Woody Allen pide que a Obama se le deje ser un dictador

Woody Allen está en Cannes, y ha dicho -y la prensa internacional lo reproduce sin más comentarios- que "sería buena una dictadura de Obama durante unos cuantos años".  

No sé cual pueda ser la consideración adecuada que Allen merece por estas palabras. La menos hiriente o insultante para el cineasta me parece la de "bufón". Bufón de corte, al que se le permite decir en voz alta cosas serias o estúpidas que otros cortesanos no se atreven a decir...

Dicen las agencias y recogen los periódicos:

Woody Allen es un "gran fan" del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hasta el punto de que considera que debería ser un dictador durante unos años para poder llevar a cabo todos los planes que tiene. "Estoy encantado con Obama, creo que es genial. El Partido Republicano debería quitarse de su camino y dejar de intentar herirle", afirmó con rotundidad Allen en una entrevista con medios de comunicación españoles en elFestival de Cannes, donde ha presentado, fuera de concurso, su última película, "You Will Meet a Tall Dark Stranger". 

En su opinión, el actual presidente estadounidense es "genial" y está consiguiendo hacer buenas cosas. Por eso "sería bueno -agregó- si pudiera ser un dictador durante algunos años, porque podría hacer un montón de cosas buenas rápidamente". (...)

Cuando se pierde el sentido de la medida, las gracias del gracioso dejan de serlo. Y con sus ocurrencias estúpidas, el gracioso pasa a ser más bien patético. 

Porque no se puede entender lo dicho como una gracieta que es una gran metáfora de su afección por Obama: al pedir la dictadura para Obama, Woody Allen no parece darse cuenta de que está pidiendo algo incompatible -por lógica- con "durante algunos años" y -por política- con la democracia. Está pidiendo algo mucho peor y menos gracioso que darle el Nobel de la paz antes de poder hacer algo para merecerlo.

Lo que a Woody probablemente le gustaría es que Obama -que es "tan bueno"- fuera dictador sin control parlamentario o legal hasta que la muerte los separe, o algo así.

No es una bufonada, no tiene gracia. Es una estupidez, que quizá no ha sido criticada por los medios al referirla, no por cuestiones de objetividad informativa, sino por pensar que de algún modo es como una premonición, un signo que forma parte y va bien con los tiempos más bien decadentes, relativistas y poco agraciados -con poca gracia, como el mismo Woody- que vivimos.

En fin, como no hablo del cineasta, sino del ciudadano, espero no haber hecho con estas líneas publicidad de su última película.