Ya se ve que Zapatero calcula y gobierna últimamente con poco acierto sus fotografías, así como la mezcla de trabajo oficial "público" y turismo familiar "privado". De todos modos, siempre queda el recurso al ridículo pixelado tolerado para que no se pueda hablar en forma explícita de auténtica censura...
Si el señor Zapatero, además de su esposa (que tácitamente se incluye como consorte), quiere viajar oficialmente a Usa y allí hacerse una foto con sus hijas (en estridentes ropajes góticos) junto a Obama y su esposa, está claro que el asunto fotográfico es en sí mismo de carácter público.
Otra cosa es que, o bien haya "aprovechado" un viaje "oficial" para que sus niñas hagan turismo "privado" y se hagan una foto "privada" con papá, mamá y los Obama.
Así que la presunta privacidad de sus hijas (o quizá el atuendo, o el sobrepeso respecto de su madre, o lo que se le ocurra decir) es algo muy sustancial a preservar durante un acto público de un viaje público en el que se han colado las niñas en plan "privado".
Mejor hubiera sido que no fueran de viaje oficial con su padre, ni tampoco se hubieran hecho esa foto. Foto que, con todo derecho, fue colgada del sitio correspondiente a la oficina de turno en la Casa Blanca.
Si la foto era "privada", lo normal era hacerla "privadamente", incluso con una digital de bolsillo o con el móvil de alguno de los fotografiados. Pero es "pública", si públicamente se ha hecho ante los fotógrafos allí presentes, ante los que se posa con la pose de rigor.
Lo llamativo del asunto son -de todos modos- otros aspectos de este peculiar evento: que Zapatero, como jefe de gobierno español, haga casi instantáneamente posible que se solicite la "retirada de la 'web' del Departamento de Estado estadounidense a petición del Gobierno español" y que que los servicios correspondientes Usa así lo hagan.
Y más llamativo aún es que -según parece- la agencia Efe censure por su cuenta y no publique una foto o retire la otra foto (quizá es que ya no necesita instrucciones concretas), diciendo además no haber recibido ninguna instrucción al respecto, a diferencia de la mismísima Casa Blanca estadounidense.
Y aún más llamativo, si cabe, es que un medio como 20minutos decida no publicarla, y otros como ABC o El Mundo las publiquen "pixelando" las caras de las niñas, por la mencionada "privacidad". Unos dicen "acuerdo tácito" de no publicar fotos, otros leen "pánico en los medios".
Zapatero ha "victimizado" a sus niñas, convirtiéndolas en inocente chivo expiatorio, en plan René Girard, que es tanto como manipularlas o usarlas políticamente, para sacar tajada social afectiva en su favor de este curioso asunto. Queda -de todos modos- una manifestación atónita del pitorreo general (y probablemente despiadado y sin medida) que esos hechos provocan en la red (descargar presuntas "bromas" con la foto), pero al menos se trata de un espacio en el que aún no han entrado a saco los pixeladores mentales oficiales y de turno.
Pero resulta mucho más llamativo aún, ya puestos, que -por ejemplo- esto suceda cuando nos han saturado los periódicos y telediarios con imágenes de las niñas de Obama, o los niños del Príncipe de Asturias.
¿Es que en un caso se trata de la conveniente "propaganda" y en otro del inconveniente "periodismo"? ¿Es por eso que entonces solo vale el ridículo del "periodismo pixelado" como excusa legal para poder publicar la foto sin problemas jurídicos?
Tengo la impresión de que -desde el punto de vista y la costumbre o tendencia de Zapatero- todo el periodismo debería ser como el de Efe y el de la 'web' oficial del Departamento de Estado USA, y si no, al menos "pixelado" según sus apetencias de cada momento.
PS-- De todos modos, entiendo que con el panorama laboral y económico, político en general hispano, es al tiempo un alivio y una pena engolfarse un poco en la sorna o el sopesar el asunto de estas niñas y su privacidad, curiosamente depositada en las piadosas manos de sus padres en este caso (pero no en el caso de la Epc o el aborto secreto de las niñas), y dejar por un momento de lado los graves desastres provocados por las escasas dotes de gobierno de su progenitor. Hasta escribir del asunto puede hacer creer a más de un maniqueo que uno es votante del PP (no es el caso), puesto que los del PSOE deben estar en modo de modoso "silencio de oficio" o "fiel espada equilibradora o vengadora", según, que diría Forges.