Hace unos meses, aquí se habló de una desdichada campaña de Benetton, que claramente hería -y de modo grave- la sensibilidad cívica. Esta fué la propuesta desde aquí: Por simple civismo, no compre productos Benetton, asquerosamente anunciados [+ Retiran fotomontaje de Benedicto XVI].
No sé si alguien dejó de comprar productos de esa marca, pero sí tengo evidencias de que hubo muchos lectores para lo entonces publicado a propósito del mal gusto -mayúsculamente asqueroso, además de insidioso- de aquella publicidad que sólo buscaba el escándalo y a ser posible la repercusión gratuita en los medios, aunque fuera para recriminar y despreciar su modo de hacer. Quizá siguen en esa marca la idea de que "lo importante es que hablen de ellos, aunque sea bien".
Pienso que se equivocan, en la medida en que la ciudadanía va siendo cada vez menos obtusa y manipulable al apreciar los mensajes publicitarios. Pero esto es otra historia...
El caso es que acaba de lanzarse otra campaña de la marca, inventado una fundación benefactora que les cubra las espaldas, con este tema y esta imagen, entre otras:
Me parece de un mal gusto extraordinario aprovecharse del desempleo para hacer una especie de concurso del parado joven más guaperas, mozo o moza.
Me parece impresentable que los que figuran en esa publicidad sean con toda probabilidad -no encuentro datos en contra- actores o modelos publicitarios (o parados convertidos en modelos) que han cobrado su sueldo por posar como desempleados. Y aunque fueran desempleados reales y efectivos, que quizá nada han recibido a cambio de ser seleccionados para participar en esta campaña. No debían ser desempleados quienes les han peinado, vestido, iluminado, fotografiado, montado, quienes han ideado y ejecutado esta campaña, etc.
En todo caso, esta exhibición de una presunta "desempleada del año", más a la vista por delante de otros "desempleados", hace pensar en un concurso inexistente; eso sí, patrocinado por una fundación fantasma, que a buen seguro se presentará, siendo filial de la marca, como gran bienhechora de la humanidad.
Como en la ocasión precedente, rogaría a quien haya llegado hasta estas líneas, que no compre los productos de la marca que busca la complicidad de una sociedad que sólo será "avanzada" si avala con sus adquisiciones la burla de la desgracia de miles y millones de personas sin trabajo.
Esperemos que la sensibilidad cívica no caiga en la trampa de esta nueva enrevesada obscenidad publicitaria de Benetton.
Entre tanto, acabo de leer en Twitter que "Los donativos a Cáritas baten récords ante la emergencia social http://ow.ly/e9g1N ". Sigue habiendo genuina y solidaria generosidad en la sociedad, ante la emergencia. No sólo listillos que buscan el aprovechamemiento en beneficio propio.
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