El diario estadounidense en la red, Politico, publica hoy una caricatura de Wuerker que refleja bien la cuestión: la ética puede encontrarse -en el gran supermercado de los intereses de oferta y demanda de compraventa de poder en Washington- en la sección de "congelados".
Así que le dicen al ingenuo buscador de "ética" en el entorno de poderes e intereses alrededor de la Casa Blanca, el Capitolio, etc., que ese producto está -quizá: si es que lo hay- entre los "congelados".
El caso es que -en la amplia sección de asuntos éticos del diario Politico- acaba de discutirse la (en efecto, muy discutible) decisión de Obama en contra de sus propias reglas de juego, permitiendo que varios de los consejeros de la Casa Blanca (White House waives ethics rules for counsel) queden exonerados de dejar de lado sus ya lucrativas y políticamente interesadas actividades profesionales...
Ya se ve que algunas promesas electorales ("lideraré el gobierno más abierto, transparente y fiable de la historia"), y no de menor cuantía, se someten conscientemente a intereses más o menos ocultos, pero que salta a la vista que son de fuerza mayor.
El más que posible conflicto y tráfico de influencias es patente, y resulta que el comité de ética de la Casa Blanca dice que el año que viene publicará un informe sobre lo que ahora está haciendo...
No quiero pensar lo que algo de este tipo hubiera podido suponer -caso de existir- en lugares como la Italia de Berlusconi o la España de Zapatero, por poner un poner. No basta con el falso "consuelo" de decir que ya se ve ese es "mal de muchos", porque eso es síntoma de epidemia.
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