A recent PRWatch blog discussed how corporations are increasingly turning to cause marketing to get around people's ability to tune out their daily deluge of advertising. Cause marketing, or "affinity marketing," is a sophisticated PR strategy in which a corporation allies itself with a cause that evokes strong emotions in targeted consumers, like curing cancer, alleviating poverty, feeding the hungry, helping the environment or saving helpless animals.
The relationship avails the company of a more effective way to grab the attention of their audience, by telling them compelling stories linked to the cause, for example tales of survival, loss, strength, good works, etc. Once the company gets your attention, it links its name and brands to the positive emotions generates by the cause. The company then leverages that emotion to get you to buy the stuff they've linked to the cause -- and improve its corporate image.
Los modos de trabajo de la publicidad y las relaciones públicas están influyendo de modo un tanto excesivo en los modos periodísticos.
La publicidad y las RRPP o la propaganda no pocas veces dan prioridad a los sentimientos generados en los destinatarios por encima o al margen de las cualidades del producto o los servicios que una corporación es capaz de prestar. Los "hechos" cuentan menos que las emociones, los sentimientos, los "feelings" generados.
Sucede que -en un orden predicamental mínimamente realista, en el que cuente el ser de cosas y personas-, la verdad antecede y da sentido al bien, y no al revés.
En principio, "ser libre" importa infinitamente más que "sentirse libre", por seguir el ejemplo bien conocido de Max Scheler y su "niña caprichosa".
Pues bien, parece que las corporaciones buscan cuidar los sentimientos de sus clientes y los de los consumidores de sus productos, antes que la calidad de sus productos y el bien de sus clientes.
Se cuenta -por ejemplo- el caso de Phillp Morris como un "buen uso" del "cause-related marketing", relacionando la compra de cigarrillos Malrboro con la ayuda a la causa de que los caballos puedan correr en libertad (Let 'Em Run).
Dicho así, esto parece una solemne tontería, pero según los análisis mencionados, el procedimiento tiene una eficacia tumbativa.
Mejor no piensen demasiado en esto y siéntanse bien sabiéndolo.
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