", de Andrzej Wajda, aprovecho la ocasión para recomendarla.
No necesariamente como una obra maestra absoluta del arte cinematográfico. Pero sí necesariamente como una obra artísticamente muy digna -maestra, eso sí, en su género histórico- que además se esfuerza y logra presentar sin ira una verdad histórca muy debatida y muy manipulada u ocultada hasta hace bien poco tiempo.
Una muestra de que en Polonia la razón histórica y el arte poético, culturalmente asociados al cristianismo vivido, no alienta -como en otros lugares- la creación de monstruos ideológicos.
La película -que me ha gustado profundamente- ha pasado casi inadvertida en no pocos países europeos, quizá porque habla sin tapujos de una monstruosa matanza llevada a cabo por los dirigentes políticos y el ejército soviéticos; matanza denunciada en primer lugar por los dirigentes políticos y sobre todo el ejército alemanes, durante la segunda guerra mundial.
Una película que -por tanto- resulta "políticamente incorrecta" para la cultura filomarxista o añorantemente filosoviética, e incluso para la cultura "bienpensante buonista" que la patrocina, incapaz de hacer -no ya un mínimo de libre y voluntaria autocrítica- sino un mínimo de esfuerzo por conocer y atenerse a la verdad de las cosas y de las personas y también sin un mínimo esfuerzo -todo lo contrario- para hacerla pública.
He visto y recomiendo leer una crítica muy interesante de Julio R. Chico, en su blog La Mirada de Ulises: “Katyń”: Verdad sin ira para alcanzar la libertad.
Ver You Tube: trailer en español.
JJ, estuve en el preestreno en Madrid, la semana pasada. Me parece que, como obra cinematográfica, está mal resuelta, abusa de los planos cortos, tiene un montaje y un guión mal enlazados, se me hace fría...
Hasta aquí el juicio estético, que de todos modos no me llevan a considerarla como una mala película. Simplemente destaco que, si la comparamos con "Save Private Ryan", sale mal parada.
Pero la historia que narra "Katyn" y el tono me parecen dignos de un tremendo elogio. Coincido en este punto contigo. El trasfondo cristiano no es propagandístico (gran acierto de la película), sino que entra con naturalidad y forma parte del "humus" de los personajes. El general polaco es el personaje que más me ha gustado.
Merece la pena verla en el cine, sobre todo porque ninguna cadena la emitirá en televisión. Lo mismo que la sobrecogedora y maravillosa "Trece entre mil".
Publicado por: José María Sánchez | 14 octubre 2009 en 08:33 p.m.
Entiendo perfectamente lo que dices y en buena parte lo comparto. Por eso hago esa distinción que hago. A mí me parece que tiene un estilo indeciso entre la pequeña y la gran pantalla, con tendencia hacia la primera... pensando quizá en las dificultades que ha encontrado para su distribución y exhibición cinematográfica internacional, y orientándose hacia la televisión y el dvd en alta definición: es curioso, pero cada vez conozco más profesionales del cine que -en vez de ir a las salas- ven las películas en grandes pantallas digitales y sonido estereo fino en sus propias casas y empresas. Por lo demás, es de exaltar el humus que señalas. Un cordial saludo, JJ
Publicado por: JJG Noblejas | 14 octubre 2009 en 10:28 p.m.