La patada en la espalda a Hermann Tertsch y las puñaladas periodísticas
Muchas gracias a M. Doval por esta anotación en Internet Política. No entendía bien la situación al leer en algunos blogs opiniones denigrantes (insultos, vaya) para este periodista, con ocasión de ser moralmente vapuleado primero en un programa de televisión que pretende ser divertido, y luego con ocasión de esta agresión física. Me aclara mucho el último párrafo la situación del penoso estado de la profesionalidad en (una parte, al menos) el panorama cainita hispano: “Tertsch no gusta a los ambientes políticos y periodísticos neoprogresistas, pero eso no debería impedir la solidaridad humana más básica. Y si la impide, simplemente es otra constatación más de que el “buenismo” es en el fondo la piel de cordero de una crueldad inhumana.”
Empieza a ser palpable en España un deterioro de los derechos civiles y de las libertades: por narcotización de la opinión pública y por la superficialidad agresiva de la política gubernamental. Véase la modificación de la ley del aborto, las imposiciones ideológicas en educación, la limitación hasta la imposibilidad de ejercer el derecho a la objeción de conciencia. A esto se une la indiferencia por una conveniencia política (repugmnantemente capitalista) ante sucesos como los secuestros del Alakrana y en Mauritania, la agresión a Tertsch o la indiferencia ante la huelga de hambre de Aminetu Haidar (http://www.intereconomia.com/blog/toda-hora/que-alimenten-ya).
Publicado por: Manuel | 11 diciembre 2009 en 10:38 a.m.