Alguien puede pensar que se trata de una cosa menor, poco seria, que no merece atención de quienes se dedican a sacar el mundo, o la civilización, o la cultura, o la democracia adelante o cosas así. Es decir, que es sólo asunto del mundo del gossip, del chismorreo, comadreo o cotorreo de banalidades.
Pudiera ser, pero hoy ese mundo está integrado en la profesionalidad de cualquier ámbito de las RRPP o de la propaganda: desde las alturas de la gran política o finanza internacional, hasta el mundo del espectáculo deportivo o escénico, la experiencia dice que quien miente en lo poco también miente en lo mucho.
Esto es lo que escribe Javier Fumero:
El fin no justifica los medios para nadie. Ni para el periodista mendaz, ni para la fuente oficial que engaña a sabiendas. Se busque lo que se busque.
Lo digo a propósito de la sorprendente noticia que acabamos de conocer sobre la oscarizada Penélope Cruz. Resulta que está embarazada de cuatro meses y medio. Lo desveló este martes Antonio Rubial, responsable de la Agencia Kuranda que se ocupa de la representación de la actriz.
El problema es que el pasado 24 de julio el suplemento ‘La Otra Crónica’ del diario El Mundo abría su edición semanal con el siguiente titular sobre ‘Pe’: “Confirmado: embarazada de cuatro meses”.
Pues bien. Días después de publicarse la exclusiva, el señor Rubial acudió al programa ‘La Noria’ de Telecinco para desmentir absolutamente la noticia. Es –dijo textualmente entonces- “falsa en todos sus términos”. Ese mensaje fue distribuido a todos los medios de comunicación. Así, con un par.
Y yo me pregunto: ¿Alguien le va a pedir ahora cuentas a este señor? Lo dudo mucho. El hecho pasará, sin pena ni gloria, a los anales de la intoxicación informativa.
Como digo, es muy probable que haya quien piense que le estará bien empleado al periodista, por intentar meterse donde no le llaman… Y disiento. Bastante complicado es este trabajo, bastantes trabas encuentra uno ya en el proceloso terreno de la búsqueda de la verdad, como para que encima alguien no juegue limpio y se vaya de rositas.
Me gusta tu post y el enfoque, pero ya que te metiste a 'justiciero', igual hubiera sido mejor titular "Antonio Rubial: mentir a los periodistas…". ¿Por qué? Pues porque titulando con el nombre del autor parece que fuera él el mentiroso. Y "San Google" sacará su nombre mezclado con la mentira en lugar de asociado a quien la subrayó.
EN cualquier caso, es una chorrada que me ha venido a la mente. Lo importante es que te has preocupado por darle difusión a un tema que creo que merece nuestra censura. Muchas gracias por contarlo!
Publicado por: Pablo Herreros | 16 septiembre 2010 en 10:23 a.m.
Pablo, tienes razón. Aunque espero que se entienda bien lo titulado, al menos porque de ordinario así hago en otros casos en que cito por extenso lo escrito por alguien. Además, me parece que Javier Fumero es más bien conocido como un profesional respetable. Muchas gracias también por mencionar el implícito de Google, en el que no había caído. Un cordial saludo, JJ
Publicado por: JJG Noblejas | 16 septiembre 2010 en 10:42 a.m.
Patología por los cuatro costados!
Abrazos desde Chile
Publicado por: Alberto Pedro | 19 septiembre 2010 en 05:44 a.m.
Desde luego que sí. Muchos recuerdos por esas tierras, en espera de llegar a finales de noviembre...
Publicado por: JJG Noblejas | 19 septiembre 2010 en 10:33 a.m.