El caso es que sigue en pie la tromba más o menos extrañamente uniforme y frenética en los medios de destacar y "hacer hoy noticia de apertura de primera página" con algunas sombras de la Iglesia católica, sobre todo del pasado [años 50-60 del siglo XX], sin poner -al menos- algunas [de hecho, p.e., del NY Times a El País, ninguna] de las luces que puedan dar lugar a aquellas sombras.
Me viene a la cabeza pensar que quizá está muy bien regodearse en el "Cuadrado negro" de Malévich (quizá, sobre todo, entre expertos y en monografías de congresos especializados) pero sabiendo (y haciendo saber cuando se habla al público en general) que para no manipular demasiado la opinión pública general sobre Malevich conviene decir que también pintó -que sé yo- su autorretrato o el "Paisaje de verano" (dentro del cual, en efecto, la puerta de la casa resulta ser negra):
En fin, este es el cuadro que pinta Salvador Sostres. Primero las sombras, luego las luces:
Lo sentenció Pablo VI: «El humo de Satanás se ha colado en la Iglesia». Los recientes casos de abusos sexuales y de pederastia, aunque se han sobredimensionado, han sido minuciosamente acreditados. Los culpables no sólo son los curas concretos sino una jerarquía eclesiástica que de un tiempo a esta parte se ha vuelto blanda y relativista; y unos obispos que, acobardados ante el discurso progresista y preocupados porque cada vez los seminarios estaban más vacíos, decidieron rebajar la exigencia y el listón.La frivolidad con que últimamente se ha accedido a ordenar a toda clase de candidatos a cura era evidente que acabaría sembrando el caos. Gente que aspiraba al sacerdocio para resolver sus problemas personales en lugar de tener la vocación de ayudar a resolver los problemas de los demás, y relativistas de todo tipo y condición. La Iglesia, acomplejada y sin ninguna confianza en su doctrina, ha ido mirando hacia otra parte a condición de resolver el mero aspecto cuantitativo. Y al final nos hemos desmoronado.
Aunque esta consideración choque con el discurso políticamente correcto, el 80% de los casos de abuso sexual y de pederastia que se han dado han sido de cariz homosexual. El Santo Padre habló de la naturaleza «intrínsecamente desordenada» de los homosexuales, y recomendó no ordenarles porque el riesgo de perdición se multiplica en personas de esta condición. Muchos obispos no le hicieron caso y se rindieron a la propaganda progresista del todo vale. Luego pasa lo que pasa. Ahí están los datos. De tanto renunciar al rigor, hete aquí el carnaval desatado. De tanto mirar hacia otra parte, al final los ojos se nos han quedado en blanco del horror que hemos tenido que contemplar. De tanto decir que el infierno no existe, nos lo hemos acabado encontrando a la vuelta de la esquina. A eso hay que añadirle que la mayoría de curas viven abandonados por sus obispos y que nadie se preocupa de ellos. Ni de su intendencia, ni de su instrucción ni de su pastoreo. Y todo se va volviendo, primero, aproximadamente cierto, y luego, aproximadamente falso. Entre una cosa y la otra hay sólo un paso. El diablo está en los detalles.
La Iglesia debe volver a confiar en ella misma y en su infinita capacidad de hacer el bien. No hay mayor instrumento del bien, en el mundo, que la Iglesia Católica, la mayor y más eficaz ong del planeta. Que la Iglesia considerara -y considere- que la ordenación de homosexuales puede resultar problemática, sobre todo para ellos, no ha sido óbice que impidiera que el primer hospital que se creó para ocuparse específicamente de enfermos de sida fuera católico. Y americano, por cierto. En la actualidad, tres de cada cuatro enfermos de sida son atendidos por curas y monjas.
La Iglesia tiene que mantenerse fiel a su fe y lo más cercana a Dios posible para continuar siendo el camino de la salvación del mundo.
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PS-- Ya de paso, me parece de interés sobre esto mismo, los enlaces que publica Paco Sánchez en Vagón-Bar: Más enlaces sobre abusos sexuales e Iglesia:
El Papa no encubrió a un acusado en Munich
Cómo actúa la Iglesia ante los abusos sexuales
Alemania: abusos de menores en la Iglesia y fuera
Celibato sacerdotal y abusos sexuales
Abusos sexuales: máxima claridad y titulares engañosos
El Papa pide a los obispos irlandeses honradez y valentía contra los abusos
El Papa y los abusos: la fiebre amarilla de The New York Times
Me parece interesante el análisis. Desde fuera de la Iglesia se le ha pedido a la jerarquía "flexibilidad en moral sexual", y no pocos curas han considerado que la palabra "pecado" y el sexto mandamiento habían quedado abolidos. Parte de los excesos (que son minoritarios) tienen que ver con esa marea de relativismo y de pérdida de identidad. Los mismos promotores de la "liberación sexual" demuestran su hipocresía, al orquestar la gran campaña de acoso a la Iglesia, a resultas de este tema.
Mañana, estos mismos periodistas anticatólicos apoyaran los cambios legales que piden ciertos lobbys gays para despenalizar la pederastia, como parte de la legalización de "opciones y orientaciones sexuales".
Estos mismos periodistas anticatólicos identifican a una minoría exigua de curas pederastas con toda la Iglesia, pero se escandalizan de que otros hagan algo similar identificando inmigración y delincuencia.
Otrosí, ¿estos mismos periodistas no son los mismos que piden flexibilizar las penas de cárcel, porque "los delincuentos son víctimas de la sociedad"?
Publicado por: José María | 26 marzo 2010 en 02:31 p.m.
Aunque sólo se tratara de ver este asunto como cuestión de o entre periodistas, resulta un desafuero. Es decir, con el Drae, una "acción contraria a las buenas costumbres o a los consejos de la sana razón".
Y si plantearlo como desafuero profesional (cuando lo justo sería hablar de aberración patológica) puede parecer ofensivo a las "costumbres" de algunos medios, entonces la alternativa hace pensar, sencillamente, que esos medios y esos profesionales están dejando de lado la sana razón.
Y ahí entra y se queda corto tu florilegio de patentes hipocresías que saltan a la vista en esos que son ya pseudo-profesionales y pseudo-medios de comunicación. Y lo siento, porque están poniendo de paso a los profesionales y a los medios de esta profesión a los pies de los caballos...
Publicado por: JJG Noblejas | 26 marzo 2010 en 04:15 p.m.
Bueno, el artículo no es de periodistas, profesión que -como todas- está desgraciadamente afectada por la ausencia del rigor, del intereś por la verdad y del cariño por hacer bien las cosas. El artículo es de la Iglesia, y dentro de unas líneas generales con las que concuerdo, pienso que esta frase le resta valor al mensaje: "la mayor y más eficaz ong del planeta". Si la Iglesia es esto, y por esto hay que intentar mejorarla, montemos otra entonces.
Publicado por: Eduardo Cabrera | 26 marzo 2010 en 04:59 p.m.
Estimado Sr. García-Noblejas,
Me parece de un cinismo (muy poco cristiano, por cierto) cargar el muerto a la condición homosexual de algunos religiosos. Le vendría bien pisar sobre el suelo, vivir el día a día y darse cuenta de la cantidad de padres de familia que, siendo gays, se casaron y llevaron una vida de mentira solo por el miedo al rechazo o a la represalia por no seguir lo que estaba socialmente aceptado.
No puede decir algo contrario a la doctrina católica y tienen que echar la culpa a algo que, les guste a no, es transversal en la condición humana: homosexuales ha habido siempre, toda la consideración sobre ellos es lo que cambia (antes, con el Franquismo, por ejemplo, había un clima, y ahora otro opuesto), pero excusar los abusos a menores con el argumento de que "la Iglesia tiene que aguantarse ahora, porque se ha abierto y ha dejado entrar el mal en forma de religiosos gays" me parece una frivolidad absoluta que no beneficia, especialmente, a la Iglesia. Sí, sí, cinismo en estado puro: si la Iglesia tapó en su día cierto caso aberrante de pederastia en su seno y era un homosexual venido del infierno, explíqueme, Sr. García-Noblejas: ¿por qué se le permitió seguir ejerciendo? Porque, además, los abusos se produjeron durante más de 20 años y "nadie vio nada".
Como siempre, la culpa es de "otros": las mujeres, los medios de comunicación, los gays, la política... A la Iglesia le está bien empleado que se sepan estas cosas y seguramente le sirva para darse una cura de humildad.
Y, por cierto, soy padre de familia, tengo tres hijos y cada día tengo más dudas de si pertenezco a "la Iglesia que pensaba que era".
Un saludo,
Fernando.
Publicado por: Fernando | 26 marzo 2010 en 05:07 p.m.
Los artículos no se escriben solos, siempre hay alguien que los escribe. Esto, que puede parecer una sandez, no lo es tanto: es -entre otras cosas- además de una evidencia, una defensa del pluralismo informativo.
El que haya ahora mismo muchos, muchísimos alguienes escibiendo acerca de algo que no es un gran qué, dada la condición humana, y algo pasado hace unos ciertos decenios, me lleva a pensar y decir que este asunto es -sobre todo- asunto de periodistas más bien obedientes o sumisos o predispuestos al escándalo ("esto vende", etc.) que les señalan quienes alimentan los brazos que mecen sus teclados o que gobiernan o deslumbran sus fuentes y su imaginación, haciendo una "causa general" de poquísimos casos concretos, como dicen los que han investigado científicamente las cosas.
En cuanto a montar una iglesia, es usted muy libre de hacer lo que le plazca, estimado Eduardo: será la enésima secta que se separa de la Iglesia fundada por Jesucristo.
Amigo Fernando, como le veo un poco sobresaltado, espero poder decirle algo en otro momento. Muchas gracias por sus opiniones...
Publicado por: JJG Noblejas | 26 marzo 2010 en 05:22 p.m.
dos cosas:
1) un excelente artículo haciendo referencia a una carta de Marcelo Pera defendiendo al Papa:
http://infocatolica.com/blog/delapsis.php/1003251248-una-agresion-al-papa-y-a-la-d
2) Sobre los abusos del Padre Marcel y los Legionarios: otro excelente y claro artículo:
http://infocatolica.com/blog/coradcor.php
Publicado por: Claudio | 26 marzo 2010 en 05:28 p.m.
Claudio, mil gracias por ambos enlaces. Por si sirve, tengo una versión en castellano de la "carta al director" de Marcelo Pera (Corriere della Sera, 17-03-2010), en este otro sitio:
http://www.noticiasglobales.org/comunicacionDetalle.asp?Id=1329
Un cordial saludo, JJ
Publicado por: JJG Noblejas | 26 marzo 2010 en 08:01 p.m.
A Fernando le escribo que no es un cinismo achacar a la condición homosexual los abusos sexuales de eclesiásticos. Si es la verdad, habrá que seleccionar mejor a los candidatos al sacerdocio. Lo curioso es que en USA algunos medios silenciaron que los casos de abusos se produjeron por eclesiásticos con tendencia homosexual.
Y no deja de ser doloroso que todo eso haya sucedido.
Publicado por: Ricardo | 26 marzo 2010 en 09:09 p.m.
Ricardo, no me conesta a lo fundamental: si hay que escogerlos mejor y el hecho de ser homosexual es un peligro, ¿por qué no excomulgaron rápidamente a ese depravado que copa hoy las portadas periodísticas en lugar de permitirle que siguiera ejerciendo durante 20 años, tal y como se hizo?
No se salgan por la tangente, la Iglesia ya no engaña a mucha gente, afortunadamente. Y el sexo, hoy en día queda demostrado, no es cuestión de orientaciones. Y, si no, dénse una vuelta por cualquier bar a las tantas de la madrugada, de esos a los que va "gente normal", como les gusta decir. Seguro que se llevan más de una sorpresa.
La hipocresía, por cierto, tampoco es algo ajeno a la Iglesia, por si no se han dado cuenta.
Un saludo,
Fernando
Publicado por: Fernando | 27 marzo 2010 en 12:55 a.m.
Estoy de acuerdo en que la cúpula de la Iglesia a estado lenta y ha sido liviana en su condena, pero por eso no podemos extrapolar esta lacra social a la Iglesia en general.
Internet creo que está siendo muy cruel y dura con la Iglesia. Olvidémonos de la cúpula y quedémonos con los curas "de la calle y los pueblos".
Un saludo
Publicado por: Javier | 27 marzo 2010 en 02:09 a.m.
Estimado Fernando:
le aconsejaría leerse una Historia de la Iglesia, mínimo una de tres tomos (la de editorial Palabra a mí me gustó mucho: es clara, y sale todo).
En la Historia de la Iglesia, cuando uno la lee, ha habido de todo. Y cuando digo de todo, digo "DE TODO". Empezando por los apóstoles: los sucesores que escoge Jesucristo son un grupo de cobardes traidores, obsesionados por ver quien manda más, antiguos ladrones como Mateo, que robaba dinero a esos pobres analfabetos, etc. Penoso.
El Evangelio está lleno de sus miserias. Esa es una de las mejores pruebas de que esta religión tiene mucha verdad metida en su doctrina.
Y por último, le cuento aquella anécdota de ese Cardenal de Estado que se entrevista con Napoleón. Napoleón había invadido los estados pontificios, y el Cardenal va a negociar con él. Y ante tanta componenda y trapisonda del Cardenal que intenta negociar a favor de la Iglesia, Napoleón se enfadó, y le dijo: ¿Sabe usted quien soy yo? ¿No sabe que puedo arrasar la Iglesia con mis ejércitos? El Cardenal le respondió: lo dudo alteza imperial. Los curas hemos intentado destruir la Iglesia a lo largo de XVIII siglos, y no lo hemos conseguido aún...
Ciértamente hay cosas que se han hecho mal, pero no son cosas que nunca hayan ocurrido, ni en la Iglesia ni en otros sitios, desgraciadamente. Recuerde usted el turismo sexual Europeo... La condición humana es capaz de lo peor. Y hay que tomar medidas, que se están tomando. De ahí, a meter a todos en una melée pues va un abismo. Hay mucha gente buena, que no hace ruido. El bien no hace ruido y el ruido no hace bien.
Publicado por: Claudio | 27 marzo 2010 en 01:24 p.m.
Estimado D. Juan José, no quisiera en ningún lugar figurar criticando a mi Santa Madre Iglesia. Quizá no me he explicado bien. Sólo quería hacer ver que, valorando mucho el artículo que Vd refiere en este post, las afirmaciones de que la Iglesia es una ong -aunque lo es- me parecen tan "empequeñecedoras" que restan más de lo que suman, y por eso usé la ironía.
Publicado por: Eduardo Cabrera | 27 marzo 2010 en 05:21 p.m.
Eduardo, ya siento no haber visto la ironía. Perdoname si te he leído al pie de la letra.
Javier, entiendo bien lo que me parece que quieres expresar, y entiendo que siempre hacen falta más de las cuatro líneas de un comentario en un blog... Aunque la cercanía de la gente de a pie creo que no exime de tomar en consideración las alturas de las cúpulas...
Muchas gracias, Claudio, por la certera y serena respuesta a Fernando... Cuando éste dice, hablando "a mogollón", que "la Iglesia ya no engaña a mucha gente, afortunadamente", a fin de cuentas tiene razón: afortunadamente, ni la Iglesia ha engañado a nadie, ni lo hace ahora. Al menos, cuando consideramos que lo que está en el punto de mira es una realidad que el Catecismo de la Iglesia (n. 789) llama "esposa de Cristo", y que -según se ve con un poco de documentación- ya San Pablo llamaba propiamente así (ver, por ejemplo, en la Epístola a los Efesios, 05, 21-33, tomando pie del salmo 44, el Cantar de los Cantares y, sobre todo, en el Génesis 2, 24). Y Cristo "es la Cabeza del Cuerpo que es la Iglesia" (Col 1, 18). Es el Principio de la creación y de la redención. Elevado a la gloria del Padre, "él es el primero en todo" (Col 1, 18), principalmente en la Iglesia por cuyo medio extiende su reino sobre todas las cosas (Catecismo, n. 792). En fin, que por tanto ni sólo ni de modo esencial, la Iglesia es o puede ser considerada una realidad meramente humana, observable desde una óptica sólo sociológica, compuesta de personas más o menos bienintencionadas. Aunque también tenga esta faceta sociológica, en que la imagen de la Cabeza queda más o menos a merced de la mayor o menor adecuación de los restantes miembros del Cuerpo a esa Cabeza... En fin, en estas cosas andamos.
Publicado por: JJG Noblejas | 28 marzo 2010 en 01:13 p.m.
El infierno es un concepto simbolico que aparece en la biblia, y su significado esta enfocado a la destruccion o aniquilacion total.
eclesiastes
9:5 Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido.
Publicado por: douglas marroquin | 10 junio 2010 en 12:15 a.m.