Ante la "Ley Zapatero del aborto" en España (así es como Zapatero debe pasar a la historia, con su nombre asociado al aborto en España),
se pronuncian y hablan los convocantes de la manifestación en Madrid, hoy 17-O, "Derecho a vivir":
Ante la "Ley Zapatero del aborto" en España (así es como Zapatero debe pasar a la historia, con su nombre asociado al aborto en España),
se pronuncian y hablan los convocantes de la manifestación en Madrid, hoy 17-O, "Derecho a vivir":
Publicado el 04:57 p.m. en Civismo - Civics, Communication, Conscience, Credibility, Culture, Current Affairs, Embrión humano, History, Internet, Politics, Public Relations, Religion, Science, Sociology, Technology, Television, Writing | Enlace permanente | Comentarios (0) | TrackBack (0)
Muy recomendable leer la información que facilita Elentir, en su blog, Cómo seguir la manifestación del 17-O en Internet, TV y radio, y otra información útil. Además de su propio seguimiento, ofrece referencias de
Otros seguimientos en Twitter:
- Nicolás Susena retransmitirá información del 17-O en directo desde la organización del acto a lo largo de todo el sábado. Podéis seguirle en http://twitter.com/nsusena
- La cuenta de Derecho a Vivir en Twitter también ofrecerá información sobre la marcha: http://twitter.com/derechoavivir. Si deseas acceder por una vía alternativa, en la portada de la edición digital del diario Abc han puesto un bloque con las actualizaciones de esta cuenta de DAV.
En radio y televisión, Elentir ofrece los datos concretos de Intereconomía, Telemadrid, Popular TV, Cope, etc.
También informa que Así será el 17-O en otros países.
Recomiendo leer lo que dice Paco Sánchez en Vagón-Bar "La manifestación". Comienza así:
Estoy seguro de que la marcha de hoy en Madrid a favor de la vida y contra el aborto será una de las mayores concentraciones de nuestra breve historia democrática. También estoy convencido de que, a corto plazo, servirá de poco, porque el Gobierno no atenderá a razones. No suele hacerlo, no lo hará ahora. (...)
Publicado el 11:12 a.m. en Christianity, Civismo - Civics, Communication, Conscience, Culture, Embrión humano, Internet, Journalism, Politics, Referencias - links, Religion, Sociology, Television, Web/Tech, Weblogs, Writing | Enlace permanente | Comentarios (0) | TrackBack (0)
Ayer la agencia Zenit publicó una traducción sintética en castellano (titulada "Obama debe recordar que existe una guerra contra la vida") del artículo del domingo en L'Osservatore Romano (Lucetta Scaraffia: "Il Nobel a Barack Obama. Un premio impegnativo"), sobre la concesión al presidente Obama del Premio Nobel de la Paz.
Se trata de un artículo con algunas reservas: unas sobre Obama, otras sobre el Nobel de la Paz.
Este es el texto de Zenit:
Al aceptar el Premio Nobel de la Paz 2009, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, debería recordar no solo las guerras en Iraq y Afganistán, sino también la guerra que está dirigiéndose contra los no nacidos, según un artículo de L'Osservatore Romano.
El diario oficioso vaticano publicó un artículo en su edición italiana del pasado domingo, en respuesta a la concesión del premio de la paz a Obama.
El Comité noruego del Nobel anunció la noticia el viernes, afirmando que se reconocía así “los extraordinarios esfuerzos del presidente para reforzar la diplomacia internacional y la colaboración entre los pueblos. El comité otorgó especial importancia a la visión y la labor de Obama en favor de un mundo sin armamento nuclear”.
El artículo de L'Osservatore, firmado por Lucetta Scaraffia, apremia al presidente a reconocer que “la guerra más larga, y con el mayor número de 'caídos', es la práctica del aborto, legalizado y facilitado por las estructuras internacionales”.
Pide también al presidente que recuerde las palabras de la ganadora del Premio Nobel de la Paz de 1979, la Madre Teresa de Calcuta, que llamó al aborto “el gran destructor de la paz hoy, [...] porque es una guerra directa, una matanza directa – un asesinato directo por parte de la propia madre”.
El periódico observó que el Nobel de Obama “ha cogido a todo el mundo un poco por sorpresa, en primer lugar al propio presidente de los Estados Unidos”. Era la primera vez, desde que Woodrow Wilson fue galardonado en 1919, que un presidente estadounidense recibe el premio estando en activo.
El artículo afirma que la concesión del galardón a Obama mientras está en el cargo lo convierte en “una forma de presión para inclinar a Obama hacia decisiones pacíficas mientras dure su mandato”.
“En base a las decisiones tomadas hasta la fecha, resulta difícil describir al presidente como un pacifista convencido”, afirma L'Osservatore.
El diario observa que las políticas de Obama en “Iraq y Afganistán parecen estar a medio camino entre la fidelidad a los principios pacifistas proclamados durante la campaña electoral, y una política más realista, que algunos ya han descrito como una continuación de ese 'belicista' Bush”.
“Se trata de una política oscilante, muy similar a la que el presidente americano está llevando a cabo en importantes cuestiones bioéticas, sobre todo en relación con el aborto, que ha suscitado tanta controversia entre los católicos estadounidenses”, añade.
Cuestiones
L'Osservatore Romano también pone en cuestión el proceso de elección del ganador del premio a la paz, observando que el papa Juan Pablo II ha sido ignorado en dos ocasiones, en 1999 y 2003.
El Comité del Nobel eligió a Médicos sin Fronteras en 1999, y al abogado y activista por los derechos humanos iraní Shirin Ebadi en 2003.
El pontífice había sido “considerado un gran favorito en 2003, tras su condena de la guerra de Iraq”, afirma L'Osservatore. “Ese año, muchas iniciativas y el favor de una gran parte del mundo parecían hacerle el destinatario natural del galardón. Fue considerado como el favorito, incluso por los apostadores”.
El papa Juan Pablo II “fue considerado por los miembros del jurado como demasiado conservador en otras áreas, y se temía que, galardonando con él a la Iglesia católica, podría favorecerse a una importante confesión religiosa en detrimento de las demás”.
“Esos miedos”, observa el diario vaticano, “han sido superados en el caso, mucho más controvertido, del premio a Obama”.
“Una vez más, por tanto, el Premio Nobel de la Paz ha suscitado preguntas y críticas, dado que los criterios para la designación a menudo parecen influenciados por el pensamiento políticamente correcto”, añade L'Osservatore.
En cualquier caso, “como ya manifestó el director de prensa de la Santa Sede -concluye el artículo-, no podemos sino estar contentos de ver reconocidos en el presidente Obama el esfuerzo por el desarme nuclear y la indudable propensión personal a una política más pacífica que a afirmar el poder americano en el mundo”.
Publicado el 05:29 p.m. en Academics, Benedicto XVI, Christianity, Civismo - Civics, Communication, Credibility, Culture, Embrión humano, Politics, Religion | Enlace permanente | Comentarios (0) | TrackBack (0)
No sé si en sí mismo es desconcertante, pero el caso es que tiendo a sumarme a quienes, entre otros tantos (Il Foglio: Se Obama fa la guerra a Fox, come la mettiamo con la libertà di stampa? Morale: neppure i Nobel pacifici amano le critiche; o bien, Iñigo Sáenz de Ugarte, en Guerra Eterna: Fox News vs. Obama) no terminan de encajar juntas estas dos cuestiones sobre la libertad de prensa, sin que algo chirríe:
1-- Según parece, hace bien el grupo mediático De Benedetti (Reppublica, etc.) en poner de chupa de dómine al presidente Berlusconi. Y, en ese sentido, es razonable que los medios internacionales secunden la iniciativa, mientras que no es razonable que Berlusconi al menos se queje.
2-- Según parece, hace mal el grupo mediático Murdock (Fox News, etc.) en poner de chupa de dómine al presidente Obama. Y, en este sentido, es razonable que los medios internacionales secunden la iniciativa de Obama en tratar a esa televisión como si fuera un partido político, y no es razonable que Murdock al menos se queje.
La respuesta obligada o precocinada es bien conocida: Berlusconi y Fox News son malos y de derechas, mientras que Obama y Reppublica son buenos y progresivos.
OK, esa es la respuesta para infantes escolares de enseñanza primaria. Hasta ahí llegamos casi todos. Incluso los que no apreciamos necesariamente en lo que vale el populismo de Berlusconi y Murdock y sin embargo apreciamos en lo que vale la retórica populista desarrollada por Obama y Reppublica. Da la impresión de que Obama no entiende bien algunos aspectos de la relación entre los medios de comunicación y los políticos según el european way of life que -por otra parte- tanto le admira.
El caso es que -como esta regla de tres, el maniqueísmo de buenos y malos no termina de cuadrar- no puedo evitar formular esta pregunta, que quizá resulte ofensiva para alguien: ¿hay alguna respuesta válida para ciudadanos con los estudios -al menos elementales- acabados?
Pienso que sí la hay, pero quizá su contexto resulta algo esotérico o extemporáneo para hablar directamente a la ciudadanía, pues se trata de tomar en consideración el bias ideológico o sesgo, o prejuicio, prevención, predisposición o distorsión asimética, o quizá error sistemático en que solemos vivir cada vez más intensamente los ciudadanos, gracias a los extraños manejos entre los medio de comunicación y los políticos.
Por eso, lo único que me viene a la cabeza al intentar compaginar ambas situaciones y posturas es pensar que sería muy interesante que, al menos en las Facultades de Comunicación se estudiara, en el contexto de los estudios de "opinión pública", alguna materia -no sólo un par de leccioncillas de pasada- sobre el "sesgo o bias: qué es y cómo se hace". Con casos prácticos, como los mencionados más arriba.
Luego, más adelante, se podría estudiar en la escuela. Por ejemplo, dentro de la materia Eduación para la Ciudadanía. Si es que en España la cosa se normaliza un poco al menos según las costumbres y directivas europeas en este terreno cívico.
Pero lo que a fin de cuentas llama la atención es que tanto Berlusconi desde hace tiempo como ahora Obama parecen seguir los pasos de gentes como Erdogan, Zapatero y Kirchner, contra los medios que osan atacarlos. A la búsqueda del poder (más bien absoluto que relativo, if posible).
Publicado el 04:52 p.m. en Academics, Bias, Civismo - Civics, Communication, Credibility, Current Affairs, EpC española - democratic citizenship, Intimidation, Journalism, Patologías comunicación, Politics, Propaganda, Public Relations, Writing | Enlace permanente | Comentarios (3) | TrackBack (0)
Por una parte, resulta que -según los listados de las 200 universidades "top"- sólo figura una española, la Universidad de Barcelona, perdida en el puesto número 171.
A pesar del más que probable chovinismo de la encuesta, lo que destaca es el imparable ascenso del modelo elitista anglosajón, aplicado en países asiáticos. Lo cuenta Ángel Villarino desde Pekín:
Aunque la metodología utilizada para este tipo de estudios no está exenta de polémica, parece evidente que el ascenso asiático es una constante. Los expertos lo explican haciendo notar que la inversión de los países orientales no ha parado de crecer en los últimos años, mientras en la Europa continental se ha estancado o incluso está disminuyendo. En el campo de la investigación el resultado es parecido. China, sin ir más lejos, dedicó en 2008 un 1,52% de su PIB a Investigación + Desarrollo, frente al 1,27% de España, uno de los más bajos de la Unión Europea. De hecho, el gigante asiático es ya el cuarto país que más dinero dedica a la investigación, sólo por detrás de Estados Unidos, Japón y Alemania.
(...)
Expertos del sector explican que el nuevo modelo asiático se inspira en la concepción elitista de la educación propia de los países anglosajones, mientras que en naciones como España, Italia e incluso Francia se ha impuesto la opción universal e igualitaria: hacer llegar el conocimiento hasta todos los rincones y clases sociales, sin potenciar “escuelas de élite”. Así, mientras en nuestro país las inversiones educativas han servido para levantar decenas de nuevas facultades en cada comunidad autónoma, en Pekín, Hong Kong, Singapur o Taipei proliferan los centros reservados para los mejores estudiantes y para aquellos que pueden pagar las elevadas tasas.
Por otra parte, conviene insistir en el desbarajuste que introduce en las universidades españolas el otro gran factor, señalado insistentemente por Alejandro Llano, como voz que predica en el desierto: el futuro de las universidades no puede prescindir de sus ideales y valores nativos. Por eso acaba de decir que
(...) Lo grave de su actual crisis consiste en que, dentro de ella misma, sus propios ideales han comenzado a dejar de valorarse. El martilleo del pragmatismo y la superficialidad, característicos de esta “era del vacío”, ya afecta a los tímpanos de quienes habitan la fortaleza largo tiempo asediada.
¿Quién cree hoy entre nosotros en el saber por el saber? Que no son muchos los creyentes —y menos los practicantes— se aprecia, no sólo en la marginación de las humanidades, sino también en la general huida de las carreras teóricas de ciencias: Matemáticas y Físicas, sin ir más lejos. El dogma de la “empleabilidad” (¡horrible palabra!) se impone a la hora de diseñar grados inverosímiles y de nulo valor formativo. En cambio, las carreras acrisoladas durante siglos, a las que se debe gran parte de los más rompedores avances contemporáneos, se consideran erróneamente como decorativas. El furor entusiasta con el que se pretende imitar a las universidades anglosajonas, pasa por alto el secreto de su éxito. Cualquiera de las grandes instituciones internacionales de enseñanza superior dedica lo mejor de sus energías al cultivo de las lenguas clásicas, y a la investigación y transmisión de la ciencia más ininteligible para un ejecutivo convencional.
(...) La España actual necesita perentoriamente que alguien promueva los valores sustantivos de tipo cognoscitivo y ético. Y la universidad está obligada a hacerse cargo de estos decisivos intangibles. La condición imprescindible reside en su propia capacidad de regeneración. Los académicos maduros pueden aportar su experiencia y su solidez intelectual. Pero son las nuevas —y numerosas— promociones de profesores más jóvenes las que han de distanciarse del narcisismo legalista y de la autorreferencialidad gremial, para lanzar proyectos realmente innovadores. Sin olvidar que la universidad imprime carácter y, por lo tanto, que cuantos han pasado por ella siguen siendo universitarios y deben velar por la vitalidad de la institución en la que cual crecieron.
Esperemos que la pretendida extensión utilitaria del saber no dé al traste con el mismo saber.
Publicado el 10:20 a.m. en Academics, Alejandro Llano, Civismo - Civics, Communication, Credibility, Culture, Philosophy, Poetics, Politics, Proceso Bolonia, Science, Sociology, Technology | Enlace permanente | Comentarios (10) | TrackBack (0)
Puesto que parece que es inminente el estreno en España de la película "Katyn", de Andrzej Wajda, aprovecho la ocasión para recomendarla.
No necesariamente como una obra maestra absoluta del arte cinematográfico. Pero sí necesariamente como una obra artísticamente muy digna -maestra, eso sí, en su género histórico- que además se esfuerza y logra presentar sin ira una verdad histórca muy debatida y muy manipulada u ocultada hasta hace bien poco tiempo.
Una muestra de que en Polonia la razón histórica y el arte poético, culturalmente asociados al cristianismo vivido, no alienta -como en otros lugares- la creación de monstruos ideológicos.
La película -que me ha gustado profundamente- ha pasado casi inadvertida en no pocos países europeos, quizá porque habla sin tapujos de una monstruosa matanza llevada a cabo por los dirigentes políticos y el ejército soviéticos; matanza denunciada en primer lugar por los dirigentes políticos y sobre todo el ejército alemanes, durante la segunda guerra mundial.
Una película que -por tanto- resulta "políticamente incorrecta" para la cultura filomarxista o añorantemente filosoviética, e incluso para la cultura "bienpensante buonista" que la patrocina, incapaz de hacer -no ya un mínimo de libre y voluntaria autocrítica- sino un mínimo de esfuerzo por conocer y atenerse a la verdad de las cosas y de las personas y también sin un mínimo esfuerzo -todo lo contrario- para hacerla pública.
He visto y recomiendo leer una crítica muy interesante de Julio R. Chico, en su blog La Mirada de Ulises: “Katyń”: Verdad sin ira para alcanzar la libertad.
Ver You Tube: trailer en español.
Publicado el 08:31 p.m. en Aesthetics, Civismo - Civics, Communication, Conscience, Credibility, Culture, Current Affairs, Drama, Entertainment, Film, History, Poetics, Politics | Enlace permanente | Comentarios (2) | TrackBack (0)
" Wow!", ha dicho Obama. También podría haber dicho que los señores de Oslo que conceden el Nobel de la Paz se han pasado, en términos de demagogia, unos cuantos pueblos, ciudades, provincias o naciones, al otorgarlo a Obama.
Un presidente que, según las encuestas del Pew, lo que tiene en su haber es la capacidad de generar confianza.
Un presidente que hoy mismo aparece en la portada de New Statement, combinando su cara y su nombre con los de Bush.
Un presidente que hace un par de días fue impersonado por un cómico en la televisión estadounidense (NBC - Satuday Night Live) como alguien que precisamente se gloría de no haber hecho aún nada nuevo, tras casi un año en la presidencia, al menos según lo prometido en la campaña electoral... Ha logrado, eso sí, tomar una cerveza con un profesor negro y un poli blanco en la Casa Blanca... cosa que también podría haber logrado Oprah en su show...
Lo veo en el sitio del periódico italiano Il Foglio, y también en Mashable:
Obama es aún imagen, apariencia y popularidad, deseos y espectativas, pero no tiene realidad de pacificador: ¿qué ha hecho -en concreto- por la paz? ¿Pedir más soldados y dinero para la guerra afgana a su parlamento y a los países tradicionalmente amigos? ¿Desarrollar una bomba anti-silo que permita destruir instalaciones nucleares bajo tierra? Y un largo etc. de continuidad e incremento en la línea Bush...
Demagogia surrealista de los jurados noruegos al pretender razonar el premio: "for his extraordinary efforts to strengthen international diplomacy and cooperation between peoples".
¿Alguien puede decir de corrido al menos dos -para que suene el plural- de esos "esfuerzos" tremendos de Obama? Y discursos y promesas de buenas intenciones, pero no hechos. En todo caso, es asunto "prematuro", como dice Walesa.
Hombre, si se trata de premiar "esfuerzos", promesas, pero no logros, esto se pone bueno, porque entonces todos vamos a empezar a poner cara de determinación y gran preocupación ante las cosas que suceden, aunque luego sigamos haciendo lo que hasta el momento hace Obama con la guerra y los armamentos.
Es decir, todos vamos a invertir más en nuestro equipo de imagen, aunque la realidad vaya por otro lado.
Es, en definitiva, lo que ha hecho el jurado del premio Noble de la Paz: invertir en imagen, en comunicación, en que hablen de ellos aunque sea bien y aunque la realidad vaya por otro lado.
Obama ha dicho que no se lo merecía: I did not deserve the Nobel. Podría haber continuado el razonamiento y pasado de las palabras a la acción, y -haciendo gala de honradez- renunciar a ese premio indignamente recibido.
Pero su misma maquinaria de imagen y comunicación le terminará haciendo decir y hacer otras cosas. Porque a fin de cuentas, se diría que lo que cuenta es que Obama es y resulta guapo, como lo es y resulta George Clooney, por ejemplo (en las pantallas y fotografías). Y eso genera confianza, en n uestra cultura de la imagen, que hace tiempo ha renegado un tanto de la realidad real.
¡Qué pena que no le hayan dado la oportunidad de ganarse el Nobel de la paz! Es éste un Nobel preventivo.
Actualización (10 Oct 09): Me encanta coincidir con Michael Moore en esta carta abierta que le dirige a su presidente: Congratulations President Obama on the Nobel Peace Prize -- Now Please Earn it!:
Dear President Obama,
How outstanding that you've been recognized today as a man of peace. Your swift, early pronouncements -- you will close Guantanamo, you will bring the troops home from Iraq, you want a nuclear weapon-free world, you admitted to the Iranians that we overthrew their democratically-elected president in 1953, you made that great speech to the Islamic world in Cairo, you've eliminated that useless term "The War on Terror," you've put an end to torture -- these have all made us and the rest of the world feel a bit more safe considering the disaster of the past eight years. In eight months you have done an about face and taken this country in a much more sane direction.
But... (Read more)
Y también, en sentido paralelo, con lo que dice Economist acerca de "no aplaudir al tenor mientras aún está aclarando su voz"...: Is it premature to give Barack Obama the Nobel peace prize, less than a year into his presidency?
Y con lo que comenta Il Foglio, que toma la misma referencia a la revista británica New Statesman (llamada "de izquierdas") aquí mencionada, y el mismo argumento de imagen: Wow, Obama è più bello che pacifico. Due guerre, missili sul Pakistan, Guantanamo. Nobel per la Pace a Barack W. Bush.
E igualmente coincidir con The New Republic, que dice Obama's Nobel: Mixed Blessing at Best:
(...) At best, then, the award is a mixed blessing. That’s why Obama should consider the advice of Chait, Massie, and others and, in a gesture of his humility, refuse to accept it. It would be the right thing to do in principle. It might also be smart politics.
Y mostrar perplejidad ante el respeto de las reglas y formalidades de esta concesión, como hace la viuda de Sajarov, tenidendo en cuenta el reglamente del premio y el plazo de presentación: porque la candidatura debió ser presentada "en el curso de apenas diez días después de su investidura como presidente", el pasado 20 de enero, o incluso durante su campaña electoral...
Publicado el 07:58 p.m. en Advertising, Aesthetics, Communication, Credibility, Culture, Entertainment, Journalism, Marketing, Patologías comunicación, Politics, Propaganda, Public Relations, Television, Weblogs | Enlace permanente | Comentarios (4) | TrackBack (0)
En su discurso a los rectores, profesores y estudiantes de universidades de la República Checa pronunciado en el Salón Vladislav del Castillo de Praga el pasado 27 de septiembre, Benedicto XVI dijo unas cuantas cosas que no deberían pasar inadvertidas para un universitario que se precie de serlo. (También, tras la anotación anterior sobre algunos rasgos del proceso de Bolonia).
Entre otras, se pueden destacar éstas frases:
-- (...) El anhelo de libertad y de verdad forma parte inalienable de nuestra humanidad común. Nunca puede ser eliminado y, como ha demostrado la historia, sólo se lo puede negar poniendo en peligro la humanidad misma. A este anhelo tratan de responder la fe religiosa, las distintas artes, la filosofía, la teología y las demás disciplinas científicas, cada una con su método propio, tanto en el plano de una atenta reflexión como en el de una buena praxis.
-- (...) Ya desde la época de Platón, la instrucción no consiste en una mera acumulación de conocimientos o habilidades, sino en una paideia, una formación humana en las riquezas de una tradición intelectual orientada a una vida virtuosa. Si es verdad que las grandes universidades, que en la Edad Media nacían en toda Europa, tendían con confianza al ideal de la síntesis de todo saber, siempre estaban al servicio de una auténtica humanitas, o sea, de una perfección del individuo dentro de la unidad de una sociedad bien ordenada.
-- (...) Es preciso retomar la idea de una formación integral, basada en la unidad del conocimiento enraizado en la verdad. Eso sirve para contrarrestar la tendencia, tan evidente en la sociedad contemporánea, hacia la fragmentación del saber. Con el crecimiento masivo de la información y de la tecnología surge la tentación de separar la razón de la búsqueda de la verdad.
-- (...) La razón, una vez separada de la orientación humana fundamental hacia la verdad, comienza a perder su dirección. Acaba por secarse, bajo la apariencia de modestia, cuando se contenta con lo meramente parcial o provisional, o bajo la apariencia de certeza, cuando impone la rendición ante las demandas de quienes de manera indiscriminada dan igual valor prácticamente a todo. El relativismo que deriva de ello genera un camuflaje, detrás del cual pueden ocultarse nuevas amenazas a la autonomía de las instituciones académicas.
-- (...) ¿Qué sucedería si nuestra cultura se tuviera que construir a sí misma sólo sobre temas de moda, con escasa referencia a una auténtica tradición intelectual histórica o sobre convicciones promovidas haciendo mucho ruido y que cuentan con una fuerte financiación?
-- (...) [La] confianza en la capacidad humana de buscar la verdad, de encontrar la verdad y de vivir según la verdad llevó a la fundación de las grandes universidades europeas. Ciertamente, hoy debemos reafirmar esto para dar al mundo intelectual la valentía necesaria para el desarrollo de un futuro de auténtico bienestar, un futuro verdaderamente digno del hombre.Publicado el 12:05 p.m. en Academics, Benedicto XVI, Christianity, Civismo - Civics, Communication, Credibility, Culture, History, Philosophy, Politics, Proceso Bolonia, Religion, Science, Technology, Writing | Enlace permanente | Comentarios (0) | TrackBack (0)
Hay verdades incómodas que suelen dejarse al margen de lo públicamente compartido. Alejandro Navas prefiere hablar educadamente de esas omisiones habituales en torno al proceso europeo de reforma universitaria, más conocido con el apodo de "Bolonia".
Esto le lleva a presentar sin tapujos algunos efectos perversos de una versión menos entusiasta de "Bolonia", en la que se puede observar la desidia de algunos gobiernos, la disminución (en vez del incremento) de movilidad y empleo, la agobiante sobrecarga de trabajo que ha supuesto para las comunidades académicas, precisamente cuando acucia la falta de dinero para sacar adelante los hermosos planes burocráticos de la tierra prometida de "Bolonia"...
Este es el texto de Alejandro Navas, con este título original: Una visión menos entusiasta de Bolonia.
El comienzo de este curso académico en la Universidad ha venido marcado por Bolonia, como era de esperar. Los rectores de la UN y de la UPNA han ponderado la oportunidad para la mejora de la actividad académica que significa la reforma asociada al nombre de la ciudad italiana.
Pero no sólo ellos: destacados representantes de las fuerzas vivas de nuestra sociedad se han sumado al coro de los que cantan las excelencias de ese proceso. Por ejemplo, el Presidente de la Cámara Navarra de Comercio e Industria titulaba “Bienvenida a Bolonia” un artículo publicado en estas páginas hace unas semanas, en el que destacaba la movilidad y el énfasis en la adquisición de competencias y habilidades como puntos fuertes del cambio.
Como es obvio, suscribo todo lo que han dicho nuestras autoridades académicas y no quiero ser aguafiestas. A la vez, me parece necesario comentar algunos puntos a los que apenas se alude. Para empezar, llama la atención el retraso en la puesta en marcha de la reforma. Los ministros de educación reunidos en Bolonia en 1999 decidieron darse un plazo de diez años para su implementación.
En España hemos esperado al último momento para hacerlo, como tantos malos alumnos que empiezan a estudiar la víspera del examen. ¿Cómo se explica la desidia de los sucesivos gobiernos? Además, sería digno de estudio el criterio que ha presidido el diseño de la reforma por parte del Ministerio de Educación.
Como aquí no hay espacio para entrar en detalles, me remito a unas palabras de la ministra San Segundo que nos dan la clave: “Se trata por encima de todo de evitar que los estudiantes salgan a la calle para manifestarse”. ¿Es éste el planteamiento más seguro para mejorar la calidad de la docencia universitaria?Mi apreciado colega Luis Sarriés se refería poco después en otro artículo publicado en este periódico a los dos grandes objetivos que se propone Bolonia: movilidad y empleabilidad. Hay en juego algo más que una mera reforma universitaria, y el profesor Sarriés invoca el caso de Alemania como modelo de colaboración entre universidades, empresas y administración pública al servicio de la formación de los jóvenes.
Comparto su admiración por Alemania; sin embargo, en el elogioso cuadro que pinta haría falta matizar que después de algunos años de experiencia con la reforma -los alemanes han hecho sus deberes con más prontitud-, el resultado es que la movilidad estudiantil ha disminuido.
Estamos, pues, ante el típico efecto perverso: ocurre justamente lo contrario de lo que se pretendía. La causa de esta anomalía parece radicar en el exceso de burocracia, y así nos topamos con uno de los factores centrales que, en mi opinión, invitan a moderar el entusiasmo frente a Bolonia.
No exagero al decir que durante el último año millares de profesores y gestores universitarios han dedicado centenares de millares de horas para adecuar planes de estudio a las nuevas directrices, en un trabajo presidido por la improvisación del Ministerio y de cuya eficacia hay buenos motivos para dudar.
Una vez más nos enfrentamos a la burocracia o tecnocracia educativa, que todo lo fía a la perfección de las leyes y demás regulaciones abstractas -como es sabido, el B. O. E. lo aguanta todo-.
En nuestro país deberíamos estar ya un poco de vuelta, pero se comprueba que el fetichismo de la ley no cede terreno a pesar de tantas experiencias desgraciadas. Lo sangrante en esta ocasión es que esa agobiante sobrecarga de trabajo se ha impuesto a la comunidad universitaria en nombre de la calidad, la competitividad y la autonomía.
Aun concediendo que el tipo de enseñanza que instaura Bolonia fuera el mejor para el logro de los objetivos propuestos, la mala fortuna hace que la crisis económica impida de hecho incrementar el gasto en la medida necesaria: no hay dinero.
Estábamos acostumbrados desde hacía mucho tiempo a no distinguir la realidad de la ficción oficial, pero pocas veces como en este caso resulta tan pronunciado el divorcio entre el discurso oficial y la vida real. Los burócratas celebran su triunfo -regulaciones al servicio de una homogeneización de ámbito europeo-, pero hay que empezar a decir que ese rey, cuyas galas se elogian con tanto entusiasmo, en verdad anda medio desnudo.
Cfr. en Scriptor:
-- El "proceso de Bolonia" pone nerviosos a universitarios y politicos
-- Comunicación pública, Universidad y "Plan Bologna": armonizar creatividad y gestión
Publicado el 05:57 p.m. en Academics, Alejandro Navas, Civismo - Civics, Communication, Credibility, Culture, Politics, Proceso Bolonia, Propaganda, Science, Sociology, Writing | Enlace permanente | Comentarios (0) | TrackBack (0)
No sorprende que Alejandro Llano razone y abogue, a propósito de la situación del aborto en España, según los principios de una no-violenta desobediencia civil, más que por los de la objeción de conciencia individual.
A fin de cuentas, todos hemos estado con Martin Luther King Jr. y su "movimiento de los derechos civiles" en Estados Unidos, con el que puso de manifiesto que la desobediencia civil no-violenta es legítima en una democracia. Porque, entre otras cosas, le asistía aquella "fe en la razón" de que habla Poper. Y también le acompañaba el "poder moral" (B. Magaloni) de cuestionar situaciones bien determinadas de injusticia bajo los principios constitucionales sin pretender fracturar la legitimidad del ordenamiento jurídico en su conjunto, ni mucho menos "tomar" el poder político.
Este es el texto escrito por Alejandro Llano, que en principio se titula "Más aborto":
El cantautor de moda se quejaba dramáticamente durante las últimas boqueadas del franquismo: “¡Estamos tocando el fondo!”. Con su canto, nos decía a la vez que andábamos peor que nunca, pero que ya quedaba poco. Ahora volvería a ser actual, aunque sólo con el primero de los significados: descendemos en la frialdad de las aguas, sin que el fondo se adivine a través de la oscuridad líquida.
He de reconocer que mis intentos de sumarme a las filas de los optimistas pertinaces sólo dan resultado durante unas pocas semanas. Siento enseguida que arrojan sobre mí un gran jarro de agua fría. Debo confesar que la noticia sobre el dictamen del Consejo de Estado acerca de la ampliación del aborto ha sido un duro golpe. Como último recurso, me he acogido a un humor patético. Es el cuento del boxeador que estaba sufriendo en el ring un duro castigo. Su manager, para animarle, le dice en el rincón: “No te ha tocado”. Y el púgil replica: “Pues vigílame al árbitro porque alguien me está forrando”.
Ya sé que el juicio del Consejo de Estado no es vinculante, y que todavía el Tribunal Constitucional puede invalidar esa ley. Pero, después de lo visto y oído, espero poco de nuestras instituciones jurídicas, cuya politización alcanza honduras en las que la división de poderes se convierte en una metáfora vacía de sentido. Y, por otra parte, el dictamen del alto Consejo no me desanima tanto por el contenido, sino –como diría un castizo- por el hecho.
El hecho es que la opinión unánimemente favorable sobre una ley injusta la ha emitido una comisión en la que figuran un ex candidato a la Presidencia del Gobierno por la UCD y un ex ministro de Justicia; que está presidida por un jurista tan honrado y competente como Miguel Herrero de Miñón, candidato también en su momento a dirigir la UCD; y de la que forman parte profesionales del derecho que se han destacado en anteriores circunstancias por su oposición a otras leyes contrarias a la ética.
Después de la aprobación del “matrimonio” homosexual, nuestra Constitución está herida de muerte, porque semejante figura es incompatible con el espíritu y la letra de la ley fundamental. Resulta muy difícil que un paso tan errático pueda ser desandado. Y lo peor es que abre camino a otras tropelías parecidas.
Con todo sigue en pie la realidad de que, en su sentencia de 1985 sobre la primera ley del aborto, el Tribunal Constitucional estableció la doctrina de que el nasciturus es un bien jurídicamente protegible, con lo cual no cuadra en absoluto la reforma propuesta ahora por el Gobierno.
¿Qué tendríamos que hacer los españoles discrepantes si finalmente se aprueba esta ley? No podríamos acogernos a la disculpa de que habrá sido un producto de la democracia. Porque, en este caso, nuestro sistema político se habría vuelto contra sí mismo. Y nadie está obligado a obedecer una ley injusta. Desde luego, habría que defender hasta el final la posibilidad de la objeción de conciencia por parte del personal sanitario.
Pero, siguiendo la tesis de Hannah Arendt en Crisis de la República, aquí es más bien de aplicación la figura de la desobediencia civil. A diferencia de la objeción de conciencia, que constituye una respuesta personal, la desobediencia civil exige que sea adoptada libremente por una colectividad de personas. Miembros del gabinete socialista han presentado, en otros contextos, la desobediencia civil como un fenómeno catastrófico, pero nada hay más genuinamente democrático.
Cuando el sistema democrático falla por haberse plegado —en alguna de sus articulaciones— a una extrapolación del poder político, lo coherente es admitir que los ciudadanos que advierten la injusticia y no están dispuestos a tolerarla, desobedezcan pacíficamente la aplicación de tal ley.
Lo cual, en este caso, no afectaría sólo a los profesionales de la sanidad, sino a todas las personas que estuvieran implicadas de algún modo en la práctica del aborto. La perturbación pública que esto pudiera llevar consigo es menos dañina para la democracia que el abuso de imponer a la sociedad civil una práctica que millones de personas, con argumentos difícilmente rebatibles hoy día, consideramos intolerable.
[Ref. Gaceta]
Publicado el 05:21 p.m. en Academics, Alejandro Llano, Bias, Civismo - Civics, Conscience, Credibility, Embrión humano, Intimidation, Philosophy, Politics, Propaganda, Writing | Enlace permanente | Comentarios (2) | TrackBack (0)
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"El buscar en todo la utilidad es lo que menos se adapta a las personas magnánimas y libres" (Aristóteles, Política, 1338, b)
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